Bienestar

Navidad y una silla vacía

  • 20 diciembre, 2021
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Santo Domingo.- La temporada de navidad es una época popular, repleta de tradiciones, buenos momentos, comida rica y  familia. Muchos de nosotros esperamos pacientemente esta época del año porque nos permite reconectar con familiares, abrazar  aquellos que han migrado, tomar vacaciones, entre otras cosas divertidas, pero para otros, precisamente por toda la emotividad de la época, estos son momentos muy difíciles.

Navidad, por ser una fecha conmemorativa en la que las familias suelen compartir y divertirse, es un punto crítico para los duelos y pérdidas acontecidos en el año. Esto sucede a razón de que los duelos se hacen evidentes cuando la falta es más sentida, por esto la reactivación de los duelos, incluso aquellos que pensábamos ya cerrados, sobre todo si es el primer diciembre sin aquella persona u objeto que hemos perdido.

Es normal reexperimentar emociones que se pensaban ya superadas como la tristeza, la culpa, vergüenza o incluso miedo. Esto no significa que has retrocedido o que nunca podrás reponerte, todo lo contrario, significa que estás viviendo un duelo sano y en movimiento. Una de las emociones más presentes para estas fechas es la nostalgia.

La nostalgia es una emoción hermosa, es derivada directa del amor, de la ternura y del recuerdo. Esta ayuda a fomentar y profundizar los lazos relacionales. Es la misma que nos ayuda a apreciar esos elementos especiales que conforman nuestro universo emocional. Déjala entrar, abrázala, atesora esos momentos desde la gratitud, con los que están, y por los que se han ido.



Recomendaciones para esta primera navidad sin él/ella

-Aceptar y expresar nuestras emociones,  estas están aquí para  una función específica del duelo. No intentes mutilarlas o enterrarlas bajo el consumo de alcohol, comida o gasto excesivo.

-Elimina de tu mente los pensamientos limitantes como “debería, tengo que” y no te juzgues por lo que estás sintiendo.

-Puedes crear nuevas tradiciones.

-Vive tu duelo acompañado, no tienes porque llorar o lamentarte escondido.

-Permítete ser y hacer a pesar de la perdida, evitando aislarte por la culpa de pasar un buen rato, pueden coexistir la tristeza y la risa, la nostalgia y la paz.

-Busca ayuda si lo sientes necesario.


Sobre lic. Karem González

Psicóloga clínica, egresada Magna Cum Laude de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Completó sus estudios superiores con una Maestría en Psicología de la Salud en la Universidad Antonio de Nebrija, España.

Actualmente culmina una especialidad en Terapia Familiar Sistémica en la UASD. Especialista en diversos abordajes de psicoterapia, con mayor concentración en Dependencias afectivas, Codependencia Clínica y Acompañamiento y manejo de Duelo. 

Sobre el Centro Integral Lotus: es un espacio para el bienestar integral del individuo y la familia. Brindan asistencia, evaluación y apoyo en las distintas etapas evolutivas de la persona y el núcleo familiar. A través de un equipo multidisciplinario ofrecen servicios de psicoterapia familiar, infanto- juvenil, individual y parejas. Contactos: [email protected] 

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Bienestar

Impacto familiar y psicológico por pérdidas ambiguas

  • 8 septiembre, 2021
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Santo Domingo.- Cuando hablamos de pérdidas y duelos, la mayoría de nosotros tenemos una reacción un poco torpe, no sabemos qué decir ni qué hacer. Somos una sociedad emocionalmente fóbica que se rehúsa al procesamiento de las emociones complejas, que intenta y a veces obliga a las personas a “ver las cosas por el lado bueno”, pero en ocasiones esto simplemente no es posible.

La vida a veces no es justa, no es cierta y en ocasiones no es segura. Tal es el caso para personas que atraviesan una pérdida o duelo ambiguo.

 

Pérdida ambigua

Una pérdida ambigua se define, según, Pauline Boss, como aquel estado de duelo crónico en el que la persona no puede procesar su situación de dolor por la pérdida. Ya sea que experimenta una situación de ausencia física de la que permanece una presencia psicológica o, por otro lado, de pérdida psicológica de la que se mantiene presencia física.



