Etiqueta: positiva
Si te encuentras desanimada, no te preocupes. A veces basta con leer algo positivo para recobrar la motivación y afrontar el dÃa de la mejor manera.

Afortunadamente, hay muchas personas que creen en el poder del pensamiento positivo para ayudar a inspirar a otros a ser lo mejor de sà mismos y por eso han creado cuentas para darte la dosis diaria de motivación y felicidad que necesitas para ser tu mejor versión.
¿Las conoces? Estas son 5 cuentas que debes seguir para mantenerte positiva:
Positiva con los astros: @saturnista
Las letras de saturnista vienen de las estrellas, recordándonos con cada vuelta del sol que somos importantes, que nos pasen cosas buenas y que podemos lograr lo que sea.
DÃa a dÃa: @365fanpage
Porque de vez en cuando necesitamos un recordatorio de que está bien caerse, siempre cuando y te levantes, de darte tu valor y creer en ti misma.
Todo un movimiento: @culturapositiva
Como su nombre lo indica, esta cuenta nos envÃa good vibes y nos alienta a atrevernos, tomar riesgos, pensar en ti y rodearte de personas que te aporten.
Para inspirarte: @inspirandotee_
¿Tu dosis de inspiración? Aquà la tienes. Porque merecemos ser felices, a pesar de las circunstancias o del desamor. Se trata de amarte a ti misma y esta cuenta te lo recuerda.
No todo son palabras: @ilustrandotee
A todos nos gustan las ilustraciones y dibujos. Con un toque romántico, esta cuenta nos invita a aceptar el amor, dar muchos abrazos a quien queremos y, por qué no, ver cosas del dÃa a dÃa con humor, como quitarse el sostén o voltear la almohada para el lado frÃo.
Como ves, hay de todo un poco para mantenernos motivadas e inspiradas a ser nuestra mejor versión. Y tú, ¿ya las sigues? Yo sé que yo sÃ.
Hoy quiero andar ligera de equipaje y libre; por eso dejo atrás los que originaron cualquier herida que pueda tener guardada en mi corazón y sencillamente… perdonar.
¿Qué es perdonar? Es ejercitarnos en el amor, es ir mas allá de nuestro orgullo y humildemente aceptar las limitaciones de los demás, como ellos en su momento, también han tenido que aceptar las nuestras.
Perdonar, es entender que los otros no son infalibles, que se equivocan… como yo.
Regalo perdón a todos aquellos que me han provocado lagrimas, enojos e incomodidades. A cada uno de ellos, les digo que mas allá de mi sentir, está el deseo y la decisión de darles amor. Ese amor que no busca razones, sino que busca darse; ese amor que no contabiliza lo recibido, sino que se basa en lo que puede ofertar y dar; ese amor que Dios me da.
Pero la libertad que busco es una calle que se transita en doble vÃa… también pido perdón. A cada una de las personas que se han sentido ofendidos, decepcionados, lastimados por mi, solo les pido que me perdonen, que me regalen ese amor que transciende nuestro limitado accionar humano. Y que al perdonarme… me brinden otra oportunidad. La oportunidad de mostrarles una mejor versión de mi.
La vida se compone de la suma de alegrÃas y tristezas; satisfacciones y desilusiones; triunfos y fracasos.  Es la combinación armoniosa entre estos contrastes lo que nos permite darnos cuenta que tenemos la capacidad de seguir adelante, reinventarnos… superarnos.
Darnos cuenta que somos frágiles, nos ayuda a tomar consciencia de que no somos infalibles. Descubrir que logramos superar una situación difÃcil, nos muestra que tenemos fortaleza.  Y asà vamos construyendo el hermoso camino de la evolución, del crecimiento.
Es gratificante ver el pasado y poder recordar con una sonrisa, lo que quizás vivimos entre llantos porque nos habla de la posibilidad de superar los desafÃos que determinados tiempos nos plantean.
Nada es lo suficientemente grande para robarnos el todo, esta certeza nos ayuda a despedirnos de algunas épocas, situaciones o personas con la convicción de que estamos dejando «algo» pero que seguimos teniendo «todo».
Quien diga que no ha sufrido, ni llorado; tiene que reconocer que no ha vivido lo suficiente ni ha amado intensamente; pues  sufrir y llorar es la escuela donde nos forjamos en el arte de amar.
Cada dÃa hay que cultivar el deseo de aprender nuevas y mejores cosas; desaprender otras y sobre todo decidir seguir escribiendo nuestra historia con las páginas que sean necesarias, reconociendo que algunas se escribirán entre risas y otras entre lágrimas.  Pero, benditas sean cada una de las palabras que cuenten que nuestra vida está siendo vivida, valorada… disfrutada.
Los dÃas pasan rápido, los meses parecen volar y ni decir de los años, que parecen estar en una carrera de velocidad que nos deja sin aliento.


