La abogada Elizabeth Mena reunió la valentía para darle un giro de 360 grados a su carrera, redirigiendo su trayectoria en el mundo corporativo hacia causas de transformación que realmente la apasionan. Así, dentro de su rol como abogada —a pesar de contar con una sólida experiencia en manejo de crisis dentro del sector minero e incluso haber sido presidenta de la Asociación Dominicana de Exportadores (ADOEXPO)—, asumió el liderazgo de Clean Rivers RD como CEO y fundó su propia firma, EM Estrategia y Soluciones, enfocada en la implementación de planes estratégicos.
Además, en 2024, fue nombrada directora ejecutiva de la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA, un evento en el que un grupo de niñas dominicanas logró mostrar su talento ante una audiencia global.
De este modo, su interés por abordar temas cruciales como la contaminación, el empoderamiento femenino desde edades tempranas y la transformación organizacional a través de una nueva visión de liderazgo, la llevó a construir una carrera alineada con un propósito profundo.
En esta conversación hablamos sobre la importancia de redefinir nuestra idea de lo que significa ser líder y cómo enfocar nuestra energía en nosotras mismas como seres integrales.

RE: ¿Qué te inspiró a pasar del mundo corporativo a ser CEO de una empresa dedicada a conservación de ríos y tener tu propia empresa EM Soluciones y Estrategia?
Elizabeth Mena: Desde hace muchos años sentí la necesidad de generar un cambio que trascendiera el ámbito corporativo tradicional. Mi paso hacia la sostenibilidad y la conservación de ríos, especialmente el trabajo con Clean Rivers y el río Isabela, fue una decisión motivada por el deseo de hacer una transformación real en nuestro entorno. El río Isabela, uno de los más contaminados de la República Dominicana, representa un reto enorme, pero también una gran oportunidad para demostrar que es posible lograr cambios significativos cuando se trabaja de la mano con las comunidades y con el Estado.

Mi empresa, EM Soluciones y Estrategia, surge de esa misma convicción: la de asesorar a las empresas desde una perspectiva integral que combine sostenibilidad, desarrollo humano y mejora continua. Buscamos que las organizaciones no solo sean productivas, sino que también aporten valor social y ambiental. Trabajamos para que las empresas vean más allá de la rentabilidad económica y puedan convertirse en agentes de cambio reales.
RE: ¿Cuáles son los mayores desafíos de trabajar en una empresa dedicada a la sostenibilidad?
Elizabeth Mena: El mayor reto es que las personas comprendan el verdadero significado de la sostenibilidad. Muchas veces se piensa que sostenibilidad es sólo medio ambiente, pero abarca mucho más. Se trata de asegurar la continuidad de las empresas generando valor económico, social y ambiental de manera equilibrada. La sostenibilidad implica buenas prácticas de gobierno corporativo, una gestión eficiente de los recursos, y una relación respetuosa y colaborativa con la comunidad y los colaboradores. Uno de los grandes desafíos es lograr que los liderazgos empresariales adopten esta filosofía como parte integral del ADN de la organización. Esto debe comenzar desde el consejo directivo y permear hacia todos los niveles. Además, debemos educar para que esta visión también llegue a los hogares, porque solo cuando la sostenibilidad se vive en todos los ámbitos podemos hablar de un cambio real.
RE: ¿Cómo manejas el síndrome del impostor y la autocrítica?
Elizabeth Mena: Todas las mujeres, en algún momento de nuestra vida, nos enfrentamos al síndrome del impostor, incluso cuando no lo reconocemos abiertamente. Desde pequeñas se nos educa con una carga crítica sobre nuestro cuerpo, nuestras decisiones y nuestras capacidades. En mi caso, ha sido un proceso largo aprender a encontrar un equilibrio. Durante mucho tiempo intenté demostrar que podía hacerlo todo: ser madre, esposa, hija, profesional, amiga y líder perfecta. Pero con el tiempo y tras enfrentar situaciones que afectaron mi salud, entendí que no tenía que hacerlo sola. Aprendí a pedir ayuda, a delegar y a confiar en mi equipo. Reconocer mis limitaciones no me hace menos capaz, sino más humana. Esa ha sido una lección de crecimiento personal muy valiosa, que sigo practicando cada día.
RE: ¿Cuál consideras tu mayor logro profesional hasta ahora?
Elizabeth Mena: Aunque he ocupado cargos importantes y liderado proyectos de gran impacto, considero que mi mayor logro ha sido el haber podido acompañar y ser mentora de muchos profesionales que hoy se destacan en distintos ámbitos, tanto en el sector público como en el privado. Ver que esas personas crecen, se desarrollan y continúan el camino con valores y compromiso es para mí un legado invaluable. En el plano personal, mi logro más significativo es haber formado una familia y ver a mis hijos crecer como seres humanos empáticos y responsables. Saber que ellos llevan esos valores en su corazón es, sin duda, lo más importante para mí.

