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Santo Domingo.- Esta servidora pública podría convertirse en la presidenta de México. Ella es una política, científica y académica mexicana que se ha destacado por su lucha incansable contra el cambio climático. Sigue leyendo para aprender más sobre Claudia Sheinbaum, una mujer de poder.
Claudia Sheinbaum es una política e ingeniera ambiental mexicana. Mejor conocida por ser la primera alcaldesa de la Ciudad de México y su primera alcaldesa judía. “Ser la primera mujer electa para el gobierno de la Ciudad de México es un compromiso con la defensa de los derechos humanos de las mujeres, la lucha contra la misoginia y toda forma de violencia de género y la creación de una ciudad inclusiva.” Le dijo Sheinbaum a la Asociación Internacional de Ciudades Educadoras.
Ella es la segunda hija de Annie Pardo Cemo, bióloga y profesora emérita de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Y Carlos Sheinbaum, ingeniero químico. Sus padres participaron en los movimientos estudiantiles de 1968 en la Ciudad de México. Además, Sheinbaum es nieta de inmigrantes judíos de Europa del Este.
Siguiendo con el legado de sus padres, Sheinbaum es conocida por su investigación científica y promoción de políticas en materia de eficiencia energética, sostenibilidad y medio ambiente. Fue una de los científicos y formuladores de políticas que compartieron el Premio Nobel de la Paz en 2007 por su trabajo en el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC).
De 2000 a 2006, Sheinbaum se desempeñó como Secretaria de Medio Ambiente durante el gobierno del futuro presidente Andrés Manuel López Obrador. Sheinbaum se desempeñó como Jefa Delegativa de la Delegación de Tlalpan de 2015 a 2017 y fue elegida para presidir el Distrito Federal en las elecciones de 2018.
Muchos llaman a la alcaldesa radical porque estuvo involucrada en el CEU, un movimiento contra el aumento de matrículas en la UNAM, que no era nada radical. Ahora es candidata para la presidencia de México en las elecciones de este año.
Le deseamos mucha suerte a esta mujer de poder.
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Si el nombre Greta Thunberg no te suena, es hora de que te actualices. Esta joven de 16 años está en todas partes, desde los medios de comunicación, hasta las redes sociales. Su meta: cambiar al mundo.
Greta es una activista medioambiental sueca. Ha tomado el mando de un movimiento que reclama la falta de preocupación hacia el medioambiente por parte de los líderes del mundo.
Su recorrido inició en agosto de 2018, cuando con un letrero en mano se instaló en frente del parlamento sueco exigiendo una acción más fuerte para la protección del medioambiente.
Este acto logró animar a otros estudiantes de su escuela y juntos organizaron el School Climate Strike Movement bajo el nombre ‘Fridays for Future‘. Esto se trasladó más adelante en otros países donde cada semana se protestaba a favor del medioambiente.
¿Será una niña capaz de hacer lo que los líderes no han podido?
Greta participó en una conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático. Compartió un discurso que cuestionaba a los grandes líderes por su falta de preocupación hacia la crisis climática.
«Las personas se están muriendo, los ecosistemas están colapsando. Estamos en el inicio de una extinción masiva y todo lo que ustedes hablan es sobre dinero y cuentos de hadas sobre crecimiento económico eterno. ¿Cómo se atreven?», expresó Greta en su discurso.
Reconocida por el mundo
En 2018 fue nominada para el premio Children’s Climate Prize. Fue reconocida por la revista Time como una de los adolescentes más influyentes del 2018.
Fue proclamada como la mujer más importante del año en Suecia en 2019 y fue premiada con la beca Fryshuset por el modelo a seguir juvenil del año.
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Estos son solo algunos de los reconocimientos.
Como expresa en uno de sus libros: «nadie es muy pequeño para hacer la diferencia’. El tamaño, la edad o cualquier condición no mide la capacidad de con pequeñas acciones crear grandes cambios».
¿Qué tan ecoamigables son los productos sanitarios que usas en la menstruación?
Menstruación. Un proceso natural en la vida de las mujeres que durante cientos de años fue considerado tabú…pero la historia está cambiando.
Aunque en varios países todavía existe un estigma en torno al periodo, la cultura de vergüenza se está levantado. Las mujeres están hablando más abiertamente sobre el tema (pronto tendremos un emoji del periodo) y muchas están dejando atrás los métodos tradicionales para lidiar con él, adoptando productos más ecológicos.
