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Dominicana’s Got Talent llegó al país, rodeado de misterio

  • 4 diciembre, 2018
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El único concurso de talentos de TV (Dominicana’s Got Talent) que permite a cualquier persona hacer una audición independientemente de su habilidad, llegaba al país… pero con mucho misterio.

Solo traten de recrear en sus cabezas la escena de que para anunciarlo, sus productores convocaron a la prensa sin decir para qué. La invitación solo decía: “Nashla invita a”… seguido de un signo de interrogación, la fecha de 03 de diciembre 2018, 7:00 de la noche como hora e indicando la sala Máximo Avilés Blonda del Palacio de Bellas Artes como lugar de encuentro. Más nada.

Sin embargo, con la aventura propia de todo periodista, la prensa tomó seriedad del llamado haciendo acto de presencia. Antes de subir las escaleras externas del Palacio de Bellas Artes, un letrero indicaba: “Bienvenido a la celebración del orgullo de una nación”, y debajo los logos de algunas marcas. Al entrar al salón, algunos asientos tenían un impreso a blanco y negro que junto a una estrella señalaban que eran para la prensa.

Una vez dentro del salón, una pantalla preguntaba “¿Qué es el talento?”. Punto. El cuchicheo, los murmullos y seguramente latidos de muchos corazones acelerándose pasaron a ser el sonido de ambientación. “¿Y qué será esto?”, “Pero no le dijeron a uno ni ji”, “Yo viene para ver cuál era el drama”, eran algunas de las expresiones escuchadas. Bocas torcidas, miradas de incredulidad y onomatopeyas secas tipo “Jum”, reinaban en la sala.



 Dominicana’s Got Talent

Llega una oportunidad para miles de dominicanos

Una vez el espacio se llenó de personas, un audiovisual recopilaba habilidades diversas que muchos dominicanos muestran diariamente en las calles. Tic Toc… El reloj marcaba las 7:45 de la noche, cuando la pantalla comenzó a proyectar otro video en el que se explicaba de forma muy inspiracional qué era el talento y cómo está en miles de dominicanos que se esforzaban por una oportunidad que les dejara compartir sus dones. “Es el combustible que enciende esa llama en el alma”, se escuchaba mientras se veía una bandera criolla ondeando y un cierre que confirmaba que ¡República Dominicana tiene talento!

Al terminar el video, el escenario fue ocupado por el actor Frank Perozo. Sus primeras palabras, le dejaron claro a los presentes que ellos no eran los únicos convocados de forma misteriosa. “Nashla tenía tantas ganas de guardar el secreto que, literalmente me avisó ayer para que yo hablara hoy. Y cuando le pregunté sobre lo que iba a hablar, tampoco me quiso decir nada”. Uf… el misterio era filosofía del evento.  

Las manecillas del reloj bailaban separadas pues eran las 8:15 de la noche, y Frank le hacía la introducción a imágenes de shows en otras naciones y el logo internacional de la franquicia. Ya los presentes, sabían de qué trataba: el país estaba recibiendo la versión criolla de Got Talent; llevando el nombre de la isla delante, no su gentilicio: Dominicana’s Got Talent. No “Dominican”.

Dominicana’s Got Talent

Razones para celebrar su llegada

Sin embargo, aunque dice un dicho que “muerto el perro se acabó la rabia”; con la develación no se acabaron las preguntas en silencio. Esas que no salen por la boca… pero que probablemente pudieran servir para ponerle a los pensamientos subtítulos. Posiblemente, entre ellas ¿qué tiene esta franquicia de espectacular y por qué hay que celebrar su llegada?

Sin saberlo, los productores ejecutivos del programa Nashla Bogaert, Tuto Guerrero, David Maler y Gilberto Morillo subieron al escenario con palabras que fueron tiro al blanco a las dudas. Con sus discursos dados en pocos segundos, los asistentes pudieron entender que este formato simple era importante porque iba a permitir la creación de múltiples momentos de alegría, de compasión, un panorama humano de lo que hace al dominicano genial e iba a mostrar la belleza de los paisajes de esta tierra bendita dentro de las tomas que se harían.



Otro motivo de celebración se dio justo a las 8:35 de la noche, cuando Nashla explicó que Got Talent no fue una franquicia fácil de traer: «Orgullosos de presentarles Dominicana’s Got Talent. Más de tres años y medio intentando que nos dieran los derechos, en un proceso largo pero hermoso», dijo.

Unos cinco minutos después, la adolescente de origen dominicano Amanda Mena iluminaba el escenario. Su presencia provocó en muchos de los asistentes una ansiedad positiva. No podían creer que la quinceañera que obtuvo el “Golden Buzzer” en la mismísima versión americana de Got Talent, la distinción más importante de la mesa del jurado, estaba frente a sus ojos y entonando una voz que hace maravillas en oídos. Más de una mente de aquí, presente allí, seguro recordó que allá Amanda fue aplaudida de pie tras cantar en inglés y español el tema de Pink «What About Us». Parece un trabalenguas, pero no…

Y hubo más. El grupo de baile Da’ Republik fue parte del postre. Por supuesto, su selección en este evento tipo anuncio no fue por mero gusto o casualidad de sus productores. Fue estratégicamente pensado, pues justo este año ellos también fueron parte del concurso, logrando rebasar algunas eliminatorias y llegar a la semifinal a pulso de movimientos caribeños, ingenio y mucho carisma. No se llevaron el premio, pero sí el reconocimiento de su existencia pues más de media isla no los conocían hasta ese momento.

Oficialmente la llegada del formato más inclusivo

Así, tras su presentación y con el misterio desaparecido, los productores unieron sus manos para apretar -a las 9:00 de la noche en punto- el botón dorado que anunciaba oficialmente la llegada al país del formato más inclusivo que el resto de los programas que se han visto en televisión. Imagínenlo, no hay edad mínima o máxima para sus participantes, se aceptan todas las habilidades y todos los géneros… incluso, hasta esos que desafían la clasificación. En resumen, no hay reglas en absoluto.

¿Lo más chulo? Es una belleza para unir espectadores, porque esta competencia de telerrealidad puede ser vista por abuelos, padres, hijos y nietos. Eso se traduce a que familias enteras pueden reunirse en sus salas a ver el programa, una práctica casi extinta si se analizan las estadísticas de la audiencia en declive de la televisión local. Y bueno… unir a su gente, amén de importante, es lo lindo de que llegara al país Dominicana’s Got Talent.