Santo Domingo.-“Nos han enseñado a tener miedo a la libertad, miedo a tomar decisiones, miedo a la soledad. El miedo a la soledad es un gran impedimento en la construcción de la autonomía.” Marcela Lagarde.
Una mujer con poder es una mujer que causa miedo
Es una mujer que rompe esquemas, cambia paradigmas, desafía las normas y abre caminos para las generaciones venideras, pero, ¿Qué es? ¿Qué cosas caracterizan esta mujer?
Primero que todo tenemos que establecer que toda persona tiene libertad de criterio, no existe un modelo femenino superior a otro, ni es motivo de burla el camino que como mujer cada una elija para su vida. Una mujer poderosa es precisamente aquella que tiene la capacidad de plantear y defender las decisiones de vida que construye para ella, teniendo la fuerza de ser autentica y genuina con lo que dice, hace y piensa.
Podemos entonces definir las características del poderío femenino en su capacidad de autenticidad, asertividad, tolerancia a la crítica, y sobre todo, determinación y limites personales. Este tipo de mujer la vemos ocupando posiciones de liderazgo, creativas y justicieras, casi siempre en labores de multitasking ocupando y dirigiendo hasta más de una actividad a la vez, es esto lo que en efecto, las relaciona con los niveles de éxito que maneja en el ámbito profesional y laboral, aunque también existe un lado negativo en toda “SuperWoman” que debemos atacar.
Es en efecto, el peso de las expectativas y de la idealización, lo que hace que estas mujeres con poderío luchen con la culpa, la vergüenza y el constante miedo al fracaso.
A veces el riesgo de ser perfectas es dejar de ser humanas.
De alguna manera, mientras mayor el nivel de éxito, mayor el miedo social al fracaso y la decepción. Socialmente hablando, la definición de éxito femenino es poder con todo: lo laboral, lo domestico, lo estético, lo económico, etc, haciendo prácticamente imposible e insostenible de alcanzar, es por todas las exigencias exteriores y autoimpuestas que para muchas, verse poderosas parece utópico, o se convierte en una guerra constante en la que debe blindarse de territorialidad, irritabilidad o incluso actitudes defensivas aunque no quiera.
Son las mujeres en las cúpulas de poder las más propensas a cuadros depresivos graves, soledad, baja autoestima, y niveles de ansiedad generalizadas elevadas. Nadie parece comprender, ni siquiera ellas, las necesidades emocionales de una mujer “autosuficiente”. En la consulta, tenemos filas de mujeres profesionalmente hiperfuncionales mientras en lo emocional permanecen solas y carentes, por su temor a confesar sus necesidades emocionales, e incluso, en ocasiones, es su sistema social o familiar quienes le hacen ver sus necesidades como defectos.
Ser poderosas no es poder con todo.
Ser poderosas en el sentido sano de la palabra, es entender cuáles son tus posibilidades, permisos y derechos en la misma medida que cumples con tus obligaciones y deberes. Como mujeres poderosas tenemos que poder con nosotras en la misma medida que podemos con los otros. Reconócete como humana. Reconócete como merecedora. Ser poderosas es también el permiso de ser libres.
La realización femenina es cumplir su propio deseo.
Sobre la autora Lic. Karem González,MA.
Psicóloga clínica especialista en abordaje psicológico individual, docente universitario, y conferencista.
Durante su carrera ha participado activamente en el crecimiento científico de la psicología en República Dominicana por medio de la publicación de diversos artículos en periódicos y revistas científicas, así como presentación de ponencias y disertaciones en radio dominicana. alimentaria y problemas de identidad.
Sobre el Centro Integral Lotus: es un espacio para el bienestar integral del individuo y la familia. Brindan asistencia, evaluación y apoyo en las distintas etapas evolutivas de la persona y el núcleo familiar. A través de un equipo multidisciplinario ofrecen servicios de psicoterapia familiar, infanto- juvenil, individual y parejas. Contactos: [email protected]
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