La lucha contra el cáncer de mama empieza con nosotras mismas: con la prevención y detección temprana. Mientras que no existe una fórmula infalible contra el cáncer, profesionales de la salud recomiendan una serie de medidas a seguir en nuestro día a día. Llevar un estilo de vida saludable sirve como estrategia de prevención contra el cáncer, y realizarnos chequeos rutinarios nos ayuda a detectar el cáncer en sus etapas tempranas en caso de que apareciera.
Según un estudio publicado este año por el American Cancer Society (ACS), titulado «Un diario del cáncer para clínicos», los diagnósticos de cáncer de mama han ido en crecimiento durante la última década. Además, un informe de la Organización Panamericana de la Salud arrojó que «el cáncer de mama es el cáncer más común y la causa más común de muerte por cáncer en las mujeres en las Américas». Vemos entonces la importancia que toman la prevención y detección del cáncer frente a este panorama en el que nos encontramos.
El personal médico de Mayo Clinic, un centro médico académico en Estados Unidos, publicó un artículo donde habla sobre las recomendaciones para la prevención del cáncer de mama.
- Alimentación saludable: Come suficientes frutas, vegetales y lácteos ricos en calcio. Además, es bueno reducir el consumo de carnes rojas y comidas procesadas altas en grasas, sodio y azúcar.
- Limitar el consumo de alcohol: Profesionales de la salud comentan que las mujeres no deberían de consumir más de una copa de alcohol por día.
- No fumar: Los cigarrillos contienen cancerígenos que aumentan la posibilidad de mutación en las células.
- Evitar anticonceptivos que eleven demasiado los niveles de estrógeno y progesterona: Hoy en día, existen muchas opciones de anticonceptivos que no utilizan hormonas, como la esponja anticonceptiva o el DIU de cobre.
- Mantenerte físicamente activa: Según la American Cancer Society, al rededor de 40 minutos de ejercicio diario son más que suficientes. ¡Tu rutina tampoco debe tener un alto grado de dificultad!
- Si eres madre, amamanta a tu bebé: Amamantar a tu bebé puede ayudar a prevenir el cáncer de mama. Cuanto más tiempo amamantes, mayor será el efecto.
A parte de conocer los factores que nos pueden ayudar con la prevención del cáncer, es importante que tengamos en cuenta cuáles son los factores que pueden representar un mayor riesgo.
- Si algún miembro de tu familia tuvo cáncer de mama.
- Si quedaste embarazada por primera vez después de cumplir los 30.
- Si te has sometido a alguna radioterapia en el área del pecho.
- El sobrepeso. Se recomienda consultar con un profesional de la salud si tu peso está dentro del rango ideal para tu estatura.
- Si ya cumpliste los 55 y aún no ha iniciado la menopausia.
Como ya mencionamos, la lucha contra el cáncer inicia con nosotras mismas. Si nos realizamos chequeos regulares, podremos detectar cualquier cambio notable a tiempo y pasar a la acción. No es secreto para nadie que cuando se trata del cáncer, las mejores probabilidades de supervivencia vienen de la detección temprana de la enfermedad.
Entre los síntomas más notables que debes tener en cuenta:
- Un nuevo bulto en el seno axila.
- Cambios en el tamaño de tus senos (hinchazón o contracción).
- Hoyuelos en la piel.
- Picaduras en la piel (tienen el aspecto de la cáscara de una naranja).
- Piel seca y escamosa en el área del seno y el pezón.
- Dolor en los senos y/o pezones.
- Si tu pezón aparece invertido.
- Secreciones por los pezones.
Se recomienda que las mujeres se realicen un auto-examen cada mes al final de su ciclo. La Clínica de la Universidad de Navarra nos comparte cuatro pasos a seguir al momento de hacer nuestros auto-exámenes:
Frente al espejo:
- Obsérvate los senos. Comprueba que el contorno del pecho es regular, que no hay piel naranja ni secreción de ningún tipo por los pezones. Los pezones deben apuntar en la misma dirección. Sube tus brazos sobre la cabeza y observa nuevamente.
- Con las manos en la cadera inclínate un poco hacia el espejo, arqueando hombros y codos. Debes observar lo mismo que en el paso anterior.
- Con tu mano, gira los dedos (extendidos y juntos) alrededor del seno opuesto en el sentido de las agujas del reloj. Empieza por el pezón hasta abarcar todo el seno. Hazlo después de arriba abajo y de lado a lado. Repite este proceso con ambos senos, buscando posibles bultos.
Recostada:
- Con una almohada bajo el hombro, y con ese mismo brazo por encima de la cabeza, repite el procedimiento anterior. Explora también las axilas, huecos de las clavículas y base del cuello, ya que a veces el tumor puede empezar ahí. Repite el proceso con ambos senos.
Sin embargo, no solo basta con que nos hagamos estos chequeos nosotras mismas. Según Breast Cancer.Org, lo recomendado es que toda mujer se haga una mamografía anual una vez cumplidos los 40 años. Esto se duplica a dos veces por año una vez pasados los 50, considerando que el riesgo de desarrollar cáncer de mama aumenta con la edad.
Considerando la manera en la que han ido creciendo la cantidad de diagnósticos de cáncer de mama en los últimos años, resulta urgente que tomemos la delantera en esta lucha. Si bien muchas veces el cáncer es una apuesta al azar, es cierto que tomar en cuenta las recomendaciones de los profesionales nos ponen en un menor riesgo. Además, algo que sí es seguro es que la detectar el cáncer en sus etapas tempranas salva vidas. Es precisamente por esto que la prevención y detección son pilares esenciales, actuando como nuestro escudo y espada.
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