Primero… hablemos de los residuos que deja la menstruación
En promedio, la mujer tiene 450 periodos en su vida. Probablemente utilizará alrededor de 11,000 productos sanitarios desechables.
De acuerdo con el libro Flujo: la historia cultural de la menstruación, una mujer suele tirar de 250 a 300 libras de toallas sanitarias, tampones y aplicadores en su vida. Más de 45 mil millones de tampones o toallas sanitarias se utilizan cada año en todo el mundo, lo que da como resultado 3,2 millones de kg. de desecho.
¿El problema? Todo este desecho termina en los vertederos. Aunque de acuerdo a un informe de la Organización Panamericana de la Salud, los “productos higiénicos desechables constituyen un porcentaje muy pequeño de los residuos sólidos”, es un tema al que se le debe prestar atención.
En general, las toallas sanitarias tradicionales contienen materiales plásticos (bolsita y cubierta exterior), que no son biodegradables, no se descomponen naturalmente.
Por su parte, los tampones en sí son biodegradables, están hechos de algodón, pero los aplicadores son de plástico. Un estudio realizado por el Royal Institute of Technology en Londres encontró que el polietileno de baja densidad es uno de los principales contaminantes en el mundo. Y este es justamente el plástico que se utiliza en los aplicadores.
Un periodo un poco más verde
La noticia positiva es que ya tenemos una diversidad de productos sanitarios ecoamigables que podemos usar y así hacer nuestro periodo más green.
Copas menstruales
Las copas menstruales están en todas partes. Este producto se introduce en la vagina y recolecta la sangre del periodo. Es reusable, dura hasta 10 años si se cuida de manera correcta y está hecho de silicón de grado médico, lo que garantiza que sea seguro dentro del cuerpo.
“Es cómoda y fácil de usar. Me encanta que no tengo que comprar más productos, y es mejor para el medioambiente”, opina una usuaria de Reddit en un foro sobre el tema.
Sí toma un poco de tiempo acostumbrarse a introducirla y sacarla.
También si le tienes miedo a la sangre, quizás no sea la mejor opción ya que existe la posibilidad que se entre en contacto con la sangre al usarla: debes vaciarla, limpiarla y colocarla de nuevo durante la menstruación.
Disponibles Ceroplast en República Dominicana o Amazon.
Toallas reusables
Son como las toallas sanitarias normales, pero reusables. Normalmente están hechas de algodón o bambú.
¿Cómo trabajan? Se colocan en la ropa interior y absorben todo el flujo. Cuando está lista para cambiarse, la toalla sanitaria se remueve y se coloca otra, pero no se tira… solo se tiene que lavar y estará lista para usarse de nuevo.
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Toallas sanitarias y tampones orgánicos
Si todavía no quieres dar el paso de usar productos reusables, adquiere toallas sanitarias y tampones orgánicos hechos al 100% con materiales biodegradables como el algodón.
También puedes optar por usar un aplicador de tampón reusable elaborado con silicón. Vienen en distintos tamaños para adaptarse a tus necesidades.
Al momento de emplearlo, solo debes esterilizarlo y estará listo para su próximo uso.
Ropa interior para menstruación
Así mismo. Pantis especiales para la menstruación con múltiples capas que garantizan que no haya ningún tipo de fuga.
La empresa THINX fue la primera en crear estos period panties. Sus productos están hechos de materiales de alta calidad que absorben la humedad y son antimicrobianos.
Fabricado a partir de petróleo, se trató de un invento revolucionario porque ahorraba costes a los emprendedores y empresarios, era fácil de moldear y era un nuevo aislante eléctrico o impermeable. Esa es, en resumen, la historia del plástico. El mismo material que hoy en día está causando grandes daños a nuestras playas y medioambiente.
Lo peor es que, cada vez es más difícil prescindir de él porque todo parece estar hecho con esto. Incluso, cuando compras algunas cosas de vidrios, sus tapas ¡son de plástico! Pero, ¿cuál es el show con usarlo? Sencillo: a diferencia de otros materiales como la madera, tela o papel; el plástico es un residuo que no es biodegradable, por lo que no puede ser asimilado por la naturaleza. Míralo de esta forma: mientras una lata de aluminio tarda 10 años en biodegradarse, una bolsa de plástico de fino grosor tarda más de 150 años.
Es tal así que, las cifras apuntan a que cada año cerca de un millón de aves marinas e innumerables peces quedan atrapados en residuos plásticos… al punto que, de acuerdo con una investigación hecha por el Washington Post, si no se realizan cambios “para 2050 habrá más plástico que peces en los mares del mundo”.
