Santo Domingo.- La discriminación laboral es una situación en la que la colaboradora se ve perjudicada profesional, salarial o moralmente respecto a sus compañeros por motivos que no están directamente relacionados con su desempeño laboral.
Un caso muy frecuente es en el escenario económico. Cuando dos colegas, especialmente de distintos géneros y con la misma capacidad productiva, reciben un trato inferior en cuanto a posibilidades de obtener empleo, condiciones de trabajo o educación.
Las mujeres «bonitas» pueden recibir un 33 % más que el promedio y los hombres «feos» hasta un 36 % por debajo.
La discriminación de la mujer en el trabajo acapara muchos titulares en la actualidad
En el periodismo es vital en el enfoque inclusivo y de género. La forma en cómo se redacta una información o noticia marca una pauta.
En ese aspecto, se debe tomar en cuenta que la o el periodista tiene una vida, creencias y una formación personal (su crianza) que no escapa a ciertos sesgos sobre los diferentes temas que aborda.
Por ejemplo, en un tema tan polarizado como la construcción social que establece qué es ser mujer y qué es ser hombre, nos preguntamos, ¿qué sucede con quienes se salen de esa «check list» de ser hombre o mujer?
De alguna manera, el profesional del periodismo, dependiendo de sus creencias, reflejará en sus escrito sus forma de pensar, desde lo inconsciente o involuntario.
Por eso se habla mucho de desmontar imaginarios sociales que hacen que en casos de violencia de género la víctima se vea cómo culpable. Situación que tiene que ver con la forma en cómo se redacta la noticia.
Silvina Molina, nombrada recientemente como editora de género y diversidades de la Agencia Pública de Noticias de Argentina, dice que lo complicado es cómo contar la violencia contra las mujeres, sin espectacularizarlo ni tratarlo como crimen de la crónica policial.
A Molina le preocupa cómo las denuncias que se hacen cada vez más sobre el tema (feminicidios, abusos y violaciones) se tienden a justificar por ignorancia o una mala práctica.
Asegura que en ocasiones los periodistas confunden los lenguajes relacionados con temas de inclusión o discapacidad o les da miedo hacerlo de la manera correcta y evitan el tema, siendo esta la salida más fácil.
Discriminación estética
Esto sin contar que la estética sí influye a la hora de encontrar trabajo, mantenerse y ascender. De acuerdo al economista Daniel Hamermesh, de la Universidad de Texas, tiene consecuencias en el salario.
En su estudio «Por qué la belleza importa (2005)» indica que, en el mundo los trabajadores «lindos» ganan entre un 10% y un 15% más que el promedio «normal».
Según Claudia Sanhueza, directora académica de la Universidad Alberto Hurtado y autora del estudio «La Belleza y su Efecto en el Mercado Laboral: Evidencia para Chile (2008)» las disparidades salariales por el aspecto de una persona son considerables.
Las mujeres «bonitas» pueden recibir un 33 % más que el promedio y los hombres «feos» hasta un 36 % por debajo, establece Sanhueza.
Uno de los grupos más perjudicados por la discriminación estética en los trabajos son las mujeres.Tienen más dificultad para encontrar trabajo por su apariencia, edad y si están en estado de embarazo.
Es preciso resaltar que la influencia de los medios de comunicación en la imagen corporal, especialmente en las mujeres y sus actitudes con respecto a la belleza, provoca que se generen estereotipos. Puede que estos ocasionen desordenes alimenticios como la anorexia y bulimia.
Tratamiento periodístico
Un estudio realizado por Balbi, 2013, sobre la influencia de modelos ideales de belleza y delgadez propuestos por los medios de comunicación, en adolescentes de sexo femenino de la facultad de Psicología en el Salvador, demuestran que:
de un 10% del número de adolescente encuestados solo el 5% están satisfechas y el otro 95% no lo está con alguna parte de su cuerpo.
En República Dominicana también siguen las distinciones que vulneran la igualdad de oportunidades, a pesar de que el código laboral dominicano indica que:
«Se prohíbe cualquier discriminación, exclusión o preferencia basada en motivos de sexo, edad, raza, color, ascendencia nacional, origen social, opinión política, militancia sindical o creencia religiosa…».
Es importante que existan periodistas especializadas en género y con una amplia perspectiva en derechos humanos para poder darle esa mirada al periodismo.
Todos los periodistas deben verificar sus informaciones, llamando a fuentes especializadas para que interpreten de forma correcta, muestren datos, manteniéndose fieles a la verdad y a forma de contarla.
No es sencillo. El camino es la educación.
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Primera parte: La mujer en los espacios laborales: ¿dónde están ellas?
Sobre la autora: Dayanara Reyes Pujols es productora y conductora del programa Desafío Millennial, plataforma especializada en el estilo de vida millennial. Para escuchar otros episodios da click aquí o aquí.
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