Bienestar

¿Debo renunciar a mi trabajo?

  • 9 septiembre, 2013
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OLYMPUS DIGITAL CAMERAEl cambio es bueno. El cambio es malo. El cambio es difícil. El cambio es imposible. El cambio es inseguro. El cambio es necesario. Lo que da miedo de las decisiones es la inevitable transformación que les sigue. Por eso, a veces las evitamos hasta que más no podamos, en especial, cuando se trata de una decisión tan trascendental como lo es renunciar a tu empleo y dejar de recibir un ingreso económico o cambiar el enfoque de tu vida profesional.

Sin embargo, hay señales y comportamientos que puedes comenzar a observar en ti misma que deben hacerte reflexionar sobre el lugar dónde te encuentras, y sobre si llegó el momento necesario de hacer un cambio:

Si estás desarrollando proyectos profesionales propios: un empleo es una buena zapata mientras tu proyecto propio avanza, pero llegará el momento en que no podrás correr al máximo con ambas cosas. Ese será el momento de reflexionar en cuál de los dos está tu verdadera ambición.

Si sientes que no avanzas: sea que ya no admires a tu jefe, pues no te parece que te reta a lograr resultados, o si sientes que llegaste al límite de tu crecimiento en esa empresa, si te sientes estancada en el trabajo, quizás es tiempo de buscar mejores opciones.



Si no te sientes cómoda: si las morales del trabajo que realizas son dudosas, o van en contra de tus convicciones, recuerda que no dejas de ser fuerte por querer marcharte de un empleo porque tienes escrúpulos o una consciencia, o simplemente porque no estás de acuerdo con la visión. No es que seas débil, es que eres humana.

Si no cumple con tus necesidades: si has invertido tiempo, esfuerzos y recursos propios pero no te sientes satisfecha con los resultados o la compensación, no te sientas obligada a sacrificarte. Se trabaja para vivir, no al contrario; nadie puede hacerte sentir culpable de exigir más. 

Si no eres feliz: si lo que estás haciendo es una carga, no le haces un favor a nadie quedándote en un lugar porque crees que es ‘tu deber’. Tu vida laboral ocupará un gran porciento de tus horas despiertas, no las malgastes en hacer algo que no te satisface.