Santo Domingo.-En este siglo tenemos multitud de retos a enfrentar, en especial con nuestra salud mental. Tanto las altas expectativas que nos quiere imponer la sociedad o incluso que nos exigimos a nosotros mismos, contribuyen a que experimentemos altos niveles de estrés y ansiedad que son poco sostenibles.
Una fuente significativa de este malestar emocional se puede encontrar en las relaciones de pareja y las creencias que tenemos sobre las mismas. Una de estas expectativas sociales que nos han exigido cumplir “es tan simple” como la de tener pareja.
Aunque las costumbres y los estilos de vida han variado considerablemente en las últimas décadas, aún se sostienen ciertas creencias persistentes de gran parte de la población que evitan ver la soltería como algo normal, generando malestar en muchas personas que pueden llegar a sentirse culpables de vivir una vida que desean pero no es aceptada o validada por algún familiar o amistad.
Estas exigencias de nuestro contexto, se pueden apreciar en las preguntas constantes por una relación, comentarios de si te vas a quedar “jamona”, si serás un solterón de por vida, “¿los hijos para cuándo?”, el énfasis en tu edad; que presionen y te hagan sentir culpable por estar enfocado/a en tu carrera o en tus proyectos. Estos comentarios no aportan en nada a nuestra calidad de vida, en especial por el malestar que genera, y que en algunas personas les empuja a esconderse y sentir miedo de mostrarse, como si estuviesen cometiendo algún crimen.
La presión social
La presión social, ligada a otros factores psicológicos (como la baja autoestima) tiene como consecuencias, (entre las tantas) que algunas personas se aventuren y/o mantengan en relaciones que no son nutricias, pudiendo estar tolerando malos tratos, humillaciones, infidelidades o estar al lado de alguien a quien no aman, todo por no estar en la “temida soltería”, por evitar esas preguntas inquisitivas o por el miedo a sentir que fracasaron.
De esta forma, el miedo de sentirse “fracasados” (por no estar en una relación a la edad que le dijeron) tiene más peso para sostener una relación que el amor mismo. De observarlo en profundidad, podríamos decir que las consecuencias son graves, ya que se pueden llegar a arrastrar durante muchos años relaciones en donde hay más daño que amor.
Por otra parte, las personas no siempre tienen presente que sostener una relación de pareja satisfactoria requiere tiempo, dedicación y trabajo duro.
Adentrarse en la intimidad con alguien, aprender a manejar los conflictos que surgen y poder integrar dos cabezas que piensen en un nosotros, no es un trabajo fácil.
Es por esto que si eres de aquellas personas que esta soltera, que por el momento tienes otras prioridades, o no has encontrado el o la indicada, tienes derecho a estar en soledad, sin importar tu edad o tu género. Está bien sentirse bien estando solos, está bien tomarse su tiempo antes de adentrarse a una relación formal.
Como conclusión, es necesario que podamos diferenciar entre querer o necesitar una pareja, entre el deseo y la presión social, y que nos preguntemos ¿estoy en esta relación por amor o para no sentir que fracasé?
Sobre el autor. Lic. Jean Carlos Santos,
Psicólogo clínico, terapeuta familiar y de pareja, egresado Magna Cum Laude de la Universidad Católica de Santo Domingo (UCSD).
Durante su carrera profesional, se ha dedicado al acompañamiento psicoterapéutico de parejas y familias. Abordando las diversas áreas de conducta, abuso de alcohol y drogas, problemas de conducta alimentaria y problemas de identidad.
Sobre el Centro Integral Lotus: es un espacio para el bienestar integral del individuo y la familia. Brindan asistencia, evaluación y apoyo en las distintas etapas evolutivas de la persona y el núcleo familiar. A través de un equipo multidisciplinario ofrecen servicios de psicoterapia familiar, infanto- juvenil, individual y parejas. Contactos: [email protected]
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