Santo Domingo.- Los seres humanos somos criaturas sociales. Nosotras anhelamos comunidad y amistad. Las amistades sanas surgen del afecto mutuo y forman el tejido social de nuestras vidas; los buenos amigos se consideran especiales e insustituibles. Sigue leyendo para aprender cómo cultivar esas amistades saludables.
Sé una buena oyente
Las personas más interesantes que conocemos son a menudo aquellas que hacen preguntas y escuchan. Animan a otros a hablar y luego escuchan. La buena comunicación es la clave de todas las relaciones. Un amigo debe ser alguien que enriquezca la vida de los demás, para tener ese amigo, debes primero ser ese amigo.
Sé genuina
Ser genuina en la amistad es tener intenciones puras para la otra persona. Hay muchas mujeres que, por un sentido de obligación, se aferran a amistades que son “estériles”, donde obtienen poco a cambio de sus esfuerzos. No finjas que una persona te cae bien cuando en realidad no es así.
No seas chismosa
Intrínsecamente no confiamos en las personas que chismean. La gente a menudo usa los chismes como una estrategia para fomentar la conexión, pero esto a menudo tiene la reacción opuesta. Haz de tu amiga una prioridad en tu vida, eso significa que no hablarás de ella ni de su vida personal con otros. Cuando estés decepcionada con los demás, perdona rápidamente y asume lo mejor cuando sea posible, no empieces inmediatamente a hablar mal de ellos.
Mantente presente
Los amigos están ahí para sus amigos sin importar qué. Incluso con horarios agitados, pueden reunirse para hacer ejercicio o reunirse para tomar una taza de café. Permite que las comunicaciones digitales frecuentes sean el pegamento que mantiene unida tu amistad, pero no la base.
Y el mejor consejo que te podemos dar desde la redacción de Revestida es: sé la amiga que quieras tener.
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