El mundo está atravesando por una crisis sanitaria que requiere que nos quedemos en casa, llevando nuestras rutinas en la medida de lo posible, y eso incluye a la escuela, que ha pasado a la modalidad de clases en línea.
Nuestros niños se encuentran en medio de una pandemia tratando de tomar sus clases, con el fin de no retrasarse y perder el año escolar. Es definitivamente una situación que causa estrés, ansiedad e incomodidad, encima acostumbrarse a tomar clases a distancia, lo que puede causar cansancio mental en nuestros niños, o del inglés, el famoso burnout.
Hablamos con la especialista en Nivel Inicial Susana Joely Santos, y esto fue lo que nos contó.
Pero antes, ¿qué es el cansancio mental o burnout?
El cansancio mental es una disminución o alteración temporal de la eficiencia mental y física, como resultado de situaciones de presión emocional, psicológica o intelectual que repercute de manera directa en el estado de tu cuerpo.
Susana nos cuenta que afecta a los niños de la misma manera que a los adultos. Ellos, al igual que los mayores, experimentan sensaciones de estrés, ansiedad, depresión, etc., ante circunstancias generadoras de ansiedad.
La diferencia radica en que, como adultos, somos capaces de regular el cansancio; sin embargo, los niños no cuentan con las herramientas psicológicas para manejarlo. Por ello es necesario que los padres y tutores les provean la ayuda necesaria.
¿Qué podemos hacer para prevenirlo?
Es importante diseñar una rutina diaria para los niños; ésta puede ser flexible, dígase, abierta a posibles cambios. Las actividades programadas deben contemplar un contraste activo-pasivo. Podemos integrar actividades como:
- Los quehaceres del hogar
- Ejercicios físicos
- Tareas de la escuela
- Uso de aparatos electrónicos (bajo supervisión de un adulto)
Deben estar bien encauzadas porque, mal aplicadas, generan más estrés. Contemplar, además, horario de baño, de descanso, entre otras rutinas importantes para su desarrollo.
Las actividades y su aprendizaje deben ser totalmente lúdicos. Los trabajos que se les asignen no deben resultar agobiantes ni estresantes para ellos y siempre deben partir de sus intereses y de las características propias de la edad.
Ser flexibles pero a la vez organizados. Es importante tomar en cuenta circunstancias particulares, sin dejar de lado la responsabilidad y el apoyo que nos corresponde como padres y maestros.
Los maestros deben mantener contacto con los padres, abrir diálogos cortos antes de empezar cada día. Además, tomar en cuenta las fechas importantes, como los cumpleaños de los niños y niñas, el día de las madres y los padres.
Mi hijx ya padece cansancio mental, ¿qué hago?
Las observaciones anteriores son preventivas. Si se diera el caso de que ya estemos ante la situación, niños afectados por cansancio mental, lo prudente sería realizar una pausa y evaluar la situación. Dialogar con el niño o la niña, incluso con la maestra.
Podrían darse casos en que sea necesario parar algunos días las clases hasta que esté mentalmente relajado, porque, en caso contrario, seguirá bloqueado o indispuesto.
Es importante integrar a tu hijo en la elaboración de esa rutina (para que sea abierta y flexible). La alimentación también cuenta mucho, ya que cuando el cerebro no recibe los nutrientes necesarios, no funciona correctamente.
Por último, recordar tanto a maestros como padres que la situación por la que pasamos es difícil para todos y que cada quien la asume desde realidades diferentes.
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