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Por lo regular nos preocupamos por consumir vitaminas, fármacos o suplementos cuando sentimos la necesidad o el impuso de hacerlo, ejemplo de ello es la situación actual con la pandemia del COVID-19. Sin embargo, es posible tener un buen sistema inmunológico todo el tiempo.
«Un estilo de vida saludable no nos evitará de contraer un virus, pero nos prepara para enfrentarnos ante determinada situación»- Dra. Patricia Brea, médico nutrióloga y docente
Mantener una vida saludable no nos libra de contagiarnos y contraer el virus. Pero alimentarnos de forma inteligente apoya a nuestro sistema inmune en caso de tener que enfrentar alguna enfermedad.
Una alimentación variada, que contenga los nutrientes necesarios, nos ayuda a mantener a punto nuestro sistema inmune. Así nos explica la doctora Patricia Brea, médico nutriólogo y docente.
Desempeña un papel vital en el funcionamiento de nuestro organismo, por eso compartimos con ustedes una lista de alimentos que contienen los nutrientes necesarios y que podemos llevar a nuestra despensa.
Vitaminas y minerales para fortalecer tu sistema inmunológico
Vitamina A y B6: las podemos encontrar en lácteos, carnes y vegetales. La vitamina A está en vegetales de color rojizo o anaranjados y la B6 en la espinaca, brócoli y coliflor.
Ácido fólico (vitamina B9): cereales integrales o fortificados.
Vitamina B12: la encontramos de manera exclusiva en alimentos de origen animal como quesos, yogur y almejas.
Vitamina C: en los cítricos y en los vegetales de hojas verdes como el brócoli, pimientos rojos, tomates, etc. Además el buen consumo de esta favorece la producción de colágeno y de hierro.
Vitamina D: aceites, yema de huevos, lácteos, frutos secos y una fuente a la que todos tenemos acceso, la luz solar.
Cobre: ampliamente distribuido en las carnes, en especial en el hígado y en los mariscos y ciruelas.
Hierro: las carnes magras, jamón serrano, granos y espinacas, son excelentes fuentes de hierro para nuestro organismo.
Zinc: carnes, pescados, champiñones, yemas de huevos y cereales integrales.
Selenio: los champiñones junto a los vegetales de hojas verdes, son una gran fuente de selenio, nutriente que favorece de gran manera nuestro metabolismo.
Ácidos grasos poliinsaturados: nos beneficiamos de estos, al consumir pescados grasos como el Salmón, sardinas, boquerones, arenque y un alimento muy preciado como lo es el aguacate.
Aumentar el consumo de vegetales y frutas nos garantiza tener suficiente cantidad de vitaminas, minerales y fibras para fortalecer la microbiota intestinal.
Ademas, el consumo de pescados, como los ya mencionados, tienen una gran cantidad de ácidos grasos poliinsaturados con un marcado efecto antiinflamatorio, que actúa como un factor frente a los virus, señala Brea.
Así mismo, junto a un consumo adecuado de los nutrientes necesarios se le deben sumar los siguientes hábitos:
Beber agua
La Organización Mundial de la Salud (OMS) nos recomienda beber cada día entre dos y tres litros agua. Mantenernos hidratados nos ayuda a enfrentar mejor los problemas respiratorios, teniendo en cuenta que esto puede variar según la edad y circunstancias personales.
Dormir bien
El bienestar deseado se alcanza siguiendo una dieta equilibrada, haciendo ejercicio físico y, sobre todo, disfrutando de un sueño reparador, pues existe una relación estrecha entre la calidad, cantidad de sueño y el estado de salud. En el caso de que dicho sueño sea insuficiente y precario, podría tratarse de un aviso de nuestro cuerpo indicándonos que algo no funciona correctamente.
Es de vital importancia prestar atención a los cambios y alteraciones de nuestro sueño, ya que si dormimos bien nos sentiremos mejor.
Ejercitar mente y cuerpo
Está comprobado que el ejercicio mejora las habilidades cognitivas, por eso cuando incorporamos actividad física mejoramos mente y cuerpo. Según la OMS, las personas que entrenan viven un promedio de entre 10 a 14 años más que las personas sedentarias, además, tienen una mejor calidad de vida.
Si tu intención es cuidar tu salud deberías de alejarte de las comidas muy procesadas, las grandes cantidades de azúcar, sal, grasas saturadas, bebidas carbonatadas y todo lo que se considere comida no saludable; recordando que siempre hay alternativas más sanas que nos permiten seguir disfrutando, indica la Dra. Brea.
En conclusión, considerar el habito de mantener un estilo de vida saludable debe ser más que una idea, ya que cuidar nuestro metabolismo es sinónimo de cuidar nuestros propio ser.
Artículo escrito por nuestra colaboradora Cleo Lora Apolinar.
Sencillo, una buena alimentación y tendrás un sistema inmunológico, una flora intestinal estable y una piel fuerte para defenderte de esta ola de virus. Te damos varios tips para prevenir esas enfermedades virales, que cuando llegan, alteran nuestra agenda diaria.
Piel fuerte
La piel funge como barrera, por su segregación de sustancias con propiedades antibióticas que debilita las bacterias del exterior. Para mantenerla activa y atenta ante los gérmenes:
– Lávate las manos con frecuencia.
– No te pases la mano por el rostro para evitar que los gérmenes vayan a áreas sensibles como la nariz, los ojos y la boca.
– Convierte en tu merienda de temporada, las nueces y otras semillas derivadas (almendra, macadamia, avellana), pues su contenido de aceites ayudarán a tu piel a producir esas sustancias protectoras.
– Y de más está decirte, ejercitarte, para mantener tus poros limpios, y beber los litros de agua que necesita tu cuerpo.
Intestinos sanos
La flora intestinal es una ‘gran bacteria’ que también trabaja para impedir que bacterias externas e internas se desarrollen en tu organismo y lo afecten.
Alimentos para la flora
– El ajo crudo protege contra los resfriados comunes, tos e infecciones respiratorias, debido a su gran fuente de vitaminas C, B1 y B6, fósforo y hierro. Utilízalo en aderezos para tu ensalada, en el sazón de tus carnes y en galletas o casabes.
Alimentos probióticos ricos en microorganismos como el yogur, bebida por excelencia para tu flora también rica en vitamina A y D, que alivian la inflamación de las mucosas intestinales, la hinchazón abdominal, reduce la diarrea y el estreñimiento.
Alimentos prebióticos ricos en fibra que alimentan la flora intestinal para cumplir con su función de fermentar los alimentos. Encuéntralis en el plátano, el tomate, el puerro, la cebolla, así como en espárragos, galletas y lácteos.
Para tu sistema inmunológico
Las vitaminas A, C y E presente en las frutas, ayudarán a mantener tu sistema en perfectas condiciones. Puedes encontrar vitamina A en zanahorias y verduras verdes. Mientras que la C, está en los cítricos como limones, naranjas, pomelos. El rocío de limón es clave para evitar resfriados y facilita la digestión. Y finalmente la vitamina E, frecuente en frutos secos y semillas.
Las carnes en general, los huevos y las legumbres aportan hierro, que resulta vital para que nuestro sistema inmunológico tenga una respuesta oportuna ante enfermedades como la anemia, que debilita nuestras defensas y aumenta el riesgo de virus e infecciones.
Combina la alimentación con ejercicios aeróbicos (caminar, trotar, nadar, bailar, pedalear), para mantener tus sistemas fuertes ante cualquier enfermedad viral. Recuerda, que solo dándole lo mejor a tu cuerpo podrás mantenerlo fuerte.