Según una investigación realizada durante ocho años por el Instituto de Internet de Oxford en Reino Unido, los adolescentes que más utilizan las redes sociales tienen una menor satisfacción con la vida. El objetivo era relacionar tecnología, bienestar y adolescencia y, según los resultados, la tecnología pierde.
Decidimos hacer nuestra propia encuesta pero un poco diferente. Preguntamos a varios adolescentes por qué no quieren tener redes sociales y nos encontramos con una generación usuaria y amante de la tecnología pero que huye de la “esclavitud” de tener varias redes sociales al mismo tiempo.
Perder tiempo
“No me interesa perder el tiempo en muchas redes sociales. Prefiero dedicarlo a otras cosas porque, al final, es más de lo mismo”.
Miguel, 13 años.
Independente
“Me dicen que soy un poco rara porque no quiero usar redes sociales pero la verdad que yo me siento más independiente y liberada que mis amigas. Al final me acabo enterando de todo igual”.
Rosa, 15 años.
Estresada
“Confieso que las tenía, pero era una forma de relacionarme superflua y estaba siempre estresada por contestar y participar en todo: chats grupales, comentarios, likes… Decidí quedarme con lo básico y no ha pasado nada”.
Lucía, 16 años.
Una obsesión
“Esa obsesión por tener seguidores y muchos likes me parece falsa. Veo a muchos amigos todo el día pensando cómo ser más populares en las redes y me pregunto para qué y realmente eso no me interesa”.
Susana, 14 años.
En persona
“Pues es sencillo. Prefiero hablar con mis amigos en persona, porque al final en las redes sociales todo son relajos, memes, bromas y eso no me interesa mucho”.
Rodrigo, 13 años.
Competencia
“Siento que todo es falso, que no puedo expresarme y mostrarme tal y como soy sino que hay una constante competencia por querer ser como esos influencers. No me siento identificada con eso.”
Marta, 18 años.
Todos los adolescentes entrevistados utilizan la tecnología, simplemente han decidido que para comunicarse entre sus iguales no necesitan redes sociales. Ni es algo bueno, ni es algo malo, es una decisión y al final de eso es de lo que se trata: ser capaz de elegir aquello que es mejor para ti.
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