Etiqueta: finanzas personales
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Que fácil sería la vida si nuestras emociones no se involucraran en nuestras decisiones. Si pensáramos con la “cabeza fría” y por mera lógica eligiéramos pasos que nos conduzcan hacia el camino correcto o con menores obstáculos. Desafortunadamente, la realidad es otra. Nuestras emociones se manifiestan en muchas decisiones que tomamos en el día a día, y en ocasiones, se convierten en un estímulo para generar hábitos incorrectos en la búsqueda de la satisfacción personal. Uno de estos escapes son los gastos impulsivos, los cuales a lo largo del tiempo han adquirido un sentido más emocional que racional.
Los gastos impulsivos pueden ser un gran inconveniente, cuando se convierten en un hábito recurrente y cuando lo asimilamos como una salida para relajarnos y olvidarnos de nuestros problemas.
Una de las principales justificaciones es la de un mal día en el trabajo, por tanto, “merezco compensarme con esto” o “curar mis penas en las tiendas.” En medio de este tipo de situaciones, podemos llegar a ser víctimas de los gastos impulsivos, sin percatarnos de que estas decisiones no planificadas podrían afectar seriamente nuestras finanzas y convertirse en un círculo vicioso, donde para eludir un problema por un instante, generamos pesadumbres que llevaremos a cuestas a largo plazo.
Al traspasar déficits emocionales a compras compulsivas, algunas personas suelen llenar vacíos adquiriendo bienes (escape) y esperando que éstos les proporcionen la felicidad que ansían. Sin embargo, este comportamiento conlleva a la descapitalización y endeudamiento (insolvencia), y en lugar de poner punto final a los problemas, añadimos puntos suspensivos y nos complicamos la existencia sin necesidad. Estos gastos son perjudiciales para la salud financiera, dado que los “tarjetazos” tienen una fecha de corte que de no asumirse por completo, generan intereses costosos (deterioro financiero) creando una bola de nieve que afectará indudablemente nuestra salud emocional; iniciando otra vez el círculo vicioso.
Esto no significa eliminar las compras y gastos, sino que debemos identificar si nuestros consumos satisfacen una necesidad racional.
Para evitar ser partícipes de este ciclo (comportamiento), es vital emplear alternativas tales como:
- Mantente alejado de las tiendas físicas y virtuales.
- Reemplaza tu tiempo libre en pasatiempos que no involucren gastos mayores como leer un libro, realizar una obra social, salir a correr o ver una buena película.
- Lleva un registro de todo lo que gastas y siempre pregúntate para qué necesitas ese bien que estás adquiriendo.
- Planifica por escrito tus compras y ponles fecha.
- Utiliza las tarjetas de crédito para cubrir gastos fijos esenciales y evitar compras no previstas.
- Desactiva las notificaciones de ofertas vía email.
- Evita suscribirte a los programas de fidelización de clientes de las tiendas.
- Cuando te sientas tentada, asume como un reto superar ese impulso.
Estas recomendaciones no son la cura perfecta para mejorar la salud financiera, sin embargo, evitarían en gran medida, dar vueltas infinitamente en un ciclo tóxico sin final. Por encima de lo material, prevalece la actitud y el propósito que afrontemos en estos momentos de adversidad. Actuemos con cautela, abiertos a disfrutar el trayecto de la vida con equilibrio, inteligencia emocional, salud financiera y el propósito firme de ser feliz.
Para más consejos de finanzas sigue a las artífices de este artículo: Laura Camacho y Kimberly García en @economicsdata.
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Un día la señora que trabaja en mi casa me dijo que ella ahorra RD$100 diarios. Me puse a pensar que RD$100 se pueden dar de propina a la muchacha que nos arregla en el salón o el mozo de un restaurante. Que ese monto es tan poco dinero que es fácil de ahorrar. En conclusión, ¿qué son 100 pesos?
Como dice el dicho popular: «Grano a grano la gallina se llena el buche«. Si ahorráramos RD$100 diarios, tendríamos lo siguiente: 1. En una quincena: RD$1,500. 2. En un mes: RD$3,000. 3. En un año: RD$36,500. Tal vez no tengas la disciplina de ahorrar, entonces te recomendamos que tan pronto te paguen tu quincena transfieras el monto total que vas a guardar a una cuenta de ahorros diferente a tu cuenta de nómina y te olvides que ese dinero está ahí.
