Nunca he sentido el llamado de hablarle a la mujer como en la actualidad; de hecho, me confieso, cuando alguien me hablaba de campañas para fortalecer, orientar, educar a las féminas no me sentía del todo identificada.
Luego de ser madre, mi vida ha sido impactada grandemente y pretende influenciar muchas creaciones cambiando paradigmas, limitaciones y falsas creencias a través de la crianza de generaciones tras generaciones.
Los millennials tienen una tendencia a la igualdad de género
La mujer de hoy es la que trabaja, es madre, esposa, deportista, la que medita. La que le gusta servir a otras personas y al mismo tiempo, la que no tiene espacio para sí misma. La sociedad juega un papel fundamental en esta construcción y es por esto que tenemos que cuestionarnos: ¿qué es ser mujer? ¿Acepto o no la demanda de la sociedad? ¿Soy capaz de abrigar a otras mujeres? ¿Es solo una construcción basada en el sexo?
La violencia de género
Indhira Bobadilla, de Armonizarte RD, es una profesional de la salud mental que promueve proyectos de vida libres de violencia y basados en la armonía biopsicosocial y espiritual. Asegura que no deberían existir campañas para prevenir la violencia de la mujer, pero siguen maltratándonos y aún no existe igualdad entre hombres y mujeres, entre niños y niñas. Ahora bien, de hacerse debería ser siempre no en un momento en específico; más bien una planificación estratégica para erradicar todas las formas de terrorismo.
Bobadilla prepondera que algunas personas se confunden y se quejan de que ahora es peor porque ahora las feministas, las defensoras de las mujeres, asumen más roles que antes. Podría parecer así; sin embargo, no tenemos que renunciar a nuestros derechos y al acceso que tenemos. Debemos continuar avanzando.
Apenada Bobadilla comenta que se ha evidenciado un cambio con los hombres, al acompañar a la familia al médico, apoyo con el supermercado; pero cuando somos capaces de señalar con sorpresa algo porque es extraño, poco común, ¡Tenemos que cuestionarnos!
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«En estos tiempos es difícil admitirse machista, pero en las acciones privadas, en el hogar, se siguen manifestando violencia e injusticia»
Armonizarte RD es un espacio para generar bienestar y fraternidad. Allí se impulsa el empoderamiento de la mujer e invitan a cuestionar la forma en las mujeres están viviendo.
Ejemplos de acciones que delatan machismo; a pesar de que verbalmente se diga que no somos machistas:
- El esposo siempre paga la cuenta cuando van al restaurante.
- La novia o esposa pide la cuenta al mozo y se la llevan al hombre.
Fortaleciendo el género
La gerente de entrenamientos para el desarrollo y bienestar bajo una metodología vivencial, que permite a grupos e individuos vulnerables empoderarse y agenciar sus metas de vida entiende que tenemos que cuestionar la educación que nos han dado desde la infancia. Afirma que tiene que ver con la autoestima, el valor que nos damos a nosotras mismas. Nos enseñan desde pequeñas a competir con las muñecas y los juguetes lo que no provoca colaboraciones entre nosotras y empezamos a vernos como rivales, distinto a como se puede ver por ejemplo en los hombres y sus participaciones deportivas.
Sugerencias para reeducar y cambiar la mirada de la crianza
- Dejar que la educación y el compartir sea mixto, hombres y mujeres.
- NO etiquetar a los varones que son violentos, agresivos, peligrosos y que hacen daño.
- Abandonar la práctica de decir que los hombres no lloran o que los niños se ven feos cuando lloriquean. Deben expresar sus emociones.
- Las mujeres, al igual que los hombres, pueden jugar baloncesto u otros deportes rotulados para varones.
- Modelar a los hijos que tanto papá como mamá pagan las cuentas.
- Enseñar la importancia de respetar a las mujeres y a los hombres, que cada cual tenga su propia voz (esto ilustra la imposición o sumisión) y que un color no define un sexo.
¡También existe el micromachismo!
Le decimos al hombre ábreme la puerta del carro cuando también puedo abrirla. Pido que me trasladen una caja que no pesa porque «las cargan los hombres», resalta Indhira al tiempo que dice «ese machismo sí me conviene».
Una mujer empoderada:
- Se conoce a sí misma. Se pregunta: ¿Qué quiero lograr en la vida?
- Tiene claro que empoderarse no es sentirse poderosa, es tener metas claras.
- Cuida todas las áreas de su vida, mantiene un balance, se desarrolla como persona, familia, profesional y espiritualmente.
- Genera ingresos y no depende económicamente de otra persona.
- Tiene una relación sin violencia.
- Sirve a los demás.
- Tiene tiempo para sí misma. Pinta, medita y hace actividades que le gusta.
Sobre la autora: Dayanara Reyes Pujols es productora y conductora del programa Desafío Millennial, plataforma especializada en el estilo de vida millennial. Para escuchar otros episodios da click aquí.
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