Por eso, desde 2011 existe la campaña “Plastic Free July”, impulsada por el Departamento de Medioambiente y Conservación de Australia, que busca recordarnos que es cierto que no podemos cambiar nuestros hábitos de la noche a la mañana, pero sí podemos hacer pequeños cambios que pueden aportar a cuidar más la tierra.
A fin de cuentas, es como dice Evo Morales: “Tarde o temprano tendremos que reconocer que la tierra tiene también el derecho de vivir sin contaminación. Lo que el ser humano debe saber es que no pueden vivir sin la madre tierra, pero la tierra puede vivir sin humanos”.
¿Qué indica que el asunto es grave? Bueno, que algunos países como Francia prohibieron desde 2015 la entrega y/o venta de bolsas plásticas no biodegradables en supermercados o como Irlanda que desde el 2002 implementaron el PlasTax, un impuesto del 20% sobre las compras, que se aplica a los usuarios de bolsas plásticas.
Entonces, ¿qué puedes hacer para ser parte de impulsar esta concienciación colectiva? Hay algunas acciones sencillas. Por ejemplo, empieza por enlistar y sacar de tu vida cosas que no necesitas aunque creas que sí:
El sorbete
¿Por qué usarlo si puedes beber directamente del vaso?
Razón de cambio: Suelen incrustarse en la garganta o nariz de muchos animales acuáticos.
Fundas de plástico
En los supermercados locales, aparentemente las fundas sobran. A veces, te colocan un solo artículo en dos de ellas. Pero, la verdad es que no necesitas acumular tantas… Razón de cambio: la vida útil de una bolsa apenas pasa de 10 minutos, pese a que el petróleo usado para crear 14 bolsas de plástico podría llenar un tanque de gasolina de un carro.
Dile adiós al chicle
¿Sabías que cuando estás mascando chicle, realmente estás mascando plástico? La mayoría están hechos de polisobutileno, lo mismo que te encuentras en el tubo interno de las ruedas de bicicleta.
Razón de cambio: cada año, en el mundo se gastan más de US$19.000 millones en gomas de mascar, pero buena parte de ellas terminan pegadas al suelo, de acuerdo con la BBC.
Mecheros de plástico
¿Quieres una razón poderosa para hacerlo? Muchos de estos artefactos se han encontrado en los estómagos de mamíferos marinos.
Si quieres cambiar tus hábitos ante el plástico, pues aprovechar iniciativas como la que está haciendo la Fundación Basura Cero, una organización que se ha propuesto derribar el concepto negativo que hay entorno a la palabra basura, para cambiarlo por algo positivo. “Estamos botando nuestros recursos, desperdiciando materiales que podemos utilizar… todo tiene valor y todo es posible recuperarlo”. Por eso su lema es: “La Basura no existe”, con el que tratan de plasmar todas sus actividades y cursos online tipo “¿Cómo vivir Basura Cero?”… Si te gustaría tener más información al respecto, puedes visitar su página web.
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Para vivir bien de verdad, habría que vivir sabiendo que somos parte del medio ambiente y que su cuidado es sinónimo de cuidado personal. Por esa razón, es importante hablar de la III Muestra de Cine Medioambiental Dominicana, aún cuando todavía faltan dos meses para el evento.
La muestra proporcionará “al público en general la oportunidad de contemplar las mejores y más espectaculares películas, a la vez que les brinda la posibilidad de informarse sobre los temas de actualidad y sensibilizarse en cuanto a la protección y conservación en el país y en el mundo.”
El año pasado, FUNGLODE, institución organizadora del festival, presentó más de 20 producciones extranjeras y dominicanas en más de cinco provincias del país, bajo la convicción de que el cine es una herramienta clave de denuncia sobre temas tan trascendentales como el cuidado del medio ambiente.
La lista de películas para este año todavía no está disponible, pero mantendremos los ojos abiertos para algunas de las favoritas en otros países. Entre ellas, Chasing Ice (2012), quizá uno de los documentales más importantes del año, por su enfoque en el derretimiento de los glaciares y en la necesidad de actuar para frenar el cambio climático.
TERCERA MUESTRA DE CINE MEDIO AMBIENTAL DOMINICANA
Fechas de la Muestra: 4-8 septiembre, 2013
Lugares: Santo Domingo, Santiago, Baní, Punta Cana, Puerto Plata, Sosúa y San Francisco de Macorís