En caso de que prefieras ahorrar más dinero, con tan solo RD$137 diarios obtendrías los montos que detallamos a continuación: 1. En una quincena: RD$2,055. 2. En un mes: RD$4,110. 3. En seis meses: RD$24,660 4. En un año: RD$50,005.
¿Qué son RD$200? ¿Ahorrar todos los días este monto significa nada para ti? Entonces tus resultados serían como sigue: 1. En una quincena: RD$3,000. 2. En un mes: RD$6,000. 3. En seis meses: RD$36,000 4. En un año: RD$73,000.
Todos los montos anteriores los escogimos para que te dieras cuenta que es fácil ahorrar. Escoge el monto que más te convenga, y haz tu mayor esfuerzo para cumplir con tu meta. Lo ideal es que puedas ahorrar al menos el 10% de todo el dinero que te ingresa. Desde que tengas el hábito del ahorro y si puedes guardar más dinero, aumenta tu cuota poco a poco hasta que logres recuperar el 10% de todo el dinero que has recibido durante todo el tiempo que tienes trabajando. Si la señora que trabaja en mi casa puede ahorrar ganando tan poco dinero, tu puedes. Si el mozo y la muchacha del salón se merecen RD$100 de propina, tu también te los mereces.
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Unos meses antes de casarme estábamos en casa de unos amigos de quien en ese momento era mi novio, hoy mi esposo. Estuvimos hablando sobre los planes después de la boda y durante la conversación yo di a entender que todo dependía de cómo mi esposo administrara el dinero. En ese instante Denis me dijo el que ha sido el mejor consejo cuando me casé.
Ella me hizo entender que las mujeres también tenemos que involucrarnos en las finanzas del matrimonio, que eso no se lo podemos dejar solo a nuestro esposo. Y tal vez tú pensarás mejor que el dinero lo administre nuestra pareja porque tú no sabes hacerlo tan bien como él, pero no. En mi experiencia, mi esposo es muy bueno en finanzas personales, incluso en todo el tiempo que él tiene trabajando nunca ha tenido una tarjeta de crédito porque no la ha necesitado. Sin embargo, cuando sus mejores amigos lo invitan de viaje o cuando hay que hacer un abono extraordinario al capital de la hipoteca él no siempre toma las mejores decisiones.
Es por esto que a continuación te detallo nuestras recomendaciones para iniciar unas finanzas saludables en pareja:
1. Cásate sin deudas. Antes de casarte paga todas tus deudas, incluyendo las de la ceremonia y la luna de miel. Es muy fuerte empezar un matrimonio sin poder disfrutar del dinero de ambos porque todavía deben dinero de la ceremonia y la luna de miel.
2. Conoce el salario de tu novio y todos sus beneficios económicos. Si él no te quiere dar esa información, entonces sería bueno aclarar esa situación antes de casarte, ya que si él estando enamorado de ti te oculta cosas imagínate cuando se casen.
Al total de ingresos mensuales de él y tuyos calcúlale el 10% e inmediatamente cobren, transfiere ese porcentaje a la cuenta de ahorros de ambos y olvídense que ese dinero está ahí. Puede que tu novio se resista al principio, pero ahorra de tú salario el porcentaje completo de ambos sueldos aunque él no quiera; aunque eso signifique que él tenga que asumir mayor cantidad de responsabilidad en la casa. Cuando él empiece a ver, al pasar de los meses, como va engordando su cuenta de ahorros, él va a entender la importancia y dará el 10% de su quincena sin problemas. Más detalles en ¿Qué son 100 pesos? Te mereces ahorrar.
3. El doble sueldo + bonificación, entre otros. En navidad cuando reciban su doble sueldo, bonificación, entre otros; inmediatamente tomen todo ese ingreso extraordinario y deposítenlo en su cuenta de ahorros que usan todos los meses. Con este fondo pueden sacar un certificado financiero y seguir guardando para el inicial de un apartamento, hacer un abono al capital de la hipoteca o invertir en un negocio que pueda dejar beneficios extras. Más detalles en ¿Qué vas a hacer con el doble sueldo?