Es literalmente vivir con alguien que está, pero no está.  Ambigüedad: incertidumbre, ausencia, presencia en diferentes modos. Dolor en todo caso.

«Es muy importante darle espacio al doliente de lamentarse por lo que pudo haber sido y no será, o lo que pudo ser y no se sabrá».

 

Impacto

Este tipo de pérdida es la que mayor índice de ansiedad provoca porque muchas veces permanece sin ser aclarada, conclusa o procesada. Por tal razón, es el tipo de duelo con mayor propensión a convertirse en duelo crónico- patológico.

El doliente por lo general no se siente validado o entendido y puede vivir en un estado de incredulidad constante.  Ejemplos de pérdida ambigua son: personas desaparecidas, secuestros, exilio, o enfermedades como enfermedad de Alzheimer, hijos con discapacidades físicas y/o intelectuales, personas con discapacidad psiquiátrica severa, personas en estado vegetativo o coma.

La pérdida ambigua hace que nos sintamos incompetentes. Erosiona nuestra sensación de ser dueños de nuestra propia vida y de que el mundo sea un lugar justo, ordenado y manejable.

¿Qué será peor: decir adiós sin marcharse o marcharse sin decir adiós?

 

No sabemos qué hacer cuando un ser querido está ausente o presente en parte. En materia de familia, esta situación desorganiza las estructuras, tradiciones y rituales familiares, ya que es muy difícil ponerse de acuerdo cuando nadie tiene respuestas, ni noción real de lo que sucede.

En términos de rituales que acompañen la perdida, como muchas veces no existe un cuerpo, no es posible despedirse, lo que imposibilita el efecto de “cierre”, necesario para procesar e integrar las perdidas emocionales. Esto hace que la familia maneje niveles altos de desesperación y desesperanza, lo que puede traer como consecuencia un estrés crónico y distorsión cognitiva en los dolientes. 

Entre los síntomas más identificables están: dificultades para el sueño, trastornos psicosomáticos, dificultades en las relaciones interpersonales, depresión y desordenes de ansiedad.

 

Duelo ambiguo

En el duelo ambiguo, las personas viven con la vida en un gran paréntesis, es como vivir en pausa con la felicidad y estabilidad interrumpidas por tiempo indefinido.

Como todo duelo, el o los dolientes necesitan apoyo y validación de su entorno, necesitan permitirse vivir su duelo basado en la realidad del momento. Los conceptos de justicia y esperanza necesitan ser reaprendidos y no forzar al doliente a “hacer un cierre” pues esto no podrá suceder.

Ante la pregunta de «¿Cuántos hijos tienes?», a la mujer que tiene un hijo desaparecido o «¿Cómo está tu papá?», para la hija con un padre con Alzheimer, las respuestas pueden tener la libertad de incluir ambas realidades en su narrativa: “mi hijo está aquí pero no está”; “mi papá está bien en nuestros recuerdos”, validando así las dos dimensiones de la realidad en la que aprende a vivir. La realidad emocional (donde siempre están los que amamos) y la realidad material.

Es muy importante darle espacio al doliente de lamentarse por lo que pudo haber sido y no será, o lo que pudo ser y no se sabrá.

En casos en los que se observe marcado deterioro físico y/o psicológico, signos de descuido, descompensación o crisis, es necesario que los dolientes pueden recibir acompañamiento psicológico en abordaje de duelo, crisis y traumas. Es completamente posible y realista tener calidad de vida, aún en el peor de los momentos.

 


Sobre lic. Karem González

Psicóloga clínica, egresada Magna Cum Laude de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Completó sus estudios superiores con una Maestría en Psicología de la Salud en la Universidad Antonio de Nebrija, España.

Actualmente culmina una especialidad en Terapia Familiar Sistémica en la UASD. Especialista en diversos abordajes de psicoterapia, con mayor concentración en Dependencias afectivas, Codependencia Clínica y Acompañamiento y manejo de Duelo. 

Sobre el Centro Integral Lotus: es un espacio para el bienestar integral del individuo y la familia. Brindan asistencia, evaluación y apoyo en las distintas etapas evolutivas de la persona y el núcleo familiar. A través de un equipo multidisciplinario ofrecen servicios de psicoterapia familiar, infanto- juvenil, individual y parejas. Contactos: [email protected] 

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