Los/as malos/as empleados/as siempre odiarán a sus jefes. Siempre tendrán una razón para justificar su poca capacidad de cumplir con sus responsabilidades en las debilidades de su jefe, siempre tendrán un motivo para criticarlo/a. Los/as malos/as empleados/as siempre odiarán a cualquiera que espere de él/ella que cumpla con su trabajo.
Los/as malos/as jefes también odiarán a sus empleados/as. Les molestarán quienes hagan un trabajo que los haga sentirse amenazados/as, encontrarán algo que decir de los/as que hacen sólo lo que le corresponde, y se llevarán bien con los/as que les hagan cumplidos (aún si no hacen nada más que eso).
Es que los/as malos/as trabajadores/as siempre se caerán mal entre sí. Tendrán juegos para buscar culpables cada vez que algo sale mal dentro de la operación, y estarán siempre más alerta a las fallas del otro/a que a sus responsabilidades.
Hay muchos/as malos/as jugadores/as que hacen muy malos juicios en las carreras profesionales. Por eso, es difícil saber si tú eres uno/a de ellos/as cuando estás a cargo de un equipo. Si tienes una mala relación con tus empleados/as, ¿será por qué estás haciendo algo mal o porque son un equipo egoísta o mal direccionado? ¿Eres tú o son ellos/as?
Es difícil saberlo a ciencia cierta. Pero al menos podemos coincidir en que estas actitudes que compartieron algunos lectores y lectoras sobre lo que hacen sus jefes definitivamente rompen con la armonía en el lugar de trabajo, y que francamente, ponen a cualquier empleado/a los pelos de punta:
* Cuando exige que se dirijan a él/ella como si fuera un patrón y los empleados/as sus sirvientes.
* Cada vez que toma vacaciones y se pone a mandar más correos que cuando está en la oficina. O se siente culpable de irse, o no confía en sus empleados/as.
* Grita e insulta si alguien tiene una opinión contraria a la suya.
* Pide que le hagas trabajos que son claramente su responsabilidad.
* Espera que estés disponibles a toda hora.
* Todo lo necesita “lo más pronto posible” o “para ayer”. Parece desorganizado y hace sentir como que estuviera quitándole importancia a las cosas que ya tienes pendiente.
* Es pasivo-agresiva/o. Si tiene alguna corrección, lo hace como una indirecta.
* Llega tarde y se va temprano todos los días, y dura semanas en procesar pedidos de días libres.
* Cambia completamente los trabajos que entregas, pero nunca explica qué estás haciendo mal, o cómo puedes mejorar.
* Es irresponsable, y por eso aunque pide las cosas tarde, exige que se hagan de inmediato.
* Nunca responde los correos.
* Pide que le mandes correos que ya le habías enviado.
* No sabe escribir bien.
* Se toma el crédito cuando las cosas salen bien, y te culpa cuando salen mal.
* Te reclama cuando se le olvida algo, porque se supone que “debiste habérselo recordado”.
* Nunca admiten cuando se equivocan. Y cómo se equivocan.
* Actúan como que son tus dueños/as, no tus jefes.
* Saltan de repente con algo que “puedes hacer de una vez y entregar rápido”.
* Cuando te piden que dejes de hacer algo para completar otra cosa, y como quiera esperan que termines lo que dejaste a tiempo.
*Comprometen tu tiempo frente a clientes sin consultarte primero.
Si eres jefe, y te sirve el sombrero para alguno de estos hábitos (que son sólo algunos de una lista larga), es momento de reflexionar y empezar a mejorar.
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