Los días pasan rápido, los meses parecen volar y ni decir de los años, que parecen estar en una carrera de velocidad que nos deja sin aliento. Esta rapidez del tiempo nos envuelve en las prisas y esas prisas nos llevan a dejar de lado tantas cosas importantes. Cuando nos damos cuenta, nos consolamos diciendo: mañana. Pero ¿y si mañana pasa tan rápido que lo alcanzamos a ver cuando ya se ha convertido en ayer? ¿Y si mañana no están las cosas o personas de las que ayer dijimos que nos ocuparíamos?
Entendamos algo, no somos dueños del tiempo y a veces parece que creemos que sí. La vida sigue su curso aunque tu y yo nos sentemos a no hacer nada. La elección siempre será nuestra… o la vemos pasar o formamos parte de ella. No mañana, no después; pues no sabemos si para nosotros existirá ese futuro al cual le hemos reenviado nuestro presente. Hoy, ahora es el tiempo de ir en pos de nuestros sueños. Es aquí, es ahora, cuando debemos dar el amor que tenemos; es este el mejor tiempo para dar y darnos sin pretextos. Para ser y hacer… definitivamente hoy es el mejor momento.
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