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Viajando de época en época y transformándose en cada paso, el pañuelo es uno de los accesorios más atemporales que se siguen llevando en la actualidad y que se ha resignificado a través del tiempo. Tan simple como parece, tiene como misión elevar cualquier atuendo, por más sencillo que sea.
Recuerdo que mi abuela tenía un pañuelo morado que usaba sobre su cabello solo para dormir. Ahora, yo tengo varios de colores llamativos que también uso en el cabello para salir, como un accesorio protagonista. Esto es una muestra de que las prendas de vestir pueden transformarse y cobrar nuevos significados.
Versátil y cargado de historia, el pañuelo ha pasado de ser una señal en el inicio de combates a convertirse en un símbolo de elegancia. Los aristócratas lo adoptaron como distintivo de prestigio y, para los años 60, todo hombre que se considerara verdaderamente elegante llevaba uno en el bolsillo izquierdo de su chaqueta o pantalón. En 1937, la casa de moda Hermès diseñó su primer pañuelo, conquistando a las mujeres francesas de la alta sociedad. Lo lucían en el cuello o en la cabeza, al estilo inconfundible de la Reina Isabel II.
La generación Z se ha encargado de reinventar este accesorio, explorando cada uso posible. Ahora lo llevan como top en días soleados, como banda en la cabeza, atado con un lazo a la cartera y anudado al cuello. Incluso, este verano se impone llevarlo en la cintura, simulando la extensión de un cinturón.
Versátil y atemporal, el pañuelo sigue siendo la pieza estrella que resurge en cada verano para añadir un toque de creatividad y elegancia a cada look.
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Santo Domingo.- El pasado lunes 19 de septiembre el mundo despidió a la reina Isabel II con un funeral de Estado y una procesión militar. Los líderes mundiales y la realeza extranjera se unieron al Rey Carlos III y a la Familia Real, en la congregación en la Abadía de Westminster. Kate Middleton, la princesa de Gales, y Meghan Markle, la duquesa de Sussex, también asistieron, apoyando a sus esposos en su duelo.
Para honrar a la reina en su funeral, ambas usaron versiones negras de vestidos que habían usado para honrar a la monarca en ocasiones anteriores. Kate usó Alexander McQueen, uno de sus diseñadores favoritos. Mientras tanto, Meghan usó una versión negra del vestido con capa de Stella McCartney que usó en azul marino para el 92 cumpleaños de la reina Isabel II en 2018.
Las joyas de la corona
Kate y Meghan también rindieron un sutil homenaje a la difunta reina con su elección de accesorios. Meghan usó los hermosos aretes colgantes de perlas y diamantes que la reina le había regalado, mientras que Kate usó las piezas favoritas prestadas del propio joyero de la reina, incluida la impresionante gargantilla de perlas y los aretes colgantes de perlas y diamantes, el mismo que llevó al funeral del duque de Edimburgo, que no fue un funeral de Estado.
Ambas se regían por el estricto código de vestimenta para los funerales de Estado. Los asistentes a los funerales de esta categoría deben vestir por protocolo en color negro. Las mujeres pueden «usar vestidos o abrigos negros hasta la rodilla, sombreros negros y también pueden usar velos que les cubran la cara». El funeral tuvo tradiciones de la moda real, como los velos, que no se habían visto en las décadas posteriores al funeral de Jorge VI, con un estilo más contemporáneo.
Una de las preguntas más importantes en torno a la vestimenta en el funeral era si las mujeres mayores de la familia real, como la reina consorte Camilla, la princesa de Gales y la duquesa de Sussex, usarían velos completos para la ocasión. Estos sombreros fueron un elemento básico de los funerales reales durante décadas, y la reina Isabel, la princesa Margarita, la reina madre y la reina María los usaron en el funeral del rey Jorge VI.
Los velos fueron algo raro en el funeral de la reina Isabel, una señal de cuánto han cambiado las costumbres en el transcurso de su reinado.
El evento y sus invitados, honró la vida y el legado de la reina, quien ocupó el trono durante 70 años.
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