Santo Domingo.- El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, en honor a todas aquellas que a través de la historia han dedicado sus vidas a mejorar el mundo para todas las mujeres. Hoy en día esa labor sigue y por eso queremos resaltar a algunas mujeres que siguen rompiendo barreras actualmente.
La nueva generación política
Nicole Pichardo es una joven que se ha dedicado a luchar por su país y comunidad al involucrarse en la política. Integrante del partido Opción Democrática, su pasión yace en ayudar a los demás. Licenciada en Negocios Internacionales. Es especialista en temas de Género y comunicación política. Ella dice que se siente exitosa cuando siente que está contribuyendo a algo en lugar de solo beneficiarse a ella misma.
Siente que el éxito está muy arraigado en el sentido de la sociedad y el sentido de pertenencia, por lo que, si siente que está contribuyendo a algo de esta manera, si siente que algo la trasciende, para ella esa es la definición del éxito. “Yo busco algo que no solo me va a beneficiar a mí, sino a un colectivo.” nos explica Nicole.
Describe su liderazgo como un liderazgo compasivo, un liderazgo empático. Entiende que los individuos son diferentes, que tienen lados diferentes y, a veces, esos lados se interponen en el camino. Los individuos no son seres homogéneos, sino complejos, y esto conlleva complejidad en la colaboración. “Cuando me ha tocado liderar equipos siempre tengo eso pendiente, de que uno nunca sabe porque cosas esa persona está pasando y hay que tenernos paciencia.”
Trabajar en la campaña de licencia por paternidad la enorgullece mucho, ya que confirmó lo que estaba pensando cuando escribió los mensajes, y en cuanto a la táctica de difundir el proyecto de ley, que es que hay varios hombres dominicanos que se preocupan por y quieren cuidar a sus familias, y que no hay nada mejor para la familia que los papeles de la casa se distribuyan de tal manera que a nadie lleve una carga demasiado grande. Otra cosa que realmente disfruta de su trabajo es trabajar en campañas feministas.
“Yo creo que es muy importante y que hay mucho poder en construir mensajes de comunicación política, muchas veces las personas están a un mensaje de distancia, a una conversación de distancia, a un post de Instagram de distancia.”
Existe una gran oportunidad para que las mujeres en la política brinden un liderazgo que tenga en cuenta las complejidades de las personas. No solo se está hablando de un trabajo digno, sino también de ingresos y oportunidades para un mejor hogar. “No solo se trata de tener guarderías y estancias infantiles dónde cuiden a nuestros hijos sino también trabajos que dignifiquen a aquellas mujeres que cuidan.” ella afirma.
Nicole confiesa que siente una gran responsabilidad como mujer en la política. Una vez se es mujer política y feminista, compartirás espacio con personas que han hecho campaña y toda su historia política se ha basado en ignorar y socavar la identidad de las mujeres, sus derechos y sus luchas, por lo que a menudo compartes espacio con personas que no entienden los temas de los que está hablando, o se niegan a entenderlos.
“Ser una mujer feminista política es una responsabilidad especial porque a las mujeres que abogamos por los derechos de las mujeres se nos exige saberlo todo y manejarlo todo. No podemos darnos el lujo de equivocarnos en nada porque hay muchas personas que se han beneficiado históricamente por ignorar a las mujeres, sus luchas, sus problemas y las cosas que le quitan el sueño.” confesó Nicole.
El sabor dominicano gana estrellas
La chef María Marte desarrolló su amor por la cocina desde muy joven, jugando a la cocinita en una cocina real. Luego de formarse como chef pastelera ella decide viajar a España con el propósito de ejercer su profesión en el país que ella consideraba como “la cuna de la gastronomía”.
Fue allí donde ella encontró el éxito. “El éxito para mí es saborear el esfuerzo de haberlo hecho bien.” nos cuenta la chef. Y así fue. El restaurante El Club Allard en Madrid logró mantener dos estrellas Michelin con Marte como chef, ella es la única chef en la ciudad con esos reconocimientos. Cuando la chef llegó a Madrid en el 2003 inició en El Club Allard limpiando el restaurante, al mismo tiempo que trabajaba en otros establecimientos limpiando.