 Esta rapidez del tiempo nos envuelve en las prisas y esas prisas nos llevan a dejar de lado tantas cosas importantes. Cuando nos damos cuenta, nos consolamos diciendo: mañana. Pero ¿y si mañana pasa tan rápido que lo alcanzamos a ver cuando ya se ha convertido en ayer? 

 ¿Y si mañana no están las cosas o personas de las que ayer dijimos que nos ocuparÃamos?
Entendamos algo, no somos dueños del tiempo y a veces parece que creemos que sÃ.


 La vida sigue su curso aunque tu y yo nos sentemos a no hacer nada. La elección siempre será nuestra… o la vemos pasar o formamos parte de ella. 


No mañana, no después; pues no sabemos si para nosotros existirá ese futuro al cual le hemos reenviado nuestro presente.


 Hoy, ahora es el tiempo de ir en pos de nuestros sueños. 


Es aquÃ, es ahora, cuando debemos dar el amor que tenemos; es este el mejor tiempo para dar y darnos sin pretextos. Para ser y hacer… definitivamente hoy es el mejor momento.
Siempre recuerdo que en mis años de adolescencia una noche me desperté y vi una figura tenebrosa a través del cristal de la ventana. La angustia me invadió a tal punto que no me animaba a moverme para que ese ser siniestro no se diera cuenta que lo habÃa descubierto y buscara la manera de entrar a mi habitación y hacerme daño.
Cerraba los ojos, tapaba mi rostro con la sábana. Mi respiración se agitaba, podÃa escuchar los latidos acelerados de mi corazón asustado y de vez en cuando, con mucha discreción volvÃa a mirar… Me di cuenta que parecÃa tener un sombrero. La tercera o cuarta vez que osé mirar, noté que su nariz era bastante pronunciada y que cuando yo lo miraba, él parecÃa presentirlo porque iniciaba un movimiento rÃtmico como si se fuese a lanzar hacia la ventana, pero permanecÃa ahÃ, en el mismo lugar. Cuánto miedo… Pensé tantas cosas: que era un maniático, un asesino en serie, un ladrón.
Y asà fue pasando la madrugada, hasta que por fin llegó el amanecer. Lentamente me decidà a mirar y ver con más claridad ese delincuente y… gran sorpresa: ¡era una rama! Una rama que toda la noche danzó con el viento, lo que creà un sombrero, eran muchas hojas unidas en diversas direcciones en la parte superior.
Fue grande el impacto y mi sorpresa. Perdà mi sueño, me alteré, me angustié… ¡por una rama!
Ese dÃa conocà el efecto que tiene en nosotros una «percepción». Ese dar por sentado lo que creemos sin cuestionamiento y en base a eso dar rienda suelta a un caudal de emociones, me sirvió de aprendizaje.
A veces me sorprendo sintiéndome mal o angustiándome por “ramas†que he interpretado de mil maneras.
Y tú… ¿acaso no estás llorando por una infidelidad que imaginas, una traición que sospechas, un engaño que vislumbras, etc., etc., etc.?
No dejes que ninguna «rama» te altere la vida ni te robe la paz. Enfrenta lo que ves, confronta sin miedo tus creencias, llena de luz la oscuridad que envuelve tus percepciones y verás que al acabarse la sombra descubrirás o la rama o el ladrón, pero ya no habrá percepción, será la realidad y con ella tendrás que aprender a lidiar.
