Profesión

Formas de lidiar con un mal jefe

  • 8 noviembre, 2023
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Santo Domingo.- Un gerente o supervisor eficaz puede ayudarte a sentirte apoyada, comunicarte actualizaciones importantes y facilitarte la vida laboral. Desafortunadamente, no todos los jefes son grandes líderes para sus empleados. Sigue leyendo para aprender cómo lidiar con un mal jefe.

Analiza la situación

Algunos gerentes que parecen ser malos en su trabajo podrían estar experimentando elementos fuera de su control. Es posible que tengan sus propias frustraciones basadas en las restricciones o requisitos de sus propios gerentes. Las circunstancias externas, como los problemas personales, también pueden afectar el comportamiento y las actitudes en el trabajo.

Identifica la motivación de tu jefe

Comprender por qué tu jefe hace o se preocupa por ciertas cosas puede darte una idea de su estilo de gestión. Tal vez no sea que a él realmente le importe cuánto dura la pausa para el almuerzo; en realidad le importa cómo lo ven los demás empleados y sus superiores.

Considera tu papel

Las personas que luchan por trabajar bien con sus jefes casi siempre son parte del problema: su comportamiento de alguna manera les impide ser reconocidos y valorados. Al reconocer que podrías estar haciendo algo mal, descubrir qué es y adaptarte en consecuencia, es posible que puedas salvar la relación.



Establece límites

Si tu jefe carece de límites, considera establecer el tuyo. Comunica tus límites claramente a tus compañeros de trabajo y explícales lo que estás dispuesta y lo que no estás dispuesta a hacer. Por ejemplo, es posible que tengas que explicar que no estás disponible después del horario laboral y desactivar tu correo electrónico o las notificaciones laborales.

No dejes que afecte tu trabajo

No importa cuán malo sea el comportamiento de tu jefe, evita que afecte tu trabajo. Quieres mantener buenas relaciones con otros líderes de la empresa. No intentes igualar la puntuación trabajando más lento, tomando días excesivos de salud mental o almuerzos más largos. Sólo te retrasará aún más en tu carga de trabajo y creará un caso para que tu jefe te despida.


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