Cuentas de ahorros y/o certificados financieros
Si te vas a casar sin separación de bienes, todo el dinero de ambos tampoco puede estar a nombre de tu esposo. ¿Por qué? Porque puede que en algún momento tu esposo no tenga salud y necesites retirar el dinero de las cuentas de ahorros y/o los certificados financieros para cubrir los gastos médicos y el banco no te lo va a permitir porque no están a tu nombre aunque estén casados. Así que, cuando vayan a sacar una cuenta de ahorros y/o certificado financiero deben hacerlo a nombre de los dos para que puedan tomar el dinero que necesiten si se les presenta una emergencia.
¡Gracias a mi amiga Denis por darme el mejor consejo cuando me casé. Te estaré eternamente agradecida!
Puede que las finanzas en pareja no sean una prioridad para ti, ya que entiendes que el amor es mucho más importante que el dinero. Lamento informarte que NO y lo más seguro te sorprendiste por eso. Si no me crees solo tienes que ver las estadísticas alarmantes de divorcio en República Dominicana del año 2003. Cuando las veas tal vez te preguntes y cómo tantas personas se pudieron haber divorciado en un mismo año si es muy probable que se hayan casado enamorados. Lo que todas esas parejas tuvieron en común fue la crisis económica que sufrió el país en ese año. Al ellos no manejarlo adecuadamente, el dinero terminó acabando con su matrimonio.
El éxito de tus finanzas personales dependerá de tu buen desenvolvimiento y de tu organización. Pero como la vida no es perfecta y existen momentos de fracasos, cometemos errores que ponen en peligro nuestro estado financiero. Cuando sucede esto, el mercado te ofrece una línea de crédito adicional.
Un crédito adicional (extracrédito, multicrédito o crédito diferido, nombre que varía de acuerdo a la banca personal al que estés afiliada) es una línea de crédito adicional al límite de la tarjeta de crédito que te permite salir de un apuro u oportunidad no planificada.
No es recomendable abusar de las excepciones, y te recomendamos tratar el crédito adicional como tal, sobretodo cuando tenemos esos monstruos grises, llamados deudas. Estos servicios del banco te ayudan a salir de un apuro o a comprar ese imprevisto que no estaba en tu presupuesto del año, sin necesidad de mucho ‘papeleo’ ni garante, solamente un buen historial crediticio.
Pero tienen una tasa de interés alta comparado con otros tipos de préstamos (29.95% anual), debido a que no tienen un bien tangible en caso de incumplimiento de pago de las cuotas.
Antes de pedir un préstamo de esta naturaleza, identifica si en realidad lo necesitas. Por ejemplo, para cuando el dinero no alcanza para comprar todos los útiles escolares de tus hijos, para reemplazar un electrodoméstico que no pensabas que se dañaría tan rápido y otros tipos de imprevistos.
Eso sí, estudia bien el caso. Organízate y haz un compromiso para que no te atrases, pues la principal desventaja de pedir que te extiendan el crédito es que la tasa de intereses es tres veces más alta que la de un préstamo hipotecario y el propósito es saldar tus deudas y no lo contrario, pues tampoco queremos dañar nuestro historial crediticio. Best replica watches site.
También, si recibes un ingreso extra, abónalo a tu deuda, así reduces la cantidad de veces de intereses a pagar cada vez que le remuneras al banco el dinero prestado.
¿Has pedido un crédito adicional a tu banco? Cuéntanos tu experiencia.
La economía de tu país influye mucho. Si las tasas están bajitas es buena idea hipotecar, pero si están altas, no tanto. Un dato que te puede ayudar a tomar una decisión como esta es la siguiente: de acuerdo a la Oficina Nacional de Estadísticas: el 33% de los hogares dominicanos vive alquilado, el 54% tiene vivienda propia y solo el 2.6% continúa pagándola. Esto se traduce en que puede resultar conveniente pedir un préstamo hipotecario, siempre y cuando conozcas la situación económica de tu país.
