Ya formas parte de ‘la vida en conjunto’, y la conversación de buscar al primogénito, ese que los cuidará en su vejez, ha llegado. Ya están decididos, ambos se planificarán para concebir/engendrar a su criatura.
Por qué planificarnos
- Motivos de salud
Elena (44 años), madre de tres hijas, nos dice que al momento de planificarse para tener sus dos siguientes hijas (pues la primera [22] llegó de sorpresa) siguió las recomendaciones de su ginecólogo. «Me dijo que esperara mínimo dos años después del parto, para que la matriz se regenerara» y así evitar riesgos de preeclampsia, aborto natural u otra complicación.
También por la condición económica esperó tres años para tener a Isabel (19) y luego seis para tener a María Elena (13).
- Cuestiones ‘per cápita’
En el 2008, El Caribe publicó que el costo de tener un o una bebé en República Dominicana era desde 90 mil pesos hasta 240 mil en el primer año. Esto dependerá del nivel socioeconómico de cada familia. Tener hijos no es una decisión a la ligera en una sociedad de consumo donde los precios suben y suben. Un niño sorpresa en una familia rediseña el presupuesto completo de un hogar, por eso se recomienda ahorrar antes del acto sexual reproductivo. Ponle un nombre a esa cuenta, puede ser ‘nuestro bebé’.
- Mejor organización para no dejar tus demás responsabilidades
Saber en qué período quieres quedar embarazada te permitirá organizarte en el trabajo, en tus actividades de esparcimiento, hasta en tus vacaciones. La maratonista Érika Olivera, oriunda de Chile, planificó sus cuatro primeros embarazos de forma que no coincidieran con sus entrenamientos, «pues no podía fallar en ese compromiso» que adquirió antes de ser mamá. Con sus cinco hijos, logró 12 medallas de oro, 11 de plata y 7 de bronce y marcó 28 récords chilenos y sudamericanos.
45 años atrás esto no se veía. Recuerdo los relatos de mi abuela de cuando tuvo su octavo hijo. Le dijo a mi abuelo que se fuera a dormir para otra habitación porque ya estaba cansada de tener muchachos. En ese entonces, década de los 70 en la ciudad de Santo Domingo, esta familia de escasos recursos no pensaba en usar métodos anticonceptivos, pues eran muy costosos y habían otras prioridades (alimentar a la familia, construir una casa propia y educar a una nueva generación).
Hoy día, la historia es diferente. La ‘fábrica de pequeños’ la abres y cierras cuando desees y factores como la salud y el bienestar económico priman al momento de tomar esta decisión. Pues hablamos de alimentar el mundo con una nueva mente creativa, capaz, racional y emocional que vendrá a interactuar con el mundo.
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