¿Para cuándo el hermanito? ¿Para cuándo el otro hijo? son frases más normales de lo que piensas, de hecho, si somos 100% sinceras podríamos afirmar que nuestra sociedad es muy exigente con lo que desean para y con nosotros, es como si nos tuvieran un plan desde el día que nacemos y si querremos algo diferente, no es tomado de la mejor manera.
Esta pregunta, acompañada de muchas como ¿Para cuándo el novio? ¿Para cuándo la boda? ¿Para cuándo los hijos? ¿Y la hermanita? Nos hacen sentir que no cumplimos con las expectativas de nuestros seres queridos y, sumamente impotente, es como si sus exigencias nunca acaban.
Pero ¿qué pasa cuándo te das cuenta de que tu felicidad no es negociable? Cuando entiendes lo que realmente quieres y no quieres, comunicarlo es uno de los pasos más difíciles. Para poder ayudarte en este caso tan complejo decidimos preguntarle algunos consejos a la Dra. Bianca Melo, Psicóloga Clínica, Terapeuta Perinatal y Directora fundadora del Centro de Intervención Psicóloga y Salud Mental, Resilencia.
«Primero que todo te felicito por la honestidad que tienes contigo, aceptar y decidir en base a tus propósitos, preferencias y alineada al sistema de vida que prefieres experimentar es admirable.» dice la doctora Bello.
La realidad es que muchas personas se dejan llevar por preceptos sociales y terminan viviendo vidas con las cuales no se sienten identificadas. La doctora asegura que si solo quieres tener un solo hijo es algo que no requiere ni necesita explicación y mucho menos justificación, es una decisión que puedes tomar desde lo individual y merece ser respetada.
Si de todas formas quieres compartir los ideales que respaldan esta decisión puedes hacerlo desde un lugar de seguridad entendiendo que no todos van a estar de acuerdo, que algunos tendrán opiniones y alguna de ellas van a diferir de las tuyas y no por eso son verdad absoluta. Recuerda: Tu eres la protagonista de tu vida y tienes todo el derecho de decidir los senderos por los que transitas.
¿Cómo lo comunico?
La doctora Melo aconseja que si alguien te pregunta sobre la cantidad de hijos que quieres tener puedes utilizar frases del tipo: hemos decidido tener un solo hijo (nos sentimos más cómodos, para nosotros es suficiente, me gustaría ofrecerle mejor calidad de vida, solo tenemos el tiempo para uno….)
En cambio, si alguien difiere o cuestiona tu decisión: puedo entender que pienses diferente a mi /o a nosotros y aún así es la decisión que he/hemos tomado.
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