Santo Domingo.- No es fácil salir de una relación abusiva y aun cuando se logra, aumentan las probabilidades de terminar en una relación similar. El abuso de cualquier tipo es complicado, y puede ser difícil de identificar. Hablamos con la psicóloga clínica y experta en bienestar emocional Estefani Bonetti para obtener todas las herramientas necesarias para identificar y evitar las relaciones abusivas.
Estefani Bonetti nos explica que hay diversos componentes que influyen en el porqué muchas mujeres regresan con abusadores, los cuales mayormente se ocultan en el inconsciente y otros ni siquiera están contemplados, pasan desapercibidos. “Algunos de estos factores son: el entorno familiar en el que se desarrolló, la idea que tiene la mujer de sí misma; su nivel de autoestima, qué idea tiene de cómo es una relación, la sociedad en la que se ha desarrollado y las costumbres que se le han inculcado, son factores que marcan una gran diferencia entre mujeres que se quedan en una relación de maltrato físico y las que no, pues hay que tener en cuenta que quien se va no significa que haya solucionado esa herida de maltrato.” nos explica Bonetti.
Al igual que otro elemento que influye es la idea de aquel amor romántico, aquel que vemos en las novelas y películas e historias con las que vamos creciendo, que muestra que para llegar a tener amor para siempre se debe pasar por un infierno para tener el cielo, una iniciativa que solo fomenta la desvalorización, la carencia de límites, y la iniciativa de que sólo a través del sacrificio tenemos la posibilidad de ser felices.
Según la psicóloga, además hay componentes psicológicos que influyen a que una dama maltratada se quede o regrese. Como la desesperanza aprendida. Este modelo explicativo está basado en la teoría de la “indefensión aprendida” de Seligman (1975). Las interrelaciones de maltrato conducen a las víctimas a la depresión. Una dama que una y otra vez ha sido lastimada, sin perspectivas, y que ha terminado por creer que su vida no posee alternativas, caerá en un estado depresivo que la paraliza aún más para tomar iniciativa, y percibirá su capacidad para huír de la interacción como nula.
El síndrome de adaptación paradójica a la violencia. Este síndrome se explica cómo un grupo de procesos psicológicos que mediante la contestación cognitiva, conductual y fisiológico-emocional culmina en el desarrollo de un parentesco interpersonal de defensa entre la víctima y el atacante (Montero, 2001), o sea, la dama crea un parentesco afectivo con su atacante que le impide abandonarlo o denunciarlo, y por ello vemos que frecuentemente se retiran las denuncias policiales.
Y aunque muchas mujeres están en relaciones abusivas con la esperanza de que el abusador cambie, en la mayoría de los casos esto es algo que no pasará. “Un maltratador no se crea de la noche a la mañana, aquí también hay factores que influyen: Educación, dinámicas familiares, círculo social en el que se desarrolla, problemas psicológicos y la dependencia emocional.”
En nuestro país existe el centro de participación conductual para hombres, a partir del cual se labora el cambio de conducta con diversas intervenciones terapéuticas y educacionales, empero aquello no garantiza que el comportamiento no vuelva, debido a que para darse el cambio el atacante debería quererlo por cuenta propia al saber que el es 100% responsable de su conducta y la mayoría de hombres que llegan a este centro van por el dictamen de un juez.
Cómo salir adelante
“Para tener una relación saludable primero tenemos que ocuparnos de sanar todas las secuelas que ha dejado una relación con violencia” expresó la experta en bienestar emocional. Ella también nos comenta que “Ir a terapia es el primer paso”. Trabajar la dependencia, y tomar en consideración que lo cual lleva en su mayoría a ser víctimas de maltrato es la pérdida de individualidad, sugiere Estefani. “El quitarnos de nuestro lugar de prioridad para que otra persona (la pareja) lo ocupe, y desde esta posición se produce un desequilibrio en nuestra vida, ya que nos perdemos a nosotras mismas y la vida comienza a girar en torno a esa persona que está ocupando el lugar de prioridad que hemos cedido.”
La recomendación de Estefani es que tomes tu lugar. “Para saber donde colocar a la próxima pareja y que desde allí puedas formar una relación basada en el respeto, los limites sanos, la comunicación efectiva y llegar al amor consumado, que no sale de la idea de las novelas ni cuentos, el cual está formado por compromiso, intimidad, pasión y la conciencia de que la pareja es la unión entre dos personas que tiene su propia individualidad, que están para acompañarse en la montaña rusa que es la vida, cada uno ocupando su lugar”.
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