Etiqueta: disciplina positiva
La disciplina positiva es un tema que ha tomado mucho auge en los últimos años. Actualmente existen certificaciones, personas que difunden estrategias, padres y maestros interesados en aplicarla. No faltan los que rechazan el método alegando que es una manera de «malcriar» a los niños (¡vaya término!, más adelante explicaré qué significa realmente <<malcriar>>).
Vamos por el principio, ¿qué es la disciplina positiva?
Podríamos decir que es una metodología para educar que se sostiene en cinco principios básicos:
1. Ayuda a los niños a sentirse conectados
Existirán miles de técnicas y herramientas para criar, pero ninguna de ellas será realmente efectiva en el niño si antes no existe un vínculo con aquellas personas que lo crían. Por eso, en primer lugar, los padres deben propiciar y cuidar el vínculo afectivo entre ellos y sus hijos, es en ese espacio donde ocurre lo importante. En la disciplina positiva tenemos una premisa: “conexión antes que corrección”.
2. Es amorosa y firme a la vez
Aquí está el meollo del asunto.
A lo largo del tiempo nos hemos mantenido en dos extremos: una crianza totalmente autoritaria donde se invalida todo lo que siente y dice el niño o una permisiva donde jamás se le enseña límites para convivir con otros. OJO, límites que le ayudan a mantener buenas relaciones con el resto del mundo, no que lo mantienen reprimido todo tiempo.
La disciplina positiva es firmeza y amor a la vez, un mensaje se puede comunicar desde el cariño y el respeto al niño. Se tiene la idea equivocada de que los pequeños no merecen respeto porque “no saben nada”.
Debemos eliminar esa creencia de que para que alguien haga algo bien, primero se le debe hacer sentir mal. Crianza es paciencia, amor, respeto, EJEMPLO y constancia. Si queremos adultos autónomos, no podemos criar niños sumisos. La sumisión y la obediencia a ciega, los expone a constantes abusos.
3. Es efectiva a largo plazo
Uno de los beneficios más importantes de la disciplina positiva es que es un método efectivo a largo plazo.
Estamos acostumbrados a la crianza de premios-castigos que al final del día no dejan ninguna enseñanza valiosa, pues solo aprendemos a hacer algo para obtener una recompensa o a evitar una acción para no recibir reprimendas.
Aunque los reforzadores positivos tienen gran valor para mantener una conducta deseada, lo realmente importante es que el niño pueda obtener un aprendizaje de cada cosa enseñada dentro de su crianza.
Un aspecto importantísimo es que crecer en un ambiente de amor y respeto le permite al niño conocer lo mucho que vale y así le será más fácil reconocer el momento en que alguien quiere maltratarlo o por el contrario, desea hacerle bien. La disciplina positiva construye una sana autoestima.
4.Enseña habilidades para la vida
La disciplina positiva promueve la participación del niño, es decir, él va a tener voz dentro de su propia crianza. Esto no es lo esperado, ¿cierto?
Pensamos que deben obedecer a ciegas porque eso también hablaría de lo bien que somos criando. Esto es importante porque realmente debemos MIRAR AL NIÑO y no a nuestro deseo de sobresalir como buenos padres.
Un niño que es escuchado dentro de su núcleo familiar tendrá la capacidad de escuchar a otros a su alrededor, podrá practicar la empatía y la asertividad, aprenderá a ser demócrata y a ser firme en sus decisiones. Será una persona con capacidad para pensar en soluciones.
5. Invita a los niños a descubrir sus propias habilidades
Este punto está muy relacionado con el anterior. Cuando el niño tiene un espacio para expresarse, puede escuchar sus ideas y ponerlas en práctica si se le permite. Esto le ayudará a descubrir sus habilidades.
Para terminar, me gustaría compartirles entonces que <<malcriar>> es precisamente anular al niño, quitarle amor y respeto. Malcriar es estar ausente afectivamente. Por supuesto, educar con disciplina positiva es una decisión de adultos valientes que se atreven a marcar la diferencia.
El amor revoluciona al mundo.
Valeria Razzi
Psicóloga clínica
Terapeuta Infanto-Juvenil