¿Alguna vez has leído una historia capaz de cambiar tu forma de pensar? Para mí esa es la autobiografía Una educación de Tara Westover: un relato cautivador con el súperpoder de inspirar a sus lectores.
Nacida dentro de una familia mormona fundamentalista que se preparaba para la llegada del fin de los días, y bajo la tutela de un padre con ideas extremas, Westover tenía 17 años cuando aprendió qué era el Holocausto y que Europa era un continente. Sí, a esa edad pisó un aula por primera vez.
Esta chica creció completamente aislada, sin una educación, creyendo las ideas casi imaginarias de su padre: la escuela era una estrategia “del gobierno para alejar a los niños de Dios”, los hospitales y doctores son “agentes del mal” ….
Una educación son los recuerdos de esta peculiar vida que le tocó experimentar a Tara y estas son algunas de las enseñanzas del libro:
La educación es libertad
Este libro es un grito que te hace valorar el poder de la educación: es una puerta hacia nuevos horizontes, que nos hace viajar y conocer otros puntos de vista. En palabras de Westover, “la educación me dio la posibilidad de tener mis propias ideas, de pensar diferente”.
El cambio radica en nosotros
Tenemos el poder de realizar cambios positivos y tomar las riendas de nuestro futuro, aunque el entorno no esté de nuestro lado.
Para ella el cambio no fue fácil y requirió muchos sacrificios. Sin embargo, se esforzó para llegar de una persona sin educación formal a obtener un doctorado en la Universidad de Cambridge en Londres. “Emanciparse de la esclavitud mental. Nadie, excepto nosotros, podemos liberar nuestras mentes”.
Aceptar la incertidumbre es importante
Westover escribió: “Admitir la incertidumbre es admitir la debilidad, la impotencia y creer en uno mismo a pesar de ambos. Es una fragilidad, pero en esta fragilidad hay una fortaleza: la convicción de vivir en tu propia mente, y no en la de alguien más”.
La incertidumbre se puede convertir en tu mayor empuje y guía.
Tu voz importa
Encontrar tu propia voz es fundamental, incluso si difiere con las opiniones de los demás. Lo importante es que sea tuya.
“Mi vida la narraban otras personas, sus voces eran persuasivas, enfáticas, categóricas. No se me había ocurrido pensar que la mía podía ser igual de fuerte que las suyas”.
Una educación no es una historia linda, tiene sus momentos totalmente desgarradores. Pero, sin lugar a dudas, es una que no debes dejar de leer.
Comentarios