Perteneciente a la diáspora que decide afianzar su carrera artística en Nueva York, el actor Juan Luis Espinal estuvo en su país natal de vacaciones y aprovechamos su estadía para tener una conversación de tú a tú. Aunque nunca nos habíamos visto, la buena vibra que transmite con su sonrisa se adueñaron de la tranquilidad de esa tarde en Mecenas Café.
Por eso, comencé preguntándole de sus pasiones ya que, en el teatro musical, rama del arte en la que más ha tenido experiencia, combinar el canto, la actuación y el baile, en un solo escenario, es como ir a jugar. “Es verdaderamente vivir, a mí se me olvida todo, yo disfruto y me entrego. En pocas palabras, me siento realizado”, nos externa Juan Luis con todo su cuerpo.
Todo comenzó en el colegio. “Me gradué del Colegio Loyola. Toda mi vida quise que hubiera un departamento de arte y no fue hasta 4to de bachillerato, que llegó una profesora”, a la que llama su mentora, Wendy Queliz, que revolucionó todo. “Yo me le metí por ojo y nariz a esa mujer para que me pusiera en todo y participé en diferentes proyectos que se hicieron en mi último año de colegio”. Ese mismo año, en 2007, fueron las audiciones de High School Musical on Stage, por Nuryn Sanlley, que en paz descanse, “y ahí tuve la oportunidad de audicionar y quedarme en el proyecto”. Ahí comenzó su carrera profesionalmente y entró al círculo escueto del arte dominicano.
De ahí en adelante participó en Hairspray, Godspell, Esperanza, inspirado en las canciones de Juan Luis Guerra, y con la Fundación Yo También Puedo, donde estuvo en el primer musical junto a niños con necesidades especiales en escena.
Juan Luis pasó por un buen momento en el teatro local desde que Nuryn lo descubrió. ¿Qué lo motiva a irse del país en el 2013? La monotonía que nos describe cuando no hacía teatro, es decir, trabajar en una oficina y estudiar Mercadeo,una carrera que no era completamente afín a sus anhelos fueron su principal impulso. «Yo necesitaba explorar y crecer como artista», nos expresa con mucho ahínco.
Leyendo entrevistas de años anteriores, antes de irse a Nueva York, vi que el común denominador en Juan Luis Espinal era el de una persona muy soñadora.
R: Ahora mismo, ¿cuáles son esos sueños que te mueven a seguir yendo más allá, a seguir consiguiendo más papeles para interpretar en las tablas?
J.E.: Sigo siendo un soñador, pero sabes que mientras uno va madurando y aprendiendo, nos volvemos más realistas. Hay que soñar, querer, y decir lo que se quiere lograr para atraerlo, pero así mismo uno tiene que trabajar para esos sueños, que ahora son más concretos. Mi sueño ahora es trabajo constante. No dejar de trabajar y trabajar en lo que yo amo. Esta carrera es complicada, muchas veces no hay trabajos fijos. Se dan muchas oportunidades, pero todas a la suerte. Si entraste a ese cuarto de audición y tenías un ‘pelito’ de color mamey y eso era lo que el director estaba buscando, puede que tú hayas hecho un disparate en tu audición, pero tú tenías el color mamey en tu cabello y eso fue lo que le gustó. Y te escogieron.
Esta combinación de mantener los pies en la tierra con su preparación y don para el teatro le han otorgado la oportunidad de participar en obras neoyorquinas como ‘Devil And The Deep’, en el 2015, una reanimación de la obra ‘Treasure Island’ donde interpretó a un pirata. «En mi otra vida fui pirata y pelear con espadas y pistolas en escena, era como ir a jugar cinco horas diarias en los ensayos. Algo surreal para mí», narró.
Este año formó parte del elenco de ‘In the Heights’, primera producción en idioma español que se realiza en los Estados Unidos. «Aquí tuve la oportunidad de encarnar a Usnavi, un inmigrante dominicano. Sentí tanto orgullo por mi país en el número ‘Carnaval del Barrio’, donde se ondearon banderas y ahí estaba yo, en escenario extranjero, enalteciendo la nuestra». Y ahí estaba él contando la historia de un inmigrante en un momento en donde Norteamérica se hizo sentir en materia política por las decisiones de su presidente, Donald Trump, con respecto a este tema que afecta a la diáspora.
El arte está en todas partes y es una excelente ventana para mostrar tópicos de la sociedad como la política, la naturaleza, el amor y su contraparte… En fin, todo lo que nos mueve. Juan Luis Espinal no se quiere quedar solo en el teatro musical. «Me muero por hacer cine aquí, algo en la televisión o en el mundo de la moda», nos cuenta el actor que mantiene su perfil de Instagram con imágenes ricas en cultura, colores, moda masculina, arquitectura y en el estilo de vida de un actor dominicano que cuenta su vida en Nueva York.
Confieso que al apagar la grabadora le dije que pronto iré a Nueva York y que me tiene que llevar en nombre de Revestida a disfrutar una buena obra, esa donde actores como él tienen la habilidad y el deseo de contar las historias de la humanidad con una gran sensibilidad. Esa que solo te da el teatro.
Fotografías por Laura Gil, (@persianaamarilla).
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