No es difícil imaginarse lo que es ser la esposa del hombre más poderoso del mundo, es decir, del Presidente de los Estados Unidos. Por lo general, las Primeras Damas siempre reflejan el lado humano y familiar de sus esposos, quienes imbuidos en el quehacer político, aparentan dejar de lado esas cualidades que componen nuestro ser.
Y cuando se trata sobretodo de una mujer como Michelle Obama, ese reflejo es aún más evidente y sólido. Sin ánimos de restarle mérito a otras prominentes Primeras Damas, como Nancy Reagan, Bárbara Bush, Hillary Clinton y Laura Bush, Michelle ha demostrado tener un carisma excepcional, que incluso ha servido de soporte para las aspiraciones de su esposo, sobretodo en momentos de crisis.
Michelle es la mujer del momento en los Estados Unidos. Todos hablan de ella. Todos la quieren. La Primera Dama ha sabido, manteniendo un bajo perfil en asuntos de alto calibre en la política norteamericana, conectar con el pueblo de los Estados Unidos, especialmente con las mujeres, jóvenes y niños. Prueba de esto son sus programas de promoción de la sana alimentación, su campaña “Let’s Move”, con la que busca combatir la obesidad infantil, y quizás el más importante de todos sus aportes, la iniciativa “Joining Forces”, cuyo objetivo es ayudar a las familias de los militares estadounidenses que regresan de Medio Oriente, a encontrar trabajo y emprender negocios. Ni mencionar sus apariciones en los mejores shows de la televisión americana, como “Late Night with Jimmy Fallon”, “The Ellen Degeneres Show”, “Late Show with David Letterman”, entre otros, donde ha bailado y cantado con los presentes. Su poder de comunicación, al igual que el de su marido, es simplemente extraordinario.
Algunos comparan el carisma de Michelle con el de Jacqueline Kennedy, esposa del entonces presidente John F. Kennedy. Otros dicen que tiene un futuro político similar al de Hillary Clinton, quien luego de dejar el Despacho de la Primera Dama en el 2000, fue Senadora de Nueva York y Secretaria de Estado. Actualmente, según una encuesta de la firma Pew, dos tercios de la población estadounidense tiene una opinión favorable de Michelle Obama. Hace unos días, fue seleccionada por el periódico inglés “The Sunday Times” como la mujer mejor vestida del mundo.
El liderazgo de Michelle es incuestionable. Así como la Mujer Maravilla es la más popular entre los cómics de «superheroínas», la Mujer Maravilla de la Casa Blanca se ha consagrado como una de las Primeras Damas más sensacionales de la historia de los Estados Unidos y del mundo.