Si nunca has escuchado la enfermedad celíaca, no te sorprendas, es muy silenciosa y hasta desconocida para muchos, incluso, puedes estar padeciendo de ella sin siquiera saberlo. En pocas palabras, te hablamos de las personas intolerantes al gluten, de sus síntomas y tratamiento. Entérate de los datos más importantes de esta afección del sistema inmunitario.
¿Qué es la enfermedad celíaca?
Según la Federación de Asociaciones de Celíacos de España, la Enfermedad Celiaca (EC) es una patología multisistémica con base autoinmune provocada por el gluten y prolaminas relacionadas, en individuos genéticamente susceptibles, y se caracteriza por la presencia de una combinación variable de manifestaciones clínicas dependientes del gluten, anticuerpos específicos de EC, haplotipos HLA DQ2 o DQ8 y enteropatía, estos últimos marcadores que indican la existencia de la predisposición genética.
Las enfermedades multisistémicas, como su nombre indica, son consecuencia de los trastornos genéticos que afectan a varios órganos y producen un desarrollo anormal en múltiples partes del cuerpo. Este padecimiento hace énfasis en el intestino delgado. El intestino encargado de transportar el agua del torrente sanguíneo al tracto gastrointestinal para ayudar a descomponer químicamente los alimentos, absorber el agua y los nutrientes.
¿Qué es el gluten y dónde podemos encontrarlo?
El gluten es una proteína que se encuentra presente en el trigo, cebada y centeno. También puede estar en panes, tortas, cereales y pastas, así mismo, en vitaminas, suplementos, productos para el cabello y la piel, pasta de dientes y bálsamos labiales. Se encarga de dar forma, firmeza y textura al pan y a muchos otros productos elaborados con granos.
¿Cuáles son los síntomas?
La organización de celíacos asegura que los síntomas más frecuentes son: pérdida de peso, pérdida de apetito, fatiga, náuseas, vómitos, diarrea, distensión abdominal, pérdida de masa muscular, retraso del crecimiento, alteraciones del carácter (irritabilidad, apatía, introversión, tristeza), dolores abdominales, meteorismo, anemia por déficit de hierro resistentes a tratamiento. Sin embargo, algunas personas no tienen síntomas y por esto, se dificulta el diagnóstico.
¿Qué podría pasarte si no lo tratas?
Ya que la enfermedad interviene directamente en nuestro sistema inmunitario obliga a las defensas de la personas celíacas a reaccionar ante la ingesta de gluten, en este caso, es la reacción autoinmune la que daña la mucosa del intestino y destruye las vellosidades intestinales encargadas de absorber los nutrientes necesarios para mantenernos sanos.
Casi tres de cada cuatro personas con celiaquía no saben que padecen este trastorno digestivo.
¿Cómo se diagnostica?
Mediante un examen clínico y analítica de sangre que incluya marcadores serológicos de enfermedad celíaca (anticuerpos antigliadina, antiendomisio y antitransglutaminasa tisular) se obtienen los resultados de la sospecha de la enfermedad. Para obtener un resultado aún más acertado, cuando se tienen dudas de los análisis anteriores, es imprescindible realizarse una biopsia intestinal con una pequeña muestra de tejido del intestino delgado.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento para este padecimiento es la dieta sin gluten. Y la dieta debe ser estricta, se debe eliminar el gluten totalmente y para toda la vida. Los alimentos Gluten Free se convertirán en tus mejores amigos.
Se podrá apreciar una mejoría de los síntomas en un par de semanas, y ya en unos meses el paciente conseguirá un buen estado nutricional, pero pueden pasar hasta dos años para que las biopsias de duodeno sean completamente normales.
Aquí la lista que debes eliminar de tu vida, si sufres de este mal:
- Harina de trigo, centeno cebada, triticale, espelta y avena
- Panes y empanadas de harinas con gluten
- Bizcochos y bollería industrial
- Pastas alimenticias (spaghetti, pasta de sopa, etc.)
- Pan rallado
- Galletas
- Cereales de desayuno con granos de los cereales con gluten.
- Cerveza
- Alimentos precocinados o deshidratados sin indicación ‘Sin Gluten’: Verduras, frutas y hortalizas precocinadas, deshidratadas o congeladas, cremas de verduras envasadas, patatas prefritas, legumbres o germinados de soja en conserva, mermeladas.
- Preparados lácteos. Elaborados con leche en polvo, yogures, batidos de yogur, con trozos de fruta, quesos preparados, en porciones o rallados y helados
- Preparados de pescado y huevo. Surimis y huevo hilado o liofilizados
- Carnes procesadas y embutidos. Elaborados con carne que emplean harinas como hamburguesas, albóndigas y empanados. Embutidos y salchichas.
- Salsas y sopas comerciales. Incluidas las pastillas de caldo. Aceites elaborados con hierbas aromáticas.
- Alimentos de venta a granel: Cereales, legumbres y toda clase de alimentos vendidos a granel por riesgos de contaminación por gluten. Mix de especias o especias a granel y molidas.
- Bebidas: Bebidas elaboradas con cerveza, zumos industriales, licores cremosos, café soluble o de cápsulas, infusiones, preparados de chocolate.
- Snacks y dulces: Frutos secos fritos, higos deshidratados, gominolas, caramelos, golosinas, bombones, gelatinas
En resumen, si tienes algún sintoma o sientes alguna duda sobre si lo padeces o no la enfermedad, te recomendamos visitar tu gastroenterólogo para que puedas tratarlo a tiempo. !Todo a tiempo tiene cura!
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