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Es maestra de profesión y mochilera por pasión. La aventura y vocación de servicio mueven la aguja de su brújula: como un día puede estar en África explorando, al día siguiente puede estar en un municipio dominicano cruzando un río en ‘la cola’ de un motor. Alejandra ha demostrado que cada ser humano tiene dentro de sí todo lo que se necesita para conquistar el mundo.
Fotografías: Roger Ramírez // Entrevistada: Alejandra Gil (Alejate con Ale)
Revestida: ¿Por qué decidiste ser profesora?
Alejandra: Desde pequeña sentí una inclinación por enseñar. Recuerdo durante mi niñez esperando el verano con ansias porque cada verano yo creaba un campamento con todos los niños y las niñas de mi calle para hacer manualidades. El campamento era muy precario, las sillas eran blocks de cemento y los materiales eran comprados con el dinero que aportaban los papás y las mamás. Si mal no recuerdo yo cobraba RD$10 a la semana, quisiera agradecer a todos los padres que creyeron en mi campamento (risas).
R: ¿En cuáles proyectos estás trabajando?
A: Actualmente estoy trabajando en cuatro proyectos diferentes. Uno de ellos es con la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) haciendo acompañamientos en educación inclusiva a maestros y maestras de escuelas públicas. Con la Universidad Iberoamericana (UNIBE) estoy trabajando en el proyecto LEER dando talleres de lecto-escritura a maestros y maestras de escuelas públicas. Con el Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (INAIPI) a través de MCG estoy capacitando al personal docente que va a laborar en los Centros de Atención Integral a la Primera Infancia (CAIPI), los que conocemos como estancias infantiles. El proyecto más reciente en el que estoy trabajando es con un planetario móvil que se trajo al país recientemente y estamos creando clases basándonos del currículo de ciencias para poder llevarlo a las escuelas y dar las clases utilizando el planetario (Aula Espacial).
R: Muchos proyectos ameritan tener mucha preparación ¿Has realizado algún estudio post grado?
A: Sí, tengo una maestría en Educación para niños y niñas sordos. Estudié en Nueva York en la Universidad de Columbia. La razón por la cual estudié esta maestría tiene un nombre: Camila. Mientras estudiaba Educación Inicial en UNIBE, una compañera de estudios estaba de licencia y me pidió que la cubriera en su trabajo, el preescolar Primi Passi. Durante la semana que estuve allá una madre visitó el preescolar en busca de una buena educación para su hija Camila. Camila nació con un síndrome muy complejo llamado CHARGE, entre las situaciones individuales que tiene Camila es que es sorda. La Directora del Centro me preguntó si yo estaba interesada en ser la maestra de Camila, al principio me encontré renuente ya que nunca había trabajado con una niña “especial” pero lo tomé como un reto personal. Al saber que Camila era sorda comencé a aprender Lengua de Señas por internet y visité la Escuela Nacional de Sordos donde comencé a asistir como voluntaria todas las tardes después que terminaba de trabajar con Camila en las mañanas. Luego de tres años apliqué para la maestría en Columbia.
R: Mientras cursabas la maestría, ¿Cuáles trabajos tuviste que realizar para poder mantenerte?
A: Me fui del país con una beca completa de INICIA por lo cual no necesitaba trabajar para mantenerme, sin embargo, antes de irme a Nueva York mandé un correo a través de la universidad ofreciendo mis servicios como babysitter (niñera). Tuve una entrevista por Skype con una familia y desde que llegué comencé a trabajar. A través de amistades conocí otras familias para las cuales trabajaba ocasionalmente. Todavía tengo contacto con la mayoría de las familias.
R: ¿Qué has aprendido de las personas que carecen del sentido auditivo y qué significa para ti trabajar con ellos?
A: Al igual que la mayoría de las personas que nunca han tenido contacto con una persona sorda tenía muchas preconcepciones, de las cuales ningunas son positivas o reales. Hace unos años se me hacía imposible hablar de sordera sin pensar en la falta o pérdida de algo, sin embargo, la Comunidad Sorda me enseñó que sus vidas no son definidas por la falta de algo, más bien hay una presencia en sus vidas que los hace completos. Ellos tienen su propia cultura y una lengua visual con la cual pueden expresar pensamientos, sentimientos, ideas y emociones para los cuales mi lengua materna, el castellano, no tiene palabras. Me han invitado a replantear mi percepción acerca de la sordera como una diversidad cultural, lingüística, cognitiva y sensorial con el potencial de contribuir al bien de la humanidad. La Comunidad Sorda ha enriquecido nuestro conocimiento acerca de la humanidad al mostrarnos que la base de una lengua no es el habla, sino la mente y su habilidad de crear.
