Mujer 2.0

Buenos modales en la mesa

  • 27 octubre, 2015
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Pretty Woman

A veces cuando salimos a cenar, almorzar y/o asistimos a un desayuno/brunch nos surgen dudas de cómo deberíamos desenvolvernos mientras compartimos con los demás. En la mesa, como en muchos otros lugares, hay que guardar unas mínimas normas de comportamiento. Deben seguirse unas reglas o pautas para poder compartir la velada con los otros compañeros sin molestar o incomodar. Por esta razón, aquí te dejamos algunos puntos a tener en cuenta para que todos la pasen bien.

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Reglas básicas de comportamiento en la mesa:



– Deje que se sienten primero las señoras. Si tiene a una señora su lado, ayúdele a sentarse retirando la silla para facilitar su «entrada» a la mesa, y luego le acerca con cuidado.

– Usted debe sentarse en el lugar que le hayan indicado y en el momento oportuno (generalmente, después de que todas las señoras ya se han sentado, si es hombre).

– Hay que sentarse con una postura recta, respecto del respaldo de la silla, sin una rigidez excesiva que no nos permita movernos con cierta soltura.

– Los codos no se ponen en la mesa; solo se permite apoyar los antebrazos. Si apoya los codos, puede hacerlo siempre que no haya comida en los platos o tenga algún cubierto en la mano.

– No se cruza el brazo por delante de un comensal para alcanzar la sal, una salsera o cualquier otro elemento. Se debe pedir que nos lo acerquen.

– No se habla ni se bebe con la boca llena.

– No se habla o gesticula con los cubiertos en la mano.

– La comida pinchada o depositada en un cubierto se come, no se deja en él mientras hablamos, escuchamos o miramos.

– Hay que adaptarse al ritmo de la comida y no comer de forma acelerada o ansiosa, o muy despacio.

– Se mastica sin abrir la boca y sin hacer ningún tipo de ruido. Lo mismo a la hora de beber. No sorber haciendo ruido.

– No se pasa comida entre platos, o se pincha en el plato de otro comensal.

– Pida siempre las cosas «por favor». Recuerde dar las gracias cuando le acercan la salsera o le hacen cualquier otro tipo de favor.

– Las alabanzas a la comida, el vino o cualquier otro tema deben ser moderadas. Nada de exageraciones que comprometan a los anfitriones.

– No puede abandonar la mesa salvo por razones de primera necesidad. Si lo hace, pida las excusas pertinentes.

– Nada de móviles, o cualquier otro sistema electrónico de avisos y/o mensajes sobre la mesa. Tampoco debería tenerse encendido aunque fuera en el bolsillo.

– La servilleta siempre en el regazo. Nunca en la mano o atada al cuello en plan babero.

– Si no desea que le sirvan más cantidad de un plato o bebida, no se pone la mano sobre el plato o la copa. Se indica de forma verbal que no desea más.

– En la mesa prohibida retocarse el maquillaje, rascarse, hurgarse la nariz y cualquier otro gesto poco ortodoxo.

– Hablar con un tono moderado y evitar las voces. No se habla de extremo a extremo de la mesa, con otro invitado, levantando la voz. Debe esperar a la tertulia posterior. Hable solo con los más cercanos a usted.

– En caso de duda, es correcto preguntar, o bien observar el comportamiento de otros comensales.

Come como si estuvieras delante de un rey, para que cuando estés delante del rey, comas como en tu casa.

Conmigo

¿Soy egoísta?

  • 10 enero, 2014
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egoísta1

Si sientes que tu mundo solamente gira en torno a tus necesidades y debido a esto, no te interesas en el bienestar de los demás, puede que estés siendo egoísta. Tranquila, si te das cuenta a tiempo puedes minimizar este comportamiento excesivo.

La psicóloga Indhira de la Cruz nos menciona los principios de una persona egoísta para que identifiquemos a tiempo esas actitudes que pueden poner en peligro nuestras relaciones personales.

PrincipiosDeUnEgoista



«Cuando somos egoístas estamos muy centrados en nosotros mismos», lo que hace que seamos personas egocéntricas. Las relaciones sanas y funcionales no están dentro de nuestro círculo y quienes sí están dentro de él, están ahí por algún «interés personal».  Para evitar estar de este lado de la vida, solo debemos conocer los límites de esa línea fina entre egoísmo y querernos a nosotras mismas.

Porque, «ser un poco egoísta es sano» y más en una sociedad en la que debemos defendernos para poder salir a flote. Es necesario  cuidar de ti, de tu salud, de tus valores y de tus objetivos, pero nunca hacerlo por encima de los demás, a sabiendas de que puedes causar un daño ajeno. «Lo ideal sería encontrar un balance entre nuestras necesidades y la de los demás», apunta Indhira. 

Si eres una persona que aboga por que en tu comunidad haya paz, justicia y alegría, estás siendo altruista, lo contrario a egoísta. Si te identificas con los principios mencionados, vuelve a ese lugar donde te gustaba compartir con los demás y desaprende este comportamiento, que pudo haber tenido origen en el modo de crianza que recibiste. Si deseas cambiar, lo lograrás, el primer paso está en reconocerlo y trabajar para cambiar esa imagen.