Bienestar

Probé una clase de pole dance y esto fue lo que pasó

  • 17 septiembre, 2019
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De entrada, te cuento que el pole dance no es nada fácil.

Luego de asistir a una clase en la escuela dominicana Santo Domingo Pole Studio, me di cuenta que tengo una condición física más pobre de lo que pensaba.

Y no es sorpresa, según detalla la Organización Mundial de la Salud, al menos un 60% de la población mundial no realiza la actividad necesaria para obtener beneficios para la salud.

Yo paso aproximadamente 10 horas al día sentado escribiendo.



El pole dance es más que bailar en tubo

Como te contaba, tomé una clase de prueba para verificar mis dotes en el tubo. Laura Veloz, directora del estudio, fue la encargada de darme la bienvenida y explicarme en qué consiste este deporte, ¡Porque sí, lo es (por si tenías dudas)!

Joan Sebastian (yo), Krisaura Vital, Laura Veloz, Bladimir Vásquez.

“Es un deporte que mejora la flexibilidad y la fuerza, estás haciendo ejercicios con los brazos, el abdomen y las piernas (…) te diviertes haciendo ejercicio”.

En este estudio no solo se trabaja con el tubo, también con aros y telas. Laura me contó que se practica de forma recreativa, deportiva o acrobática. “Las clases son muy diversas. No solamente hay chicas, también hay chicos y niños, es muy inclusivo”.

Importante: usa la ropa adecuada

Que no te pase como a mí. No me llevé del importantísimo consejo de ir con prendas cortas a la clase.

En este deporte es incómodo usar un pantalón más largo de lo necesario ya que te impide sostenerte. ¿Lección? Ve con prendas cortas “porque todo el agarre se hace con la piel, por eso tampoco se pueden utilizar cremas”.

Y empezó lo difícil (pero divertido)

Luego de conocer las bases del pole dance, vino lo fuerte: la clase. El instructor Bladimir Vázquez fue el encargado de enseñarnos todo.

Empezamos por el acondicionamiento neuromuscular, mal conocido como calentamiento (esta fue la primera lección que nos enseñó Bladi).

Para lograr esas mágicas vueltas en el tubo, se necesita acondicionar todo el cuerpo y esto se logra con un trabajo previo.

Además, el “calentamiento” ayuda a evitar lesiones y mejorar la interpretación de los movimientos. 

 “Pónganse de espalda al tubo, flexionen las rodillas, que vamos a empezar”, dijo Bladi en un momento.

Para que te hagas una idea de su capacidad: levantaba todo su cuerpo con los brazos, sosteniéndose del tubo con una facilidad que hacía parecer todo más fácil.

Y lo más motivante para mí fue cuando Laura dijo: “él no hace ningún otro ejercicio, solo pole dance”. Por lo que es una opción muy buena para los hombres, y todos en general, que buscan estar en forma.

El pole dance no solo aumenta la fuerza del cuerpo, ayuda a fortalecer los abdominales y los tonifica, también mejora la capacidad cardiovascular y evidentemente da mayor flexibilidad.

Todo con el tubo

De espalda al tubo con las piernas flexionadas (mientras aguanté) empezamos a estirar el cuello de un lado a otro, haciendo movimientos con la cabeza, los hombros, brazos, pecho, siempre mantenido la flexión de las rodillas.

En ese momento no me di cuenta, pero luego viendo el video recordé lo que nos dijo Laura acerca del pole dance: “Aquí uno va desarrollando las conexiones neurológicas, son como los recuerdos que va teniendo el cerebro, conectando una cosa con otra, aquí todos los días vas aprendiendo cosas nuevas, por lo que se mantiene activo”.

¿Por qué te menciono esto? Bueno, para mí, como una persona sedentaria, fue muy difícil mantener la flexión en las rodillas mientras tenía una mano en una posición determinada y estiraba mi cuello con ayuda de mi otra mano.

Con la práctica esto va cambiando. Laura me comentó en un momento que esa es justamente “una de las ventajas más grandes del pole dance”: mantiene tu cerebro activo y en forma.

 “Por ejemplo, ayer aprendiste algo con la derecha, hoy debes hacerlo con la izquierda. Tienes que ponerlo a trabajar, para ver qué mano es que utilizarás”.

Al final vale la pena

Después de varios intentos, aprendí la coreografía final.

Aunque moría de la vergüenza en algunos momentos (no fue una ni dos las veces que me equivoqué). Nunca me sentí juzgado, como Laura me dijo… este deporte es para todo el mundo.

Salí de la clase con una idea clara: tengo que hacer más ejercicio. La Organización Mundial de la Salud afirma que los adultos de 18 a 64 años deben acumular un mínimo de 150 minutos semanales de actividad física aeróbica moderada.

Si al final decides seguir la recomendación de la OMS y practicar un deporte como pole dance, en el país existen entre 13 o 14 estudios. En Santo Domingo hay cuatro, entre ellos Santo Domingo Pole Studio.

Acerca de la percepción que se tiene acerca del tema en nuestro país, en el que se piensa que este tipo de acrobacias la hacen las bailarinas de clubes, Laura comentaba: “debido a la idea errónea que se tiene de este deporte, muchas chicas se cohíben de publicar fotografías en sus redes sociales, por miedo a lo que podría decir su jefe o familia”.

“El pole dance está siendo aceptado, por una parte, aunque sigue siendo criticado. Creo que va a seguir creciendo. En muchos países lo está haciendo, y nosotros no podemos quedarnos atrás cuando el mundo está corriendo”.

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