¿Quién diría que una palabra de tan solo dos letras fuera una de las más difíciles de decir? Seguro has dicho «SI» queriendo decir «NO» en varias ocasiones, ya sea por miedo al rechazo, al enfado o la decepción de parte de un ser querido, algún jefe o conocido. Pero la verdad es que nunca deberíamos hacer algo que vaya en contra de lo que piensas o simplemente, no quieres hacer porque solo estarías traicionándote a tí misma y alojando sentimientos de frustración y culpabilidad. Así que para remediar esta situación, decidimos consultar al psicólogo clínico, Ricardo Pichardo, con la finalidad de que nos explique el enfoque detrás de esos «SI» que deberian ser «NO» ¡Llegó el momento de priorizarte!
El experto asegura que desde muy pequeños se nos enseña a anteponer las necesidades de los demás por encima de las nuestras. De esta forma vamos aprendiendo a relegar nuestros deseos, en procura de satisfacer los ajenos y además a sentirnos culpables cuando por alguna razón no podemos cumplir ni llenar las expectativas de quienes nos rodean.
Es por esto que muchas veces nos encontramos diciendo SI, cuando queremos decir NO. Antes de quedar “mal” frente al otro, prefiero quedar mal conmigo y esto va generando un pasivo emocional que me hace esclavo de esta idea irracional.
¿Qué hay detrás de todo esto?
Hay una gran necesidad de aprobación. «Pensamos que, si no accedemos a las demandas que nos solicitan las personas a nuestro alrededor, seremos tachados de egoístas, sentimos que nos retiran su amor, que no nos van a querer o aprobar y esto nos genera mucho miedo y, por ende terminamos haciendo lo que los demás esperan», nos explicó Pichardo.
Esto no significa que siempre tienes que decir que no. Esta no es la idea. Lo insano y disfuncional se manifiesta cuando realmente no puedes hacer lo que te piden y te sacrificas al punto que dejas de hacer tus propias tareas por hacer las que te piden.
Ricardo nos contó que la buena noticia es que esta idea es aprendida y por lo tanto la puedes desaprender. Nadie debería retirarte su amor o consideración por no acceder a un mandato suyo, y si lo llega a hacer, pues nos da a entender que realmente esta persona no nos quiere en realidad, sino más bien que quiere nuestra disponibilidad o nuestro servicio.
Se estima que el 90% de las cosas que creemos que van a pasar realmente no ocurren. Por eso es importante atrevernos a decir que no cuando no queramos o no podemos hacer lo que nos solicitan, y nos daremos cuenta de que quizás no pase nada de lo que nos imaginamos que puede pasar. Por el contrario, sentiremos una gran libertad interior y una autonomía que nos acerca a la felicidad y al bienestar.
Sugerencias del profesional para decir «No» sutilmente
- Hoy no puedo, pero pudiera la semana que viene.
- Hoy tengo un compromiso, te puedo acompañar pasado mañana, por ejemplo.
De esta manera, nos sentiremos en control y haremos las cosas cuando realmente queremos y podemos. Esto aplica para ese trabajo extra que te pidió tu jefe, a esa diligencia que tu amiga quieres que le hagas y a esa ayudita cuidándole los niños a tu hermana. ¡A todo!
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