RE: ¿Cómo podemos desarrollar una mentalidad de crecimiento y adaptabilidad?
Elizabeth Mena: Creo firmemente que la resiliencia y la capacidad de cambio son lo que nos diferencia como seres humanos. Durante la pandemia lo vimos claramente: nos adaptamos, reinventamos nuestras formas de trabajar y vivir, y descubrimos fortalezas que ni sabíamos que teníamos. Para cultivar una mentalidad de crecimiento debemos aceptar los retos como oportunidades, rodearnos de personas que nos impulsen y reconocer que todos podemos aportar desde nuestras capacidades. El trabajo colaborativo es fundamental. Ningún logro importante se alcanza solo. En los últimos años, he participado en proyectos que han requerido del esfuerzo conjunto de muchas personas y, sin esa colaboración, no habría sido posible alcanzar el éxito.
Elizabeth Mena y sus hábitos detrás del éxito
RE: ¿Cómo es un día típico en tu vida profesional?
Elizabeth Mena: Un día típico empieza temprano, con gratitud y cumpliendo mi rol de madre, preparando a mi hijo para el colegio. Luego, paso a enfrentar una agenda de trabajo intensa y a menudo impredecible. Aunque tengo planes, muchas veces hay que adaptarse a imprevistos y eso exige mucha flexibilidad. Afortunadamente, cuento con un equipo comprometido que me apoya. Al final del día, trato de desconectarme para reconectar con mi familia. Llamo a mi madre, comparto tiempo con los míos, y aunque aún tengo pendiente incorporar el ejercicio físico a mi rutina diaria, es algo que me he propuesto lograr. La clave para mí es mantener el equilibrio y recordar que no todo gira en torno al trabajo.
RE: ¿Cómo equilibras tu vida personal con tus responsabilidades laborales?
Elizabeth Mena: El equilibrio lo he logrado gracias al apoyo de mi familia y a la confianza en mi equipo de trabajo. Durante mucho tiempo pensé que debía hacerlo todo por mi cuenta, pero fue mi salud la que me hizo abrir los ojos. Comprendí que delegar no es una debilidad, sino una forma inteligente de trabajar. Mis hermanas, mi madre y mis colaboradores han sido pilares fundamentales. Hoy entiendo que si me esfuerzo por ser eficiente y respetuosa con el tiempo de los demás, también merezco espacios para cuidar de mí y de mis afectos. No se puede tener éxito profesional si descuidamos lo personal, porque al final, la vida pasa y lo que realmente queda son nuestras relaciones.
RE: ¿Cuáles son las rutinas más efectivas que sigues para mantener el enfoque y la productividad?
Elizabeth Mena: Una de las más importantes ha sido la planificación, aunque también me he acostumbrado a ser flexible. Tener una agenda clara ayuda a mantener el enfoque, pero también hay que estar preparada para adaptarse. Me esfuerzo por establecer prioridades, trabajar en equipo, y mantener una comunicación efectiva. Además, he aprendido a darme pausas, a desconectarme cuando es necesario, y a buscar momentos de reflexión para recargar energías. Aún tengo metas pendientes, como incorporar el ejercicio físico de forma regular, pero reconozco que el bienestar mental y emocional es clave para ser productiva.

RE: ¿Qué hábitos personales consideras fundamentales para tu crecimiento profesional?
Elizabeth Mena: Delegar, pedir ayuda, rodearme de personas que sumen, y sobre todo, mantenerme en constante aprendizaje. La introspección ha sido vital para reconocer mis fortalezas y debilidades. Creo en la mentoría, tanto para recibirla como para ofrecerla. También valoro mucho el poder mantenerme fiel a mis principios, practicar la empatía, y cultivar relaciones significativas tanto en lo personal como en lo profesional. La autenticidad y la coherencia entre lo que digo y lo que hago son hábitos que trato de mantener siempre.
RE: ¿Qué consejo les darías a las mujeres que aspiran a emprender su propio negocio?
Elizabeth Mena: Les diría que no están solas, que es normal dudar, pero que no deben paralizarse. Emprender es un camino desafiante, que requiere valentía, asesoría adecuada y una red de apoyo emocional, familiar y profesional. Caer es parte del proceso, pero lo importante es levantarse, aprender y seguir adelante. La resiliencia es fundamental, así como la capacidad de rodearse de personas que nos impulsen. Y si en algún momento sienten que necesitan ayuda profesional para manejar el estrés o la ansiedad, que no duden en buscarla. Cuidar la salud mental es parte esencial del éxito.
RE: ¿Cuál ha sido el mejor consejo de liderazgo que has recibido y cómo lo has aplicado en tu carrera?
Elizabeth Mena: El mejor consejo que he recibido es elegir muy bien a la persona que te acompaña en la vida. Esa pareja debe impulsarte, exigirte excelencia, y ayudarte a crecer. Y uno también debe ser esa persona para el otro. El apoyo mutuo en la vida personal tiene un impacto directo en nuestra carrera profesional. Tener una pareja que crea en ti y te motive a dar lo mejor de ti es un factor determinante para el éxito. En mi caso, ese consejo marcó una gran diferencia en mi vida y lo aplico no solo en lo personal, sino también en mi forma de liderar: impulsando a otros a crecer, a dar lo mejor de sí, y a confiar en su potencial.
Te puede interesar:
Katherine Motyka: De la ciencia a la acción social en Jompéame
Carolina Contreras o Miss Rizos, la voz rizada del empoderamiento
Más allá de los certámenes, Debbie Aflalo y su apuesta por el diseño sostenible