El trabajar con la Comunidad Sorda ha hecho mi experiencia de vida mucho más rica, he aprendido a nunca aspirar a la normalidad y a valorar y respetar la diversidad. A no ver las diferencias como un problema o déficit, sino como un activo, en el caso de los sordos, la humanidad se beneficia de un lenguaje visual, una cultura única y nuevas experiencias de vidas. Todos somos un regalo y un activo para nuestra sociedad.
R: ¿Qué es lo que más te gusta y lo más difícil de tu profesión?
A: Yo amo lo que hago. Como mencioné anteriormente todos los proyectos de Educación en los cuales trabajo son desarrollados en el Sector Público, por lo que evidenciar el cambio es un proceso lento. Lo más difícil tendría que ser el vivenciar las desigualdades educativas en mi país y el poco interés de la población por apoyar a mejorar la calidad de nuestro sistema educativo. La diferencia entre la educación pública y la privada es abismal y me recuerda mucho a la película “Elysium”, donde nos presenta a una tierra arruinada y sobrepoblada y, por el otro lado una estación espacial muy lujosa hecha por el hombre para los más pudientes.
R: ¿Cómo colaboras con los talleres a maestros de escuelas públicas que impartes?
A: Mi rol es el de acompañar y apoyar a maestros/as de escuelas públicas en su crecimiento profesional, les ofrezco estrategias y experiencias distintas para enriquecer sus prácticas educativas.
R: ¿Qué significa para ti ayudar a los maestros de escuelas públicas?
A: El poder apoyar a maestros/as de escuelas públicas es un gran reto y a la vez un privilegio, todos los días son una aventura y un popurrí de emociones. Mi trabajo en el sector público me ha abierto los ojos y me ha enseñado la realidad que viven la mayoría de los dominicanos, pero que es ignorada por la mayoría de los que pudieran ayudar a cambiarla.
R: ¿Qué has aprendido de los maestros de escuelas públicas?
A: Al igual que mi experiencia con los sordos, tenía muchas preconcepciones erróneas sobre los/as maestros/as del sector público. Hay muchos/as maestros/as bien preparados/as y enamorados/as de su profesión que me han enseñado que todos somos creativos cuando somos movidos por pasión. He visto como la ausencia de butacas en un aula significa aprender con alegría, donde transcribir en un cuaderno es reemplazado por experiencias directas. He visto maestras trabajar tan lejos de sus hogares que solo regresan a sus familias los fines de semana. He visto maestras tomar un tiempo de la mañana para demostrarles a sus estudiantes que ellos son importantes, los peinan, les lavan las caras y brindan desayuno con su propio dinero. También he visto estudiantes caminar dos horas diarias para llegar a la escuela en la mañana.
R: ¿Cómo te defines?
A: Soy una mujer introvertida disfrazada de extrovertida, aventurera, apasionada, diferente, sincera, me inclino por lo extremo y situaciones que provoquen que mi adrenalina se dispare.
R: Cuando llegas a casa, luego de una larga tanda de trabajo, y te miras en el espejo, ¿qué ves?
A: Si me hubiesen hecho esta pregunta hace dos años, mi respuesta hubiese sido una mujer perdida y desconectada de su reflejo. Mi respuesta ahora es muy diferente, en el espejo veo a mi mejor amiga, con la cual me fascina compartir, una mujer que se preocupa por su felicidad y por dejar huellas, veo una mujer hermosa y yo se lo recuerdo todos los días.
R: Eres la única mujer entre tus hermanos. En una familia donde predominan los hombres, ¿qué significa para ti ser mujer?
