A muchas nos gusta un buen vino, tirarle fotos, acompañarlo con una tabla de quesos y embutidos, pero ¿cuántas sabemos realmente sobre lo que estamos consumiendo? Ya sea para organizar una cena o para prepararse con estilo a la hora de ver una nueva serie, aquí te traemos una guía de lo básico que debes saber para catar vino.
Primero que nada, ¿qué es el vino?
En lo más literal, es una bebida alcohólica hecha a base de uvas fermentadas. Algo que talvez no sabías es que se puede hacer de cualquier otra fruta, pero el más común es a base de uvas. En especial el Chardonnay, es una de la más popular porque puede madurar en casi cualquier lugar.
Tipos de vino
Existen diferentes clasificaciones , las tres más comunes siendo:
- Elaboración: tintos, blancos, rosados, cavas o espumosos.
- Por edad, clasificada por su reposo en bodega antes de salir al mercado: los jóvenes tienen poca o ninguna crianza en madera y conservan las características de su uva de origen o los vinos de crianza
- Por su dulzor, la azúcar determina el tipo de vino.
Ahora hablemos de los tres pasos básicos para catar un vino:
La cata del vino es una experiencia sensorial, el olfato, vista y gusto.
El primer paso es destapar la botella y servir un poco en la copa, la cual observamos desde arriba para evaluar el color, las lágrimas, esas gotitas que quedan en la superficie de la copa, y la intensidad.
Las lágrimas nos determinan la concentración del alcohol, si al mover la copa notas que las lágrimas bajan lentamente, significa que su densidad es alta.
Luego continuamos a oler el vino, movemos un poco la copa para ponerlo en contacto con el oxígeno y podamos analizar los aromas secundarios, esos producidos durante la fermentación.
Y nuestro último paso cuenta con el gusto. Para finalizar sorbemos un poquito y a continuación intentamos pasarlo de un lado a otro para lograr que llegue a todas las partes y de esa manera percibir todos los sabores.
En conclusión, en cada copa encontrarás:
En cada vaso encontrarás:
Cuerpo: el alcohol que está en el vino. Si es muy pesado, significa que tiene un grado más alto. Vimos un ejemplo que nos encantó: los ligeros son como la leche sin grasa, los de más cuerpo como la entera.
Fruta: las notas que tiene, ¿uva? ¿fresas? ¿un toque terroso? Los sabores que te da el vino. Con la práctica seguro podrás identificar fácilmente.
Ácido: de acuerdo al portal Vinoteca, la acidez es uno de los elementos más importantes. Dependiendo el tiempo y etapa de fermentación, el vino puede tener diversos grados de acidez. Si el vino tiene una acidez media a alta, se te hará agua la boca, por ejemplo. Demasiado ácido será como chupar un limón.
Al final se trata de disfrutar, cuando termines la experiencia no olvides acompañar tu copa con una deliciosa tabla de quesos gracias a Aceite de Oliva Fígaro.
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