Santo Domingo.- Al planificar una boda, hay mucho en qué pensar y, por muy entusiasmada que estés por casarte, es fácil sentirse abrumada. Desde elegir el lugar perfecto hasta encontrar el vestido adecuado, hay innumerables decisiones que tomar. Desde alejarse un poco hasta crear listas detalladas de tareas pendientes, estos fantásticos consejos te ayudarán a mantenerte a flote en el loco mundo de la planificación de bodas.
Establece valores para el día de tu boda y mantenlos.
¿Quieres que tu boda sea una fiesta gigante? ¿Quieres que sea una celebración íntima de tu amor con amigos y familiares? ¿O quieres que sea algo completamente distinto? Siéntate con tu prometido y haz una lista de cómo quieres que sea ese día. Necesitas una estrella del norte en la planificación de bodas o muy rápidamente terminarás con una boda que no es realmente lo que deseas y no sabrás por qué.
Determina qué es lo más importante.
Antes de sumergirte en la toma de decisiones, siéntate con tu pareja y escriban algunas cosas que sean importantes para ambos en lo que respecta a su boda. Quizás sea el vestido, la comida o tener un cuarteto de cuerda tocando en tu recepción. Concéntrate en las cosas que te traerán alegría en lugar de en las que crees que “deberías” tener.
Crea un presupuesto detallado.
Elaborar un presupuesto detallado es esencial. Si surge ansiedad en torno a la cantidad de dinero que gastas, tómate el tiempo para aclarar tu presupuesto. Crea un presupuesto de boda detallado y luego ve un paso más allá dividiendo ese dinero en diferentes categorías. Crear una hoja de cálculo de presupuesto te ayudará a realizar un seguimiento de tus gastos a medida que avanzas y te permitirá ver si hay margen de maniobra o áreas que debas reducir.
Convierte las sesiones de planificación de bodas en citas nocturnas.
A veces, planificar una boda puede resultar abrumador. ¡Hay mucho en qué pensar! Pero no tiene por qué ser estresante. Puede ser algo divertido que puedan disfrutar activamente juntos como pareja. Preparen una buena cena y abran una botella de vino antes de ponerse en modo de planificación.
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