Es una realidad, finalmente termina un año lleno de sorpresas quizás no muy agradables, así de simple, por no agregar más. Pero no significa que el impacto de tantos sucesos termine con el. Todavía muchos deben enfrentarse a lo que se conoce como depresión estacional, algo que – sin ánimo de alarmar – si no se toma en cuenta, podría desencadenar en algo más.
La depresión invernal, o decembrina, también conocida como Trastorno Afectivo Estacional (TAE), afecta a entre 4 y 8% de la población general, y las mujeres tienen una probabilidad cuatro veces mayor de padecer de TAE que los hombres, al igual que las personas con parientes que han experimentado depresión. A eso se suma, entre varios otros factores, las experiencias de vida individuales, que pueden hacer que ciertas personas tengan más propensión a desarrollar el TAE y otras formas de depresión.
Hasta ahí todo “bien”, entre comillas, porque si esa nostalgia de fin de año se convierte en pensamientos negativos, insomnio o mucho sueño, y alteraciones en el apetito, podría tratarse de depresión, de acuerdo con un artículo publicado por el Rady Children’s Specialists of San Diego.
Salud mental en República Dominicana de cara la “depresión estacional”
En la República Dominicana se presenta la salud mental como un problema complejo que no se ha podido valorar en su justa dimensión por la escasa disponibilidad de datos. De acuerdo con un estudio desarrollado en 2014, el último del cual se tiene registro, resaltado en el “Plan Nacional de Salud Mental República Dominicana 2019-2022” se muestra que aproximadamente un 20% de la población dominicana sufre de trastornos mentales (casi 2 millones). En el mismo se reportó un total de 464,164 casos atendidos por depresión, y se detalla que el trastorno mental más frecuente es la ansiedad, con un total de 570,312 casos atendidos.
Para entender más, y mejor, este fenómeno que nos atormenta recurrentemente (cada diciembre), hablamos con la Lic. Priscilla Montero Torres, psicóloga clínica de la salud y bienestar emocional, quien explica que lo más importante, cuando hablamos del tema, es entender que, “al experimentar cambios en nuestras vidas, tendemos a encontrar el desequilibrio a pesar de que sean modificaciones positivas o esperadas. Cuando vivimos cambios, rompemos con lo habitual, con lo predecible y lo seguro” algo que puede, al final, generar crisis.
La licenciada resalta lo anterior porque, tal y dijo: “Cuando experimentamos una ‘depresión estacional’ no necesariamente debe de ser una patología, pues posiblemente al vivir cambios, tenemos el terreno fértil para despertar tristeza y emociones intensas. Llamamos a ese estado de apatía ‘depresión’ pero si es circunstancial, es decir, si tiene un motivo la persona para estar en ese estado, es totalmente normal”
Desde el equipo Revestida, hicimos una encuesta para conocer si nuestros allegados han sufrido de esta depresión o nostalgia estacional, y el resultado fue algo sorpresivo. De más de 50 participantes, 50 afirmaron sentirse tristes, nostálgicos o depresivos en las festividades navideñas, señalando como principales causas, aquellos que ya no están.
«¿Te has sentido depresiva o nostálgica al final de año?»
La licenciada, a la par de las respuestas, señala que, efectivamente, “diciembre es una fecha de celebrar, pero también implica melancolía y movimiento interno para los que la relacionan a perdidas o cambios que se han experimentado en el año”.
2020 vs nuestra salud mental
Priscilla Montero Torres, respecto a cómo nos puede afectar un año tan sorpresivo, comienza a explicar que «lo impredecible nos asusta, y nos llena de ansiedad que es exceso del futuro”.
“Todo depende de la manera en cómo lo asumamos y la forma de interpretar lo que nos sucede. Si entendemos que lo invisible, lo incontrolable y lo que se sale de nuestras manos es negativo pues posiblemente así lo integremos en nosotros mismos”.
Lic. Priscilla Montero Torres, psicóloga clínica de la salud y bienestar emocional.
Respecto a todo lo acontecido en el 2020, dice: “Este año nos ha brindado muchos aprendizajes, es una forma de darnos cuenta de que realmente no tenemos el control, y nos ha demostrado todo esto que hemos vivido que para estar en plenitud debemos de vivir más en el aquí y ahora». Ella también explica que generalmente nuestra mente se mantiene en el pasado o en el futuro y eso provoca mucha inestabilidad y poca conexión con lo pleno.
