Vicky Spratt empezó a tomar la pastilla anticonceptiva cuando tenía 14 años. En esa época inició también su constante lucha contra la depresión, el pánico y la ansiedad, estados de ánimo que la acompañaron durante años.
Cuando tenía 20 descubrió que sus problemas podrían estar vinculados con la pastilla anticonceptiva, relató en 2017 en una carta abierta publicada en la BBC. Al dejarla completamente, encontró que los efectos disminuyeron:
“Mis problemas no desaparecieron de la noche a la mañana, por supuesto, pero dejé de tener ataques de pánico. No he tenido uno desde entonces. Me siento desanimada de vez en cuando, ansiosa y estresada, pero no está ni mucho menos en la misma escala que lo que experimenté mientras tomaba la píldora de progestágeno. Sentí alegría otra vez, mi libido volvió y dejé de sentirme aterrorizada de absolutamente todo y de todos”.
Todas hemos escuchado los chistes sobre cómo las mujeres tienden a estar de “mal humor” o “emocionales” ciertos días en el mes. En algunos casos, como en el de Spratt, los cambios emocionales son más severos.
Aproximadamente 100 millones de mujeres en el mundo utilizan anticonceptivos orales y muchas están contentas, proveen un derecho básico de decidir de manera libre y responsable, además de otros beneficios, pero esta no siempre es la realidad de todas.
¿Realmente afecta la píldora anticonceptiva a la salud mental?
A lo largo de los años, los investigadores han podido explorar e identificar gran parte de sus efectos físicos, pero ¿qué hay de sus efectos psicológicos?
En 2016 la revista académica JAMA Psychiatry de la Asociación Médica Americana, publicó un estudio que analizó los datos de 1 millón de mujeres y se encontró que las chicas que tomaban píldoras de progestágeno tenían un 34% más de probabilidades de ser diagnosticadas con depresión y las que tomaban pastillas combinadas (estrógeno y progestina) tenían un 23%.
En contraste, en 2018 investigadores de la Universidad de Ohio no encontraron ninguna evidencia que apoyara un vínculo entre el uso de las pastillas anticonceptivas y la depresión.
«La depresión es una preocupación para muchas mujeres cuando comienzan a usar anticonceptivos hormonales, particularmente cuando son del tipo específico que tiene progesterona», dijo el Dr. Brett Worly, autor principal del estudio.
«Según nuestros hallazgos, este efecto secundario no debe ser una preocupación para la mayoría de las mujeres, y deben sentirse cómodas sabiendo que están tomando una decisión segura».
¿En qué pie estamos?
En conclusión, las opiniones en cuanto el tema varían. Incluso las experiencias. En un foro de la página web Reddit, una usuaria compartió que las píldoras la han ayudado, “tiene efectos positivos en mi estado de ánimo. Sin la pastilla, me deprimo durante el período y ahora puedo levantarme de la cama”.
Otra contó que no notó ningún cambio como resultado de tomar la píldora. Y otra escribió que no puede tomar pastillas bajo ninguna circunstancia, “me causó algunos efectos secundarios psicológicos muy graves, así como algunos físicos”.
Aunque varios estudios hayan encontrado vínculos entre problemas de salud mental y la pastilla anticonceptiva, no significa que todo el mundo sufra del mismo destino.
Sí hay una evidencia real que no debe ser ignorada. En todo caso, lo importante es escuchar a tu cuerpo e informarle a tu doctor cualquier cambio que sientas. También es posible optar por otras formas de anticonceptivo, existen muchos métodos, hormonales y no hormonales.
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