Situación económica
Si llevas un buen control de tus gastos y tienes seguridad de que vas a contar con el ingreso necesario durante cada mes, pedir un préstamo hipotecario puede ser una buena alternativa.
Ahora bien, el banco no es el único que garantiza el valor de tu vivienda, la situación económica de tu país también influye. «La economía dominicana no ayuda al pago», sin margen de error, «de una hipoteca», nos dice el economista Jorge Ulloa. «Hay precedentes de inseguridad bancaria y las tasas suelen estar sujetas a cambio, lo que puede afectar a familias como la de Karina.
Karina: Mi madre y yo nos mudamos a un apartamento hace doce años. En aquel momento, incluso para el mercado de ese tiempo, costaba menos de lo que realmente solían pedir. Como mi madre no tenía ingresos fijos, solicitó que las cuotas fueran a la mayor cantidad de años posibles.
Años después mi abuelo sufrió una trombosis y mi madre tuvo que hipotecar el apartamento (sin haberlo terminado de pagar) para poder pagar las facturas de la clínica. Para ese tiempo ella ya tenía ingresos fijos, sin embargo, cada mes llegaba una nueva sorpresa del banco: los intereses subían y subían, sin detenerse un solo mes. Ya había llegado al punto de que el pago de las cuotas mensuales era más alto que el salario de mi madre y ella tenía que buscar prestado para pagar la deuda, es decir, creaba más deudas para pagar esa, ya que si no se cumplía con el pago el resultado sería perder lo único propio que teníamos, el apartamento, aunque era y sigue siendo más del banco que nuestro.
Sin embargo, cuando tienes un empleo fijo y mejor aún, el lugar donde trabajas te ofrece beneficios como plan de vivienda, la historia es otra:
Simón tenía más de cinco años en la empresa para la cual trabajaba como contable. «Calificaba, de acuerdo a mis ingresos para el monto de la vivienda que había visto con mi esposa. Lo sometí al plan de vivienda y me aprobaron el préstamo».
Nos dice que un préstamo hipotecario «es lo más conveniente para una pareja que trabaja y quiere formar una familia, pues en vez de pasar años y años pagando alquiler, mejor pagas la tuya».
En el caso de Laura, tomar un préstamo hipotecario también fue una buena decisión, pues la pudo pagar en seis años, y fue mucho mejor que si hubiese alquilado. Ahora sí, debes estar con los pies en la tierra y lista para montarte en el ‘sube y baja’ de la economía.
Montarse en el columpio de tu país
Todo préstamo tiene restricciones, por eso es muy importante que sepas lo que estás firmando, nos dice Laura. «Cogí mi préstamo en el 2007. En el 2008 (no se vendía inmuebles), la economía varió y la tasa aumentó en un 30%. En el 2009, las tasas sí bajaron porque el gobierno tomó medidas, y ahí bajaron las tasas de intereses al precio inicial. Terminamos en el 2013. Ya nos sentimos liberados porque se acabaron los sustos y somos propietarios de nuestro apartamento.
Cuando compras un inmueble toma en cuenta los gastos legales que te cobra el banco, los impuestos y el seguro de la casa o terreno que vayas a adquirir. Por lo general, el banco te ofrecen ambos servicios, para garantizar que el inmueble esté asegurado, ya que se rigen por las regulaciones de la Superintendencia de Bancos.
El consejo de Laura: «ahorra para que puedas hacer abonos a capital», si la institución financiera te lo permite. No pienses en pagar la cuota nada más. Porque de lo contrario te pasarás 20 años con la deuda.
Piensa en que puede subir la tasa. Anota en tu presupuesto este tipo de imprevistos y no te lleves del 10 por ciento solamente. Si tienes la oportunidad de una entrada extra, aparta algo para desahogar tu deuda lo más que puedas.
Con estos consejos de Laura y las experiencias que te contamos, esperamos que estés más clara acerca de cómo conseguirás el terreno que se convertirá en tu espacio ideal.
Ahora que destinas una parte fija de tus ingresos a tu cuenta de ahorros, e invitas a tus amigos a pasar una noche en casa, el próximo paso es organizarte para reducir gastos. Muchas cosas en el hogar, deudas y suscripciones pueden ser eliminadas o rebajadas para contar cada vez con más dinero para ahorrar (y satisfacer un antojo de vez en cuando).