A: Si bien es cierto que nací con las características biológicas de una mujer, esto no me convirtió automáticamente en una. No hay un único modelo de ser mujer, el ser mujer es una construcción individual, así como colectiva que va a durar mientras vida tengamos. Estoy tratando de encontrar mi contribución como mujer dentro de mi familia y la sociedad en la que vivo. En mi casa nunca tuvimos los típicos estereotipos de hombre y mujer, lo cual agradezco infinitamente ya que esto ha influenciado mis pensamientos vanguardistas, yo creo en los géneros no binarios y en la multiplicidad de modos de ser. Para mí no existe una definición estática de ser mujer ni de ser hombre, lo que si existen son expectativas y normas que vienen ligados a los géneros. Lo que yo si podría responder es cuándo me siento mujer, por ejemplo, me siento mujer cuando hablo mi verdad, cuando lucho y exijo mis derechos, cuando amo con independencia, cuando me visto cómoda y me siento femenina, cuando apoyo a mis amigas en sus triunfos y respeto sus decisiones aunque no vayan de acorde a las mías, cuando estoy en contacto con mis sentimientos, cuando disfruto de algo o alguien pero no lo necesito para sentirme plena, cuando soy un complemento y no una necesidad, cuando me apasiono por un proyecto o una causa y cuando mis metas no son influenciadas por parámetros sociales.
R: ¿Qué significa para ti ser latina?
A: Ser latina es el epítome de la diversidad.
R: ¿Qué te lleva a conocer el mundo?
A: Mientras estuve haciendo mi maestría en Nueva York, entré en una crisis existencial y una depresión circunstancial, me encontraba en una ciudad llena de gente pero me sentía más sola que nunca. Recuerdo una noche que me dio un ataque de pánico porque ya se acercaba mi mes de vacaciones entre semestre y yo no tenía ningún plan concreto. Entré a una página web para buscar pasajes para República Dominicana (mi país), pero encontré un pasaje mucho más barato hacia Costa Rica, a pesar de nunca antes haber viajado sola, en ese momento mi miedo a pasarme un mes de invierno sola en Nueva York era mucho más penetrante que viajar sola a un país totalmente desconocido. Luego de comprar el pasaje, compré una mochila barata en Amazon y el resto es historia, o mejor dicho muchas historias llenas de aventura y osadía. Dedico al menos tres meses al año para viajar a otros países, aprender diversas culturas, conectar con personas y comer platos típicos, sin la carne claro está, soy vegetariana.
R: Viajar por tanto tiempo frecuentemente debe conllevar toda una logística. Y, además, nos preguntamos si todo lo que se necesita cabe en una mochila (risas)
A: Soy mochilera, viajo con bajo presupuesto, sin muchos planes ni expectativas y de manera pausada, me tomo mi tiempo en cada país que visito para conocerlo a fondo, disfrutar sus olores, escuchar sus vibraciones y conocer y abrazar su gente.
Viajo con dos mochilas, una grande en mi espalda donde llevo mis mudas de ropa, mi casa de campaña, hamaca, bolsa de dormir y utensilios básicos para acampar y una mochila pequeña en mi pecho donde guardo mis objetos de mayor valor, mis cámaras de fotografías y videos, celular, Ipad con todos mis libros, pasaporte, dinero y libreta para ir documentando mis viajes.
R: ¿Cuáles lugares has visitado y cuáles han sido los que más te han gustado?
A: Mi mayor interés ha sido Latinoamérica y Estados Unidos ya que uno de mis propósitos al viajar es conocer la realidad de las personas y poder conectar con ellas, para que estos encuentros sean más reales y prácticos es necesaria una lengua común, por lo que mi enfoque mayor ha sido visitar países de habla hispana o anglosajona. Intento dedicarle al menos un mes a cada país que visito. Entre algunos de los países que he visitado están Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, México, Belice, Perú, Chile, Jordania e Israel. Hasta ahora mi favorito es Perú por su gran biodiversidad, su comida y su gente. En tan solo una semana en Perú puedes surfear en la playa, hacer sandboard en un desierto, escalar picos nevados, nadar en ríos con cocodrilos, pirañas y delfines rosados, explorar ruinas y jugar con alpacas. Estuve explorando Perú por dos meses y siento que no conozco ni un 2% de su biodiversidad.
R: ¿Cuál ha sido el lugar que menos te ha gustado? ¿Por qué?
