En los últimos meses la cantidad de videos tutoriales de cómo hacerse el visagismo (contouring) se ha incrementado de una forma abismal. Esto se lo debemos a Kim Kardashian, quien popularizó nuevamente esta técnica de maquillaje que se ha convertido en el “vicio” de la belleza.
Pero otras dos técnicas –que son de antaño se están volviéndose cada vez más populares, otra vez– planean ocupar el lugar que se ha ganado el visagismo. Hablamos del strobing y el baking.
La maquilladora profesional, Paola Fabián, nos detalló en qué consisten estas dos técnicas de maquillaje.
Strobing
El strobing consiste básicamente en iluminación del rostro. No se trabajan los contornos, como se hace en el visagismo, sino solo la parte de la iluminación. Esta iluminación se aplica justo donde se supone que la luz se refleja en tu rostro, es decir, en los pómulos, la frente, el puente de la nariz y puede hacerse con productos en crema o en polvo, para esto hay iluminadores que están disponibles en muchas casas comerciales.
A Fabián le gusta realizarlo por el hecho de que el rostro se ve muy fresco, ya que esta iluminación favorece a muchas, sobre todo a nivel de fotografías porque se ve muy bien, y es una alternativa más ‘natural’ para aquellas que no les gusta el maquillaje muy cargado. Define que al final la tendencia en maquillaje es llevarlo lo más natural posible.
Sin embargo, considera que hay muchas personas que no están muy a favor de esta técnica por el efecto sudado/brilloso, en especial en países tan calurosos como el nuestro. Entiende que puede utilizarse para actividades nocturnas, producciones fotográficas y videos, donde realmente esta iluminación se aprecia, y no se confunde con el brillo provocado por el sudor.
Baking
En cuanto al baking –que tampoco es una técnica nueva– muchos maquilladores la usan desde hace un buen tiempo. Incluso es usada hace bastante tiempo para los maquillajes de drag queens. La blogger australiana, Heidi Hamoud, ha sido de las que ha popularizado nuevamente esta técnica con sus tutoriales de baking.
La maquilladora Paola Fabián dice que consiste en que luego de aplicar la base en todo el rostro, se corrigen las imperfecciones por ejemplo las ojeras, aplicando un corrector de buena cobertura y tono más claro que la piel fundiéndolo hacia la sien con una esponja o brocha, para luego de ya tapadas las ojeras, aplicar con una esponja una capa gruesa de polvos traslúcidos sobre esta zona, y dejarlo ‘bake’, es decir, hornear o reposar unos 5-20 minutos dependiendo del tiempo que se tenga para luego retirar suavemente el exceso con una brocha.
El asunto está en dejar que se asiente para que se funda con la piel, y así se rellenen las arrugas y líneas de expresión. Según Fabián, la ventaja es que no es solo para el área de las ojeras, sino en cualquier otra área que queramos corregir (frente, puente de la nariz) porque nos proporciona una mayor cobertura y duración del maquillaje, ya que al sellarlo tan bien, prolonga el tiempo del maquillaje, por lo que es perfecto para actividades como bodas, graduaciones, en las que durarás mucho tiempo.
Lo que hay que tener cuidado es con no abusar y usar los polvos adecuados para no parecer que nos hemos retirado una ‘escafandra’, ya que el flash de las cámaras puede no ser tu mejor amigo.
Ya es tu decisión si continúas con el visagismo –si es parte de tu rutina de maquillaje– o si le das la bienvenida a estas otras dos técnicas para ver qué tal te va.
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