Reduce tu cuenta de cable: con Netflix, Hulu y otras plataformas similares, tienes acceso a catálogos inmensos de series y películas por apenas US$7.99 al mes. Por el bien de tu bolsillo, la televisión del futuro parece ser el Internet.
Compra online: comprar ropa, libros o accesorios por Internet casi siempre es más conveniente que ir de tiendas. Suscríbete a los boletines de tus tiendas favoritas para descuentos frecuentes y aprovecha las ofertas de reducción en los costos de shipping para comprar en grandes cantidades.
Prepara tu almuerzo en casa: salir a comprar comida todos los días de la semana en tu hora de almuerzo es costoso, además de muy poco saludable. Cocina tus comidas en casa la noche anterior o durante el fin de semana. Aprovecha el tiempo para optar por platos más saludables y fáciles de preparar.
Instala bombillas de LED en casa: las bombillas de LED consumen mucho menos electricidad, al tiempo que ayudan a cuidar al medio ambiente.
Reduce tu factura de teléfono: con el uso de aplicaciones gratis para mensajes de texto o conversaciones de voz o vídeo, los teléfonos inteligentes necesitan cada vez menos de la opción de hacer llamadas.
Asimismo, con las zonas con wifi gratis en todas partes, y los planes de Internet por día, casi no hace falta contar con Internet limitado. Si estás buscando donde reducir y tienes un plan ilimitado con 300 minutos al mes, ahí está tu salida.
Cómo preparar un presupuesto para que puedas ahorrar con un sueldo que siente que no te da ni para lo básico.
No es fácil ahorrar.
Si estás empezando a trabajar, todavía no sabes bien qué hacer con el dinero y terminas gastando cada quincena en salidas, cosas que en realidad no necesitas, o en ayudar en cosas de la casa que francamente parece que empezaron a hacer falta en el momento que llegaste con el cheque.
Si ya tienes varios años de tu vida inmersa en el mundo laboral, cada día aparecen nuevas necesidades que te hacen extender la mano al fondo de la cuenta que dijiste que nunca ibas a tocar.
Ahorrar para el futuro (no para comprar un carro, o una casa, o la boda, o una laptop, o un vestido de RD$15,000, para el futuro) es difícil porque no le vemos un fin definitivo. Es difícil porque en el presente nunca podrá entenderse completamente lo importante que serán algunas cosas en el futuro.
¿Cómo hacerlo entonces? ¿Cómo lograr guardar ‘esos chelitos’ y no usarlos después con la excusa de que en la próxima quincena los repones?
Como se hacen todas las cosas hoy día: con un app.
Hay una buena cantidad de aplicaciones para teléfonos móviles y tabletas que te ayuden a elaborar un presupuesto (y seguirlo) para que puedas destinar un fondo fijo para ahorrar, pagos mensuales, y verificar cuánto gastas cada mes en imprevistos, salidas y otros.
Elige la que mejor se ajuste a tu estilo de vida y deja que tu celular te ayude a vivir en el presente pensando en el futuro:
Mint
Puedes utilizarla no sólo en tu móvil, sino también en tu PC. Creando una cuenta única, podrás acceder a ella en cualquiera de tus dispositivos y revisar tus gastos por categoría e imprimir reportes mensuales que serán muy útiles para saber en qué renglones podrías gastar menos.
Personal Finance
Otra aplicación muy fácil de usar. De forma rápida, sencilla y segura podrás registrar gastos y entradas y enviarlas por mail para ver un reporte de gráficos en Excel. Proyecta cuánto gasta al año y cuánto puedes ahorrar al año.
Smart Budget Lite
Esta aplicación, aparte de tener una interfaz graciosa, te permite registrar ingresos y salidas e indicar si se repiten cada semana, mensual, o diario. Su división por colores de las categorías y su alerta para cuándo estés alcanzando cierto porciento de tu presupuesto mensual la hacen una herramienta perfecta para cuidar el bolsillo.
Éstas no son las únicas, hay muchísimas (gratis y pagadas) que pueden ser perfectas para tus necesidades de presupuesto.