Todas alguna vez hemos escuchado el dicho “el desayuno es la comida más importante del día”. Pero ¿es realmente cierto esto? Y si es así, ¿realmente es positivo saltarse el desayuno? Sigue leyendo para descubrirlo.
Primero lo primero: los datos
En nuestro país, la prevalencia del sobrepeso y la obesidad ha alcanzado niveles alarmantes. Aproximadamente el 70.1% de la población adulta tiene sobrepeso u obesidad. Desglosando estas cifras, se encuentra que el 36.5% de los adultos está en sobrepeso y el 33.6% en obesidad.
Ahora bien, la relación del desayuno con esta manifestación va a depender del estilo de vida de la persona:
Un estudio de Harvard señala que las personas que eligen saltarse el desayuno tienden a tener sobrepeso u obesidad con mucha más frecuencia que quienes desayunan. Sin embargo, estos estudios han sido criticados debido a la posibilidad de que un factor distinto al hábito del desayuno pueda ser responsable de las tasas más altas de obesidad entre quienes no desayunan, como, por ejemplo, no realizar actividad física.
Para apoyar esta preocupación de los científicos y la población estudiada, un estudio reciente encontró que las personas que desayunan son más conscientes de su salud y hacen ejercicio con mayor regularidad. Si bien uno de los estudios más grandes hasta la fecha relacionado al tema (relación desayuno-peso), otro estudio del 2013 encontró que los adultos que se saltaban el desayuno en realidad consumían menos calorías al final del día.
Visto ese último escenario, si lo analizamos, esto solo puede funcionar si desayunamos alimentos de calidad. Es bien sabido que en República Dominicana solemos consumir alimentos procesados y una mayor cantidad de carbohidratos en el desayuno, cuando un plato balanceado debe tener mayor cantidad de proteínas y vegetales.
Por lo que un desayuno de calidad puede contribuir a perder peso, pero un desayuno alto en sodio, carbohidratos y grasas, no. Expliquemos esto un poco más a fondo.
Desayuno y el metabolismo, ¿un mito?
Algunas personas afirman que desayunar «activa» el metabolismo, pero esto es un mito. Lo que importa para el metabolismo es la cantidad total de alimentos consumidos a lo largo del día. No importa a qué hora o con qué frecuencia comas.
El hecho de que comas o te saltes el desayuno no tiene ningún efecto sobre la cantidad de calorías que quemas a lo largo del día, pues esto va a depender de tu actividad física y de la calidad y cantidad de tus comidas.
Estudios de mayor calidad como los anteriormente mencionados demuestran que no hay diferencia si las personas comen o se saltan el desayuno. Saltarse el desayuno hace que comas más en el almuerzo, pero no lo suficiente como para compensar el desayuno que te saltaste.
En conclusión: ¿realmente es positivo saltarse el desayuno?
Visto, lo anterior, en general, no importa si comes o te saltas el desayuno, siempre y cuando comas alimentos saludables durante el resto del día. El desayuno no «impulsa» tu metabolismo y omitirlo no te hace comer en exceso ni aumentar de peso automáticamente.
Al final del día, el desayuno es opcional y todo se reduce a las preferencias personales y también las consecuencias que pueda tener esto en tu día, por ejemplo, algunas personas sufren de mareos y/o bajones de azúcar al no desayunar.
Otros, pueden hasta hacer ejercicio sin desayunar, pues hacerlo previamente les ocasiona náuseas. Todo va a depender de tus preferencias. Si tienes hambre por la mañana y te gusta desayunar, anímate y toma un desayuno saludable. Lo mejor es un desayuno rico en proteínas.
Sin embargo, si no tienes hambre por la mañana y no sientes que necesitas desayunar, no lo comas. Es tan simple como eso.
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