Etiqueta: desconexión
Sí, hay una aplicación para todo. Sí, los celulares son casi una extensión imprescindible de las extremidades. Pero, por el bien de las relaciones que tenemos y de conservar ciertas habilidades mentales, hay que aprender que hay ocasiones en que toca dejarlo en el bolsillo:
Cuando manejas: según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, cada año, 1.3 millones de personas mueren en accidentes de tránsito en todo el mundo. El uso de celulares mientras se maneja es una de las causas principales de estas muertes, considerando que las probabilidades de tener un accidente mientras se maneja usando el celular son cuatro veces mayores.
De esas 1.3 millones de personas fallecidas, la gran parte no son los conductores, sino peatones o ciclistas u otros conductores, la gran parte de quienes mueren son víctimas de acciones irresponsables, ¿de verdad necesitas mandar ese texto mientras cruzas una intersección?
Cuando sales con tu pareja/amigos: los teléfonos son una herramienta para contactar a los seres queridos que están lejos, y aparentemente, para alejar a los que están cerca. La fijación con estar presentes y pendientes todo el tiempo es fútil a parte de imposible. El teléfono no viene con esposas atándote al trabajo, o a las redes sociales, o a lo que sea, puedes y debes guardarlo.
Como doctor/recetario: has sentido un dolor en la nuca por varios días y decides buscar tus síntomas en el Internet de tu móvil. Según los primeros tres resultados, probablemente tienes un tumor, cáncer lumbar o malaria y vas a morir en siete días.
Probablemente, si fueras al doctor, te dijera que lo que sucede es que pasas mucho tiempo con la cabeza inclinada mirando tu teléfono. Un individuo en el Internet no puede diagnosticarte un malestar o aconsejar sobre tu salud de forma completamente acertada. Si de verdad te sientes enferma/o, ve a un doctor, no a la web.
Cuando consumes alcohol: sabes por qué, ¿no? Muchas malas decisiones empiezan con desbloquear el celular para hacer una llamada ridícula en horas incómodas. La buena noticia es que hay aplicaciones que te ayudan a impedir estas malas jugadas.
El sentido común dicta otros momentos en los que mandarle un mensaje a una amiga probablemente no sería lo más apropiado (una entrevista, visitando a tus suegros, ¿bailando?), hazle caso al sentido la próxima vez.