Etiqueta: vida real
Santo Domingo.- La industria audiovisual nos tiene ya acostumbrados a presentarnos las historias de grandes personalidades dentro del mundo de la moda. Ya lo hemos visto con las mini series de El asesinato de Gianni Versace y Halston. Ahora le ha llegado el turno a un grande de los negocios: Maurizio Gucci, a quién se le expondrá su historia familiar y amorosa en la producción de House of Gucci.
Este filme está basado en el libro de Sara Gay Forden, The House of Gucci: A Sensational Story of Murder, Madness, Glamour, and Greed. Dirigido por el director británico Oscar Ridley Scott. Ya se estrenó el trailer y lo que vimos nos deja aún más ansiosas. Conoce un poco más a fondo lo que se trae esta nueva producción.
¿De qué va la historia?
House of Gucci expone la historia de Maurizio Gucci – nieto de Guccio Gucci, fundador de la marca de moda – quien fue asesinado a balazos por ordenes de su entonces esposa, Patrizia Reggiani, en 1995.
Tendremos un acercamiento a cómo era la excéntrica vida de la alta sociedad italiana, conoceremos la manera en que se comportaban, las costumbres que tenían y el estado de la relación familiar que mantenían. Indiscutiblemente, el trailer ha puesto las expectativas bastante altas.
¿Quienes conforman el elenco?
Si se tuviera que escoger una sola palabra para describir a todo el elenco de House of Gucci sería legendario. En el papel de Maurizio Gucci veremos al reconocido actor Adam Driver, mientras que en representación de Patrizia Reggiani estará la cantante y ganadora del Oscar, Lady Gaga. Los también ganadores del premio de la academia, Jared Leto, Al Pacino y Jeremy Irons, estarán jugando los papeles de Paolo, Aldo y Jeremy Gucci, respectivamente. La actriz mexicana Salma Hayek también tendrá una participación dentro de la historia ya que interpretará a Pina Auriemma, la amiga clarividente de Patrizia Reggiani.
Imágenes durante la filmación
Gracias al trabajo de los paparazzi hemos podido calmar un poco nuestras ansias y ver en las fotos de la filmación, los vestuarios, el trabajo de los actores y todo lo que sucede en set. Aquí te dejamos algunas.
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Me encanta la tecnología, ver como podemos tener una conversación cara a cara con personas que están en otro país o continente realmente me maravilla. Mandar un mensaje de texto sin importar donde sea y que se reciba al instante es algo impresionante. Pero estos encantos y maravillas, se han convertido en trampas para algunos.
Una trampa porque muchas veces estamos más preocupados en ‘aparentar’ frente a los amigos de Facebook o a los seguidores de Twitter que en ‘ser’. Es como una dualidad vital donde lo que se proyecta no tiene nada que ver con lo que se es.
Siento que es una especie de vida paralela: la real, con sus altas y bajas, sus luces, sus sombras; y la virtual, repleta de mentiras, caretas, poses y apariencias.
Esto me habla de carencias, de una necesidad profunda de querer formar parte de algo y no saber cómo, y creer que se logrará siendo otra cosa distinta a lo que uno es. Y así se va generando un ‘personaje’ que va desvirtuando a la ‘persona’ que somos y nos escondemos porque creemos que siendo auténtica y genuinamente no tendremos espacio ni lugar.
Y así, poco a poco, junto con esta necesidad aparece la cultura del distanciamiento cercano y es aquí cuando vamos sustituyendo las llamadas por los mensajes de texto. Las felicitaciones personales por escritos en los muros y sin darnos cuenta nos estamos perdiendo y quedando presos en las ‘redes’ virtuales que nos están quitando lo personal, lo real…lo verdadero.
Por eso quiero hacer una invitación para todos, incluyéndome yo. Que seamos más presentes y reales que virtuales. Que estemos para dar un abrazo, más que ‘mandar un toque’. Que nos animemos a decir ‘te quiero’ en vivo y directo. Que le demos ‘like’ a conectarnos corazón a corazón. Que nos decidamos a ‘compartir’ más que una foto, un momento juntos. Que el ‘enlace’ sea de sincera amistad, verdadera familiaridad.
Que sigamos construyendo vínculos significativos, esos que están aunque no estemos ‘en línea’. En definitiva, animarnos a ser y tener una vida más real y menos virtual. ¿Te animas?
