Luego del trabajado rostro que las Kardashian han traído en estos últimos años (aunque la técnica es de antes del boom de estas chicas) con el visagismo o contouring, ahora llega una tendencia que nos propone un look más natural y delicado.
Hablamos del draping, una técnica que viene de los años 70, utilizada por primera vez por Way Bandy, una maquillista profesional que tuvo la oportunidad de trabajar con celebridades de la talla de Cher y Farrah Fawcett, con quienes utilizó este contorno, por así llamarlo.
Y a diferencia del contouring o el baking, que no es tan fácil de hacer debido a que hay que tener conocimientos del tipo de rostro que se tiene y sobre todo precisión y paciencia, el draping es súper sencillo de lograr.
Primero necesitas un rubor que contenga dos tonos, uno claro y otro oscuro. Con el color oscuro crea la forma de una manzana alrededor del rostro y con el más claro aplica suaves toques alrededor de la silueta creada por el tono oscuro, enfatizando la parte alta de las mejillas. ¿Cuál es el resultado? Pues el tono oscuro te define y enmarca, mientras que el claro difumina y enfatiza.
Ya no tienes que ver por horas esos tutoriales de YouTube en busca del contouring perfecto, con el draping ahorrarás tiempo y hasta dinero.
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