Santo Domingo.- Casi todas tus amigas están comprometidas, casadas o inclusive con hijos; en las reuniones familiares eres el tema de conversación porque estas en los “ta” y no tienes pareja, las preguntas de tus relacionados giran en torno a tus planes a futuro y te cuestionan si te quedarás soltera de por vida; no te preocupes, aquí te explicamos: ¿Cómo lidiar con esta presión social una vez arribas a los 30 años de edad?
El terapeuta sexual y de parejas, Jean Carlos Santos, explica que el impacto emocional será en mayor o menor medida dependiendo de los objetivos de vida de la dama en cuestión. En este sentido, si la mujer desea formar una relación con miras a construir una familia, puede verse más afectada por las presiones de su entorno, en cambio, si su proyección va orientada a su continua preparación profesional, viajes u ocio, estos comentarios podrían tener poca importancia.
“En este segundo caso, si bien la presión puede ser molesta, es probable que no genere un malestar emocional significativo, claro, al menos que no haya una situación de por medio problemas de autoestima u otros problemas a nivel general”, pondera el especialista.
Santos sostiene, que quienes se han visualizado en una relación amorosa, y por alguna razón no la tienen, “es probable que la presión sea más fuerte, pues se activa un sentimiento de frustración y ansiedad ante la imposibilidad de conseguir ese objetivo”.
De igual forma, el co-fundador de Psicología 101, señala que en el referido escenario también se podría desatar una depresión, al sentir que algo no anda bien consigo mismo, bajo la premisa: “Si todo el mundo entiende que yo tengo que tener una familia y la mayoría alcanza esto, y yo no lo estoy haciendo, algo mal está en mi”.
Estrategias
De acuerdo al psicólogo, quien labora en el Centro Integral Lotus, para hacer frente a la referida presión social, lo primordial es que la dama evalúe sus objetivos de vida y analice lo siguiente: ¿Qué yo necesito?, ¿Qué espero?”, a fin de que pueda definir lo que verdaderamente desea.
Santos, recomienda además, establecer límites, dejando en claro a familiares y amigos que cuestionar tu vida personal no es de tu agrado, o que te resulta incómodo.
“Se debe aprender a decir que no, e identificar cuando esos comentarios se están volviendo dañinos o te están haciendo sentir incómoda”, resalta.
El especialista sugiere aplicar la aceptación y autocompasión, y ser conscientes de los aspectos de su vida que como mujer puede cambiar, y los que no. “Llegar a ese punto de humildad en el que hay cosas que simplemente no son como esperamos…la aceptación de que esta es la realidad de vida que me ha tocado vivir”, puntualiza.
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