Santo Domingo.- Cada 13 de abril celebramos el Día Internacional del Beso, fecha en la que conmemoramos la importancia que tiene esta práctica afectiva en las relaciones humanas. Por eso, acudimos a la sexóloga y terapeuta de pareja Virginia Pérez para que nos explicara todo sobre la psicología del beso:
La importancia del beso
“El beso representa una gran importancia en las relaciones humanas ya que se desarrolla en ellos una gran conexión entre dos personas, sin dejar de lado que los besos están relacionados con el placer y el bienestar”, sostiene la sexóloga. Asimismo, un “buen beso” puede liberar endorfinas, dopamina y oxitocina. Esta práctica representa una demostración de cariño y cercanía con los demás, “las parejas cuando se besan en un inicio del acto sexual se va produciendo en ellos un vínculo de entrega apasionada que los conlleva a una mejor respuesta sexual”.
Su efecto en la salud física y mental
El beso tiene un gran efecto en nuestra salud física y mental. “Los besos están asociados con el cariño y la pasión, con el placer físico y el bienestar emocional”, explica Perez, “los besos apasionados liberan hormonas que nos provocan felicidad”. De esta forma, la persona se siente querida/o, aparte de que disminuye el estrés y mejora la autoestima incrementando con esto nuestra sensación de bienestar y placer.
El beso en diferentes culturas
“Indiscutiblemente que la cultura del beso varía significativamente según el país en el que te encuentres, hay quienes el beso representa cercanía, confianza, un simple saludo”, aclara la sexóloga. Según explica, el beso se ha visto en muchos países de forma natural. En unos lugares cuando conoces o te encuentras con una persona, la gente se besa para saludarse y despedirse. Mientras que en otros como Irán y naciones de Oriente Medio, está totalmente prohibido besarse en público incluso entre esposos.
¿Qué tan diferente es el beso real de los besos de la pantalla grande?
“Es bueno señalar que los besos que vemos en películas, series, novelas, son besos actuados donde no existe un verdadero vínculo de pasión y conexión en la persona”, sostiene Pérez. Es parte de su trabajo como actriz o actor. Muchos de ellos saben desvincular la emoción con la actuación, crean una ilusión a tal punto que llega a conectar con el público, mientras que el beso real sale desde el alma y la emoción del individuo.
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