A: Egipto, por lo que significa ser mujer allí. Yo soy dominicana y con cierta aflicción admito que al viajar no tengo muchas expectativas de que mis derechos como mujer sean respetados sin ser una víctima diaria de microagresiones, esa es una realidad que vivimos todas las mujeres de mi país. Sin embargo, en Egipto mi inseguridad se triplicó. En Egipto viví varias experiencias intensas en las cuales me sentí muy asustada y aunque físicamente no fui afectada no podría decir lo mismo de mi parte emocional. Yo tenía pautado durar un mes en Egipto pero a las dos semanas decidí irme hacia Jordania, recuerdo la última experiencia que me impulsó a modificar mi plan y finalmente salir de Egipto.
Tomé un autobús nocturno de 16 horas para ir a la Península de Sinaí, a las tres horas de viaje llegamos a una parada en una bomba de combustible abandonada en el medio del desierto Sahara, se me acercó un señor y con señas me expresó que el asiento en el cual yo estaba muy cómodamente sentada era de él, me mostró su ticket y me pidió el mío. Él le muestra mi ticket al conductor a lo que este último se me acerca gritándome en árabe mientras se acercaba a mi cara a tal punto que mi cara estaba pegada a la ventana del bus, entre llantos, jipíos y sin entender que estaba pasando intenté defenderme en ingles explicando que yo pagué mi ticket y el asiento era mío. Otro señor que se encontraba dentro del autobús que hablaba un poco de inglés, me pidió que me calmara que lo iban a resolver. Cabe destacar que además de mí, dentro del bus solo había otra mujer acompañada por su esposo e hijos, el resto del autobús estaba colmado por hombres. Todos los hombres salieron del autobús a reunirse con el conductor a decidir mi destino, el cual no pintaba color de rosa. Luego de 15 minutos un señor decidió darme su asiento e ir el resto de las 13 horas sentado en el suelo del pasillo. Este gesto suena altruista en cualquier país donde las personas hacen favores sin pedir nada a cambio, este no es el caso de Egipto que incluso al pedir direcciones en la calle me pedían propina a cambio. Me pasé las siguientes 13 horas en vela pensando qué tendría que darle a este señor a cambio de su gran gesto. Es importante notar también la deshidratación que sufrí al no tomar agua por 18 horas para no ir al baño por terror a salir del autobús en las paradas nocturnas.
R: ¿Cuándo sientes miedo?
A: A cada rato, el miedo es mi gasolina. Salir de mi casa me da miedo así como conocer personas nuevas, probar alimentos que no conozco, lo desconocido, socializar con personas, hablar por teléfono, no tener estabilidad emocional, la soledad, y el rechazo me da terror. Sin embargo, estas son situaciones de mi vida diaria.
R: ¿Durante tus viajes, te has sentido discriminada como mujer? ¿En República Dominicana las mujeres son subestimadas o discriminadas?
A: Aquí y en el resto del mundo las mujeres somos discriminadas porque se subestima nuestro carácter.
R: ¿Cuáles cualidades entiendes que debe tener una mujer?
A: ¡Qué difícil! Yo no diría cualidades que debe tener una mujer, más bien cualquier ser humano, voy a mencionar algunas cualidades que considero trascendentales: individualidad, honestidad, inteligencia emocional, auto-motivación, tolerancia, humildad, intuición, liderazgo y asertividad.
R: ¿Qué hace a una mujer completa? ¿Cuáles cosas te gustaría aprender?
A: Esto es muy personal, yo no podría hablar por el resto de las mujeres pero a mí me hace ser completa el amor que siento por mí, puede sonar un poco narcisista pero no lo es. Me refiero al amarme y aceptarme con mis defectos sin conformarme, sabiendo que siempre puedo ser mejor. Esto me ha costado mucho trabajo porque hasta hace unos años yo era una máquina de auto sabotaje, incluso tenia pánico a estar sola conmigo mismo, hasta que la vida se encargó de dejarme sola conmigo misma en un momento de mi vida y no me quedó más remedio que enfrentarme a mí misma y qué chulería fue conocerme, no fue amor a primera vista no, fue un amor trabajado, pero me siento completa por tener la oportunidad y deseo de seguir conociéndome, porque nadie, nunca, me va a amar, apapachar y cuidar como yo lo hago hashtag forever alone (#SolaParaSiempre) (risas).
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