“Trabajar con pasión es mi estilo a la hora de liderar, un equipo se forma dando lo mejor de una como profesional, trabajando igual o incluso más qué el equipo.” nos explica la chef. Además de que logró mantener 2 estrellas Michelin, uno de los logros que destaca es el desafío de regresar a su territorio y comenzar aquí un nuevo camino. Explica que su escuela es su proyecto de vida y a la vez su propio restaurante.
Pero llegar a donde está no ha sido fácil. No solo tuvo que llegar a España como una inmigrante, sino que tuvo que destacarse siendo una mujer en un campo de hombres. Lo más difícil que puede enfrentar una mujer líder es ganarse el respeto de todo un equipo, en su caso fue difícil pero no imposible.
Las mujeres pueden tener muchas oportunidades en el ámbito gastronómico, pero María Marte admite que no es fácil para nosotras en la cocina, aun así, en cuanto a salir y dar la cara al público es mucho más fácil según su criterio y experiencia, nos cuenta.
De vuelta al campo
Altair Rodriguez decidió dejar su vida en la ciudad y su trabajo de oficina para mudarse a La Vega y dedicarse a lo que le apasiona, el medio ambiente y la agricultura. Allí fundó Finca Tierra Negra, una finca agroforestal y agroecológica que apuesta por la regeneración ecológica y social. Tiempo después funda Tierra Urbana, una empresa que ofrece soluciones para el manejo de residuos orgánicos a nivel urbano, en hogares, instituciones, centros educativos y negocios.
“Necesitamos más mujeres en la agricultura porque las mujeres solemos tener más conciencia ambiental. Tenemos un vínculo más fuerte con la tierra, con lo que nutre y alimenta. Tenemos un vínculo histórico con las plantas, sobre todo las plantas medicinales que las mujeres por tantas generaciones han utilizado para cuidar, para sanar.” nos explica Altair.
Además, argumenta que el modelo actual de agricultura industrial fue desarrollado por hombres que desafortunadamente ven la naturaleza de una manera mecanicista y no entienden los efectos de todas las prácticas agrícolas ordinarias en la tierra. El arado remueve suelos y los compacta, el uso de semillas híbridas también está asociado con una serie de desventajas ambientales. El uso de herbicidas, insecticidas, fungicidas, todo lo que sirve para destruir, también tiene un efecto perjudicial no solo sobre la tierra y sobre los trabajadores y agricultores que usan estos productos, sino también sobre quienes consumen estos alimentos.
También dice que la agricultura contribuye bastante a la deforestación. Ahora se cree que más del 50% de la deforestación es un producto directo de la agricultura. “Hace falta que más mujeres nos involucremos porque las mujeres somos más capaces de aplicar el modelo agroecológico, de promover y hacer práctica de la agroecología. Eso es lo que hacemos en Finca Tierra Negra.”
A Altair le resulta difícil hablar de logros, pero admite que su mayor logro es que escuchó su intuición. Habiendo decidido dejar atrás el bienestar de la gran ciudad, la estabilidad de un ingreso fijo, la tranquilidad de trabajar en una computadora. “Haber tenido la intuición y la fuerza para lanzarme a lo desconocido, siguiendo lo que yo descubrí como mi pasión, que es vivir en armonía con la naturaleza.” ella afirma. Para ello tuvo que dejar de lado su vida profesional y aprender desde cero a producir alimentos y vivir en armonía con la naturaleza, eso califica como su mayor logro.
Ella lucha constantemente con el concepto de éxito, ya que la sociedad siempre ve el éxito como algo externo, una meta que debe alcanzarse para ser algo en la vida. “Si estamos haciendo algo que hace sentido, que nos da felicidad, que nutre a quienes están a nuestro alrededor, que tiene un impacto positivo en los demás, eso es el éxito.” confiesa Altair.
Ella define el éxito como vivir en armonía con quienes somos, amar nuestro entorno y a las personas que queremos, y vivir en paz. Altair cree que la sociedad moderna ha construido una noción de éxito que lamentablemente nos impide ser felices y nos mantiene en una búsqueda constante de una meta inalcanzable que permite que los demás nos reconozcan, pero no debería ser así. Ella construye su propio éxito, siguiendo su pasión y aportando su granito de arena al mundo.
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