En nuestra cultura es muy común comer arroz todos los días en el almuerzo y siempre estamos inclinados por el arroz blanco. Este al ser refinado pierde el hierro, las vitaminas, y otros nutrientes. Debido a ello, algunos fabricantes añaden fortificantes sintéticos que no alcanzan el valor nutricional real del arroz. Tu solución: Si tanto disfrutas comer arroz, sustitúyelo por arroz integral.
El arroz integral tiene muchos beneficios, entre ellos: fibras que te ayudan a mejorar la función intestinal, vitaminas, hierro y minerales. Satisface más que el arroz blanco y se digiere más lento, por lo que es ideal si quieres bajar de peso. También es rico en antioxidantes y previene el estreñimiento.
El arroz integral es uno de los arroces más nutritivos que existen porque conserva todos sus nutrientes, ya que no está refinado y no se ha eliminado su cáscara.
Correcta cocción
Es un dolor de cabeza cocinar el arroz integral cuando no se tiene idea de cómo hacerlo. Se te quema, queda duro y crudo. Pero siempre existen trucos para todo y aquí los recopilamos para ti. Sigue estos sencillos pasos y despreocúpate:
- Remoja el arroz tres horas antes de cocinarlo.
- Incluye más agua de la que usas en el arroz blanco, aproximadamente 3 tazas de agua por una de arroz.
- Su cocción es más lenta que la del blanco y va de 30 a 60 minutos depende del arroz.
- Escoge una olla o caldero con tapa.
- Vierte el arroz en agua caliente y agrega sal cuando éste hierva, luego ponlo a fuego lento.
- Estará listo cuando los granos hayan absorbido toda el agua y luzcan hinchados y suaves.
- Siempre prueba el arroz integral antes de apagar la hornilla.
- Al finalizar la cocción déjalo reposar por 10 minutos antes de servir.
Lo puedes preparar en cualquier variedad al igual que preparas el arroz blanco, con carnes, vegetales o granos; hasta con leche. Tú pones el estilo.
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