¿Quién ha dicho que los solteros no pueden disfrutar de San Valentín? Olvidamos que San Valentín no es solo el día del amor, sino también de la amistad y que éstas también merecen ser celebradas con lujo de detalles. Personalmente, pienso que nada grita más la palabra “amigas” que una burbujeante mimosa acompañada de suculentas carcajadas y deliciosa complicidad.
De ahí surge la idea de celebrar las amigas con el mismo glamour y romanticismo de una cena romántica… en un ambiente un poco más atinado al aura femenino: un brunch inspirado en la hora del té de Alicia en el País de las Maravillas. ¿Quién mejor que la mismísima Alicia, epítome de femineidad y travesura, para acompañarnos?
El evento consiste en un montaje sencillo de una mesa principal y otra tipo buffet para servir, con un aire vintage, femenino y con un toque moderno. Empezamos por escoger una gama de colores: colores pasteles (bien femeninos) y para un toque moderno, colores de contraste como el negro y el plateado de las piezas. El truco está en escoger piezas significativas, que brillen por sí solas, pero que en conjunto, se vean mucho mejor. (¿Les suena familiar? ¿Algo así como las amigas?).
En este caso, las piezas elegidas para destacar fueron los floreros que, en vez de escoger floreros típicos, opté por reinventar unas teteras vintage y un tazón de té súper romántico. Aquí se montaron los arreglos de flores, tomando un arreglo principal para el centro de mesa, y dos más pequeños para los extremos de la mesa tipo buffet. Luego elegí un juego de platos con tema floral con un plato base negro para dar un toque moderno. Los detalles de color quedaron a cargo de las servilletas y copas, para unificar bien con los arreglos florales.
Luego de haber montado la mesa, servimos un desayuno al estilo “Alicia”: de postre cupcakes y macarons para endulzar la mañana y espumante para empezar el día con el pie derecho. Serví los postres en piezas de acero y cristal (siempre con el concepto vintage), jugando con las alturas para crear una composición dinámica. Adorné finalmente las mesas con detalles traídos del mismo mundo de Alicia: teteras mini, tazas de té, relojes despertadores y letreros de película.
El resultado es una mesa que emana un aire relajado y femenino, con detalles que se tornan realmente memorables. Para que la mesa se distinga, no es necesario un montaje extravagante. Tan solo se necesitan piezas que se distingan y mantenerse siempre ligada a la idea inicial a través de colores y formas.
TIP: Si los arreglos florales no caben dentro del presupuesto, presentamos una alternativa mucho más económica: un topiario de rosas de papel. Muy sencillo de hacer, solo se necesitan cortar círculos de cartulina en espiral, dejando en el interior un espacio más amplio para formar una base para las flores. Luego, se enrollan de un extremo del espiral a otro, se pegan en la base interior del espiral, y ¡listo! Una alternativa moderna (y agradablemente económica) para centro de mesas.
Mobiliario y piezas: AnfitrionesRD // Cupcakes y macarons: Sweet Christine // Dirección de Arte y Montaje: Kathlen Abreu
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