Etiqueta: felicidad
En esta temporada, los árboles vuelven a florecer, tu estilo de vestir se renueva y también es momento de hacer cambios en tu interior y en tu exterior.
Despídete de las cosas negativas y dale la bienvenida a una nueva mujer.
La salud física, el bienestar mental y la paz interior son tres herramientas esenciales para ser una persona sana, pero sobre todo una feliz. Nos dimos a la tarea de buscar los tips más adecuados para que logres la diferencia sin mucho trabajo.
- Busca inspiración: existen muchísimas cosas que te pueden ayudar a levantarte todos los días hacia una vida mucho más activa y saludable. Piensa qué quieres lograr y empieza a trabajar en esto. Realiza ejercicios diariamente, inscríbete en el gimnasio, si esta opción no te gusta y eres amante de las series por qué no hacer cardio mientras miras un nuevo capítulo, o simplemente sal a caminar con tus amigas y así aprovechan para ponerse al día.
- Aprende cosas nuevas: busca un equilibrio en tu vida, realiza algún pasatiempo, algo que te haga feliz. ¿Qué tal un curso de baile?, ¿algún deporte?, ¿un nuevo idioma?, ¡lo que quieras!, solo asegúrate de que realmente amas realizar la actividad que elijas.
- Administra tu tiempo: ¿No te alcanzan las horas del día? Escribe en una libreta todo lo que tienes que hacer y en otra lo que te gustaría realizar. Enumera las actividades por prioridad y define una hora para llevarlas a cabo. Esto te ayudará a mezclar lo que deseas con lo que debes cumplir.
- Come saludable: No se trata de estar en una dieta eterna y de sacrificar tus comidas favoritas, se trata de cambiar ingredientes y de añadir alimentos que te aporten nutrientes saludables a tu organismo. Por ejemplo ¿Eres amante de los helados con toppings? En lugar de esto sírvete un vaso de yogur con frutas, nueces y agrégale miel, aportará la misma sensación de ese helado que tanto deseabas.
- Vive aquí y ahora: Aunque parezca súper fácil, pensar en el presente es difícil, constantemente vivimos recordando o pensando en qué será de nosotros en cinco años. Intenta enfocarte en el ahora y disfruta el momento.
Recuerda que sólo tú tienes el poder de mejorar tu vida y estás en el momento más adecuado para lograrlo.
¡Buena suerte!
Síguenos en @Revestidamag.
Muchas veces nos dejamos atrapar por todo el nudo que se nos arma en la cabeza con decisiones simples como ¿Qué comer? Hasta si casarte o no. Esto implica el conocimiento, el manejo de emociones. Por eso es que diferentes psicólogos coinciden en que la importancia de la inteligencia emocional radica en permitirnos expresar las emociones de forma sana y satisfactoria.
Cuando somos capaces de motivarnos nosotras mismas, de proponernos superar frustraciones o obstáculos que se nos presentan a diario, de poder autocontrolar nuestros estados de ánimo sin dejar que nadie pueda romper nuestra armonía interna, podemos decir que estamos logrando desarrollar nuestra inteligencia emocional.
¿Cuántas veces te has despertado con una sonrisa y hasta con tu música favorita a todo volumen y desde que llegas al trabajo todo se viene abajo por el ambiente o algún comentario de tu jefe? En este momento es que entra el desarrollo de nuestra capacidad para poder manejar la situación sin permitir que esto afecte nuestro estado de ánimo ni interfiera con nuestras facultades racionales.
Muchas veces el grado de dominio propio que alcance una mujer sobre estas habilidades, de poder apreciar y manejar sus pensamientos con sus emociones resulta totalmente decisivo para determinar las razones por las cuales ciertos individuos prosperan en la vida mientras que otros, se aferran a mortificarse y torturar su propia mente.
A todo esto el psicólogo Daniel Goleman brinda técnicas para tener una inteligencia emocional adecuada:
- Autocontrol. Es bueno que cada persona se conozca, analice sus propias emociones y cómo les afectan.
- Automotivación. Aprender a regularizar las emociones positivas. Es significativo que le brindemos importancia a las metas, proyectos, situaciones a mejorar que creen una motivación y nunca obstáculos.
- Empatía. Practiquemos el dicho: “Ponte en los zapatos del otro”. Evitemos el rechazo y las diferencias.
Recuerda que el proceso se irá cultivando con la madurez y la ejercitación de conocerte primero y luego entender cuáles son tus debilidades y fortalezas, para que luego puedas apoderarte de tu mente y posteriormente de tus emociones que expresaran tu seguridad emocional.