Síntomas de depresión estacional, de acuerdo con la Lic. Priscilla Montero Torres
- Apatía
- Tristeza profunda
- Pensamientos recurrentes negativos
- Deseos de que todo termine
- Ausencia de disfrute de lo que habitualmente disfrutábamos
- Falta de movilidad corporal
- Llanto
- Agresividad o ganas de “explotar”
- Sentirnos incomprendidos
- Sin motivos para seguir
Pero ojo, porque tal como detalla la especialista, cada ser humano es distinto y por eso no podemos identificar, en muchas ocasiones, que estamos viviendo una “depresión” cuando experimentamos lo que ella calificó como ‘llantos sin sentido’. “Muchas personas muestran otras conductas como la agresividad y la impaciencia como forma de expresar su dolor”, agregó Montero Torres.
“Si prestamos atención a las necesidades que nos está tratando de comunicar nuestro cuerpo y mente frente a eso que estamos sintiendo y viviendo, posiblemente podamos pasarlo sin que se convierta en patología, todo depende de la duración”.
Lic. Priscilla Montero Torres, acerca de la depresión estacional
¿Cómo combatirla?
Más importante que evitarla, es saber cómo trabajar esa nostalgia. Acerca de cómo lograrlo, Montero nos ofrece los siguientes consejos:
- Expresar nuestro sentir, pedir ayuda y acompañamiento.
«Muchas veces nos desesperamos cuando estamos en un estado de tristeza y desequilibrio emocional. Hay que tenernos paciencia, permitirnos vivir, y no reprimir. Son cosas que nos ayuda a que todo transcurra de la manera más sana», dice.
- Apertura para vivir lo que sentimos sin juzgarnos.
- Limitarnos a personas que sirvan de apoyo y acompañamiento.
- Contar con red de apoyo familiar, pareja y amigos respetando nuestro espacio y los sentimientos que experimentamos.
Si somos padres, asumir rol de padres para nuestro hijo/a que está experimentado una dolencia. Igualmente si somos amigos o pareja. Evitar comentarios “pon de tu parte”, “no tienes razones para estar triste”, entre otros más que invalidan la emoción y necesidad de esa persona.
- Tener contacto con la naturaleza, recibir luz del sol.
- Mover el cuerpo. Cuando movemos nuestro cuerpo movemos nuestro interior, ya que le enviamos una señal a nuestro cerebro de que estamos activos y segregamos neurotransmisores como la dopamina, adrenalina, serotonina… que nos brindan bienestar.
- Conectar con el tiempo presente, por ejemplo, practicando Mindfulness y meditación.
- Valorar lo básico y “ordinario” de nuestros días.
Fin de año…
Recuerden, por el simple hecho de que estemos aquí, escribiendo y leyendo este artículo es una motivo para estar feliz, porque hemos llegado hasta aquí. ¿Con heridas?, ¿retos?, ¿momentos difíciles? ¡Sí! Pero aquí estamos, y todo lo que vivimos y experimentamos en nuestras vidas es un aprendizaje y enseñanza para seguir caminando, sobre todo con grandes oportunidades de conocernos mejor y conectar con nosotros, pues muchas veces al tocar el famoso fondo, encontramos la luz.
Para finalizar, la licenciada nos señala que los seres humanos tendemos a etiquetar y colocar de manera patológica nuestro sentir, sobre todo al tener presente emociones ‘negativas’ como la tristeza, la ira, culpa, vergüenza…
“Creo que estamos transformando nuestra cultura. Hay que velar por la salud mental, pedir ayuda y ser escuchados, para así reaccionar a tiempo para los más necesitados. Si cambiamos nuestra perspectiva de lo que no podemos controlar, podríamos percibir las vivencias y los cambios con otro sentido, por consiguiente, nos sentiremos de manera diferente”, dijo para finalizar.
Las emociones no son ni malas ni buenas, ellas simplemente son y nos funcionan para decirnos lo que necesitamos.
Lic. Priscilla Montero Torres
Lic. Priscilla Montero Torres 
Clínica Corazones Unidos, Consultorios Médicos II. Calle Padre Fantino Falco #17
Recordamos que en República Dominicana están habilitadas las líneas de ayuda a través del Sistema Nacional de Emergencia 9-1-1 que está disponible las 24 horas del día, así como el departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud 809-544-4223 en horario laboral.
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