Salud

Las dietas no se comparten: ¿Por qué?

Santo Domingo.- ¿Alguna vez has puesto como meta el perder peso y comer saludable? ¿Te has guiado de una dieta que no sea la tuya? Según los profesionales, el seguir una dieta que no sea la tuya es grave error. Te invito a seguir leyendo para saber por qué las dietas no deben compartirse:

¿Dieta o Régimen alimenticio?

Normalmente solemos confundir qué es una dieta. Erróneamente asociamos a la restricción de alimentos o el consumo de pequeñas cantidades o tipos de alimentos para perder peso con la dieta. Sin embargo, la dieta solo hace referencia a los elementos consumidos por una persona o un organismo en un día. Ahora bien, cuando hablamos de aquellas normas que nos dictan que podemos comer y a qué medidas con el fin de cambiar nuestro cuerpo, nos referimos a un régimen alimenticio. Estas medidas deben ser supervisadas ya que la eliminación de ciertos alimentos de nuestra dieta, pueden causar problemas a nuestra salud.

¿Por qué no se debe compartir?

La razón principal por la que las “dietas” no deben compartirse es porque una “dieta” no funciona para todos; contamos con cuerpos y estilos de vida únicos. También, puede aumentar el riesgo de desarrollar hábitos alimenticios desordenados en las personas. Llevar al extremo estas reglas de alimentación pueden fomentar pensamientos, acciones y comportamientos destructivos en uno mismo, tales como la obsesión a los alimentos. A su vez, las dietas pueden afectar la manera en que las personas se auto perciben. Seguir estrictamente una dieta y contar las calorías de los alimentos puede causar que la persona se sienta aislada, ya que “no puede comer” los mismos alimentos de los demás.

Puntos a tomar en cuenta al seguir una dieta

Elige una dieta variada que incluya alimentos de diferentes grupos: cereales, frutas, hortalizas, aceites, lácteos, carnes, pescados, huevos, azúcares… etc.
Mantén un adecuado balance.
Modera las cantidades consumidas.
Ten en cuenta tus hábitos alimentarios particulares, ya que no comemos sólo por necesidad física, sino también lo hacemos para disfrutar.