Finanzas

Aplicar para un préstamo ¡y conseguirlo!

  • 17 septiembre, 2013
  • 4 MINS READ
  • COMPARTIR

Amortizacion-prestamoNo son muchos los que nunca se verán en la posición de solicitar una línea de crédito para sentar las bases de su propio negocio, o pidiendo un préstamo para comprar un nuevo apartamento. Aunque sin duda es mucho más fácil no tener que acudir un banco para manejar el dinero propio, quienes van por la vida pagando todo con grandes cantidades de efectivo en un bolso probablemente sólo son los criminales.

Así que a menos que tus planes incluyan ganar una lotería, o vivir una vida de crimen, emoción e inseguridad financiera, pedir un préstamo será una posibilidad muy real en tu futuro.

En esta época de trabajos independientes, pagos por comisión y empleos informales, los miembros de la nueva generación deberán estar pendiente de algunas cosas cuando llegue el momento:

Credibilidad: probablemente ya te lo han dicho, pero por si hace falta, lo ponemos por escrito. A la hora de pedir un préstamo personal o hipotecario, es bueno tener un buen récord de crédito. Aunque seas una persona confiable, si no hay documentos que demuestran que eres capaz de pagar cuotas a tiempo, no tienes forma de probarlo. Empieza obteniendo crédito comprando un electrodoméstico o con una tarjeta de crédito. 



Organiza tu presupuesto: hemos hablado de lo importante que es tener un presupuesto para ahorrar, evidentemente, también lo es a la hora de pedir un préstamo. Planifícate con meses de anticipación reorganizando tus ingresos actuales de acuerdo a un estimado de la cuota que pagarías.

Conoce tu crédito y hasta dónde llegas: Forbes aconseja que debes conocer tu estado de crédito hasta el momento y tu capacidad (ver tip #2). Es casi seguro que si estás en una buena posición económica, el banco al que acudas quiera aprobarte un préstamo muy por encima de tus posibilidades. Quien debe estar atento, y tener fuerza de voluntad, eres tú misma.

prestamos-bancarios.jpg

También es importante leer sobre cómo funcionan las tasas de interés y a qué está sujeta su variación (por eso hay que prestar atención en las clases de Economía de la universidad).

Y, sobre todo, no temas hacer las preguntas que hagan falta. Cuando consultes con tu banco, lleva en mente cualquier interrogante o preocupación y discútelas con tu oficial asignado. No importa si parecen ridículas o fuera de lugar, tu seguridad debe ser su prioridad.

Comentarios