Kim Kardashian es una de las empresarias digitales más grande del momento, ahora mismo cuenta con 363 millones de seguidores si solo hablamos de su cuenta de Instagram. Pero las ganas de crecer de Kim no se quedaron en las redes sociales. Tras haber trabajado con numerosas marcas de lujo, utilizo su influencia para convertirse en fundadora de sus dos marcas Skims y SKKN. Además, ha trabajado como directora creativa de marcas de lujo como Dolce & Gabbana.
La segunda del clan de Las Kardashians se ha convertido en un referente de moda para sus seguidores, siendo también una de las celebridades más comentadas en los últimos años de la Met Gala. Sin embargo, el estilo de Kim a la hora de vestir no evolucionó de la noche a la mañana, la influencer ha pasado por cambios muy drásticos. Aunque algunos solo recuerdan sus transformaciones de pelo.
2007 – 2008
Para esta fecha Kim Kardashian era asistente de Paris Hilton, quien la fue introduciendo a eventos sociales y poco a poco en el mundo de la moda.
2014 – 2015
Aquí ya estaba casada con el rapero estadounidense Kanye West, quien fue una pieza clave porque además de ponerla en el foco del público la ayudó a encontrar su estilo. Como dueño de la marca Yeezy influenció a Kim a utilizar atuendos más urbanos y creativos con piezas de la misma.
2016
En este capítulo de su vida la vemos arriesgándose y siendo más atrevida.
2017 – 2018
Luego de varios años yendo a la Met Gala como la invitada de Kanye West, en el 2018 Kim obtuvo una invitación personal, además de que ese look dorado de Versace fue un antes y después en sus alfombras rojas.
2019 – 2020
A la izquierda vemos uno de sus mejores looks de la Met Gala, y a la derecha podemos apreciar también uno de sus looks icónicos de streetwear.
2021 – 2022
Así lucía Kim luego de una pandemia y de atravesar un divorcio, simplemente icónica. En la foto de la derecha, podemos ver uno de los looks pertenecientes a su colección junto a Dolce y Gabbana.
2023
Si comparamos estas últimas imágenes con las anteriores nos podemos dar cuenta del camino recorrido, y la gran evolución que tuvo el estilo de Kim Kardashian. Así como la vida misma cambia, Kim es la prueba de que no debemos de tener miedo a experimentar nuevos estilos y reinventarnos